Despedida

Palabras de despedida que pronuncié en la sede regional de Montevideo, en diciembre de 2013, después de una gestión de 16 años al frente del servicio latinoamericano de la Agencia France-Presse desde diferentes puestos, siete de los cuales
como Redactor Jefe.

Agregar contexto de la foto y créditos
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Me llegó el momento de mirar atrás y compartir algunas reflexiones con ustedes, después de las largas horas y muchos años que pasamos juntos. Quiero hablarles de mi generación de periodistas, a la que no nos queda mucho más tiempo, y sus aportes a la profesión. A diferencia de ustedes, muchos de nosotros, en América Latina, fuimos autodidactas, porque aún no existían escuelas universitarias de periodismo, pero sobre todo porque nos tocó vivir una «época interesante», como dice la maldición china, que nos enseñó mucho.

Mi generación de periodistas creció y se formó en las vicisitudes de la guerra fría, participó en las movilizaciones políticas de la época y después siguió militando por el periodismo.

Estuvo marcada por la rebelión estudiantil de 1968, el movimiento contra la guerra de Vietnam, la invasión de Checoslovaquia por las tropas soviéticas, las guerrillas y las dictaduras militares en América Latina, la lucha contra Franco en España, y, después, las huelgas de Solidaridad en Polonia y las guerras civiles en América Central. Los periodistas de mi edad y un poco menos de América Latina, Estados Unidos y Europa, tenemos muchos puntos en común.

Influenciada por el marxismo, que le dio sentido de la historia y sensibilidad social, lo más destacado de esta generación de periodistas fue la introducción del análisis noticioso fuera de las páginas editoriales. En aquellos años, surgieron medios emblemáticos: La Opinión de Buenos Aires, Cambio 16 y El País en Madrid, La República en Roma, Liberation en París, EL Diario de Caracas. En Estados Unidos, el Washington Post con Watergate afirmó el poder de la prensa ante el Estado.

Quiero recordar en este momento a algunos de los amigos, colegas de mi generación que tanto me aportaron. Claire de Oliveira, con su profundo conocimiento de Brasil y su sensibilidad social, Ana María Echeverría, una dama del periodismo de armas tomar, Marie Sanz, la colega mejor informada y con una finísima pluma, Mario Goldman, gran defensor de una foto de calidad, con quien participé junto a Jorge Svartzman, un pilar del servicio español, en el lanzamiento de Montevideo.

Lo bueno y lo malo

Lo bueno de esta generación fue su sentido de misión, su espíritu crítico, su sensibilidad social, su curiosidad y voluntad de entender. Tuvo que sacudirse la idea del periodista comprometido políticamente, tan en boga en los 70, y evitar la tentación del periodista protagonista.

Algunos consejos:

Desconfiar siempre del discurso oficial, cada vez más manipulador y aguzado en la construcción de percepciones interesadas de la realidad. No observar las sociedades que uno cubre desde los barrios ricos donde viven los corresponsales, los buenos restaurantes donde comen y los clubes donde juegan tenis o golf. Hay que establecer un vínculo con el otro lado, el mayoritario y opaco, (the wrong side of the tracks como dicen en Estados Unidos, , atravesar el túnel Rebouças como dicen en Río de Janeiro).

Es fundamental saber trabajar en equipo. Nuestra obra es colectiva y nuestro trabajo cotidiano, anónimo y perecedero. Nuestro éxito es el éxito de la AFP, el de nuestro servicio, el del tipo de periodismo que practicamos, que es lo que perdura

Medio siglo de servicio español AFP

El servicio español, tal como lo conocen ustedes hoy, es una combinación de conquistas de colegas del servicio que ganaron su lugar en la agencia y en los medios de lengua española, y del dinamismo y apertura de la AFP, que supo evolucionar de una agencia francesa de noticias hacia una agencia multicultural moderna, dándole un gran espacio al inglés y su lugar al español, incorporando los aportes del periodismo anglosajón, y altos estándares de calidad en la foto, y ahora en video y videografía.

El servicio español fue fundado en 1960 como una mesa de traducción. En sus orígenes estuvo integrado fundamentalmente por emigrados españoles, algunos refugiados de la guerra civil, y pocos latinoamericanos, en una época en que la AFP se ganó un lugar privilegiado durante la guerra fría, por su cobertura independiente de los dos superpoderes, y con la ventaja comparativa de tener burós en Pekín, Hanoi y La Habana.

Diez años después, en la década del 70, un ex director del buró de Buenos Aires pasó a dirigir el servicio y llevó a París a un grupo de periodistas de Argentina, donde se hacía por entonces el mejor periodismo en español, para dinamizar el servicio y competir con la UPI, que había crecido mucho en América Latina con su periodismo de impacto.

En la década del 80 la agencia comienza a regionalizar sus servicios con gran éxito, sobre todo en Asia, con su sede en Hong Kong. En 1994, la dirección resuelve crear la última región, América Latina … pero en Estados Unidos. El desk se declaró en huelga contra el plan y la manera como se pensaba implementar desde el servicio, lo que terminó arrastrando al resto de la agencia y se saldó con la caída de la dirección. La nueva dirección propuso fundar la sede regional en América Latina, manteniendo el desk de Paris y creando otro en Montevideo, así como varios nuevos puestos de producción en Europa, Estados Unidos y América Latina.

Tras tres años de empantanamiento, el servicio aprobó finalmente la propuesta de la dirección. Fue el gran salto adelante. La región América Latina se fundó en 1997, y en diciembre se empezó a validar los despachos también desde aquí. Los últimos 15 años fueron de crecimiento constante del servicio. Llegó la foto a Montevideo, se multiplicaron los puestos de producción, se crearon los puestos regionales, multimedia nació en 1999 integrado al desk, llegó infografía y video.

