(Para Debora Growald, una inspiración su búsqueda de la excelencia en las artes. Sus cuatro abuelos fueron asesinados en la Shoah. Su padre y su madre, siendo niños, partieron solos de sus ciudades natales, Berlin y Viena, en los Kindertrasnsport. Terminada la guerra, abandonaron Londres y vivieron toda su vida en Sao Paulo, Brasil, donde nació Debora y sus hermanos).
La alianza concluida por los judios con su dios Yahveh es el origen del monoteísmo, que será universalizado primero por los cristianos y después por los musulmanes.
Esta alianza y sus consecuencias fue registrada por los judios en su texto sagrado