La mayoría de edad

La calidad de la cobertura de América Latina experimentó una gran mejoría. Llegó una nueva generación de periodistas bien formados. Los productores de lengua española se integraron a los equipos multilingües de cobertura de la agencia y se ganaron el respeto de sus colegas. Nuestros periodistas accedieron a puestos de dirección en la región y en la sede de Paris.

La región América Latina supo adaptarse, con recursos limitados y mucho esfuerzo, dinamismo y creatividad, a los nuevos productos y soportes. Hoy cuenta con un equipo de redacción de excelente nivel.

Frenos

Sin embargo, aún subsiste un freno al pleno desarrollo del servicio: el coto cerrado para periodistas con estatuto de sede de ciertas corresponsalías y cargos de responsabilidad. El único criterio que debe primar es el de la competencia profesional para acceder a todos los puestos.

Tareas pendientes

El servicio debe obtener los medios para cubrir y servir a la comunidad hispana de Estados Unidos y Puerto Rico, la segunda poblacion en tamaño después de México. Hay que crear la corresponsalía en español en Asia, en Hong Kong o en Pekin.

El texto, columna vertebral de la información

En la era de internet, del furor por la imagen y las redes sociales, el texto sigue siendo la columna vertebral de la información. La palabra escrita, la información de calidad, es lo que permite conceptualizar, razonar. Hoy en día, algunos tienden a darle más importancia a la ilustración que al texto, al entretenimiento que al razonamiento. Piensan que el hilo, es como lo indicaría su nombre, un arcaísmo telegráfico.

Al público también hay que darle lo que le gusta, pero sin perder de vista nuestra misión. El entretenimiento de masas, el deporte, los nuevos estilos de vida, son fenómenos de sociedad que hay que entender y explicar, con análisis, enfoques, contexto y perspectiva.

La gran innovación en los vehículos de la información, portales, sitios web, twitter, blogs, Facebook, no deben hacernos perder el norte, que es la información fidedigna y de calidad, para que nuestros lectores puedan pensar su época.

La principal tarea del redactor jefe es precisamente velar por la fiabilidad y la calidad de la información, en estrecho contacto con los jefes de redacción de las oficinas. Es el responsable último de lo que publicamos y debe estar pendiente de la copia e intervenir, dirigir la cobertura de las breaking news, de los runnings, de la calidad de las notas centrales.

La cobertura de América Latina se realiza en español. Quien sabe cómo funcionan los puestos y las grandes coberturas, sabe que los directores franceses y los enviados anglos o francos, dependen fundamentalmente de la cobertura en español. El desk portugués más aún. Por lo tanto, el redactor jefe debe asegurar que la producción en español sea de la mejor calidad, esa es su principal tarea.

Y debe ser redaccionalmente activo, meter las manos en la masa, ajustar la cobertura con los jefes de redacción y operar como su principal apoyo y guía, y la edición es un arma clave con que cuenta el redactor jefe, porque ajusta los ángulos, le da coherencia de la cobertura y también es didáctica.

Soy partidario de los jefes locomotora, que arrastran, energizan, crean una dinámica de trabajo, enseñan.

El redactor jefe de América Latina cuenta con el apoyo de los francófonos de Montevideo para la cobertura en francés, y de jefes muy competentes en foto, video, multimedia, para coordinar los productos. El buen jefe prioriza, jerarquiza sus esfuerzos, y sabe que quien mucho abarca poco aprieta.

Lo que ustedes tienen entre manos:

Queda en sus manos la mejor herramienta en español de información y reflexión sobre la actualidad, en tiempo real. Nuestro servicio es el más completo y el de mejor calidad de las cuatro principales agencias con servicios en castellano, elaborado en un pie de igualdad por latinoamericanos y españoles.
Para mantenerlo, es fundamental para los productores el trabajo de búsqueda permanente del acceso a las fuentes, la creatividad en la selección de los protagonistas de nuestros reportajes, conectarse con los mejores analistas, hacer los deberes de sus coberturas, estudiar las sociedades que cubren. Y los editores deben dominar los temas sobre los que trabajan.
Quiero agradecerles a todos ustedes y a los que están en América y Europa por haberme soportado tantos años, por lo que aprendí con ustedes, por la aventura apasionante que compartimos en la cobertura de estas casi cuatro décadas llenas de vicisitudes y transformaciones radicales, y en la construcción de este querido servicio en la mejor agencia.
Agradezco a la AFP por su cultura periodística, su sentido de la historia, el respeto al trabajo de sus periodistas, su ingenio, creatividad y apertura. Le agradezco por haber permitido el desarrollo de este servicio, por haber confiado en los hispanos, y en lo que me es personal, por haberme dado la oportunidad de tener el trabajo de mis sueños.

A este respecto, quiero agradecerle a un colega con quien compartimos muchos años de trabajo, en gran sintonía, y que ha hecho una gran contribución a este servicio, con su competencia profesional, solidez de conocimientos, curiosidad intelectual y sentido pedagógico: muchas gracias Jorge, Jorge Svartzman.

Les deseo a todos mucho éxito, a María, en la conducción de la mesa y en el interinato de mi cargo, con el talento que ha demostrado y la pasión que tiene por este servicio, a Juliette, con su difícil tarea en estas épocas turbulentas para la prensa, de conseguir los medios para que este servicio crezca y prospere. Les deseo grandes éxitos en la cobertura del Mundial y de los Juegos Olímpicos.

Gracias y un abrazo.

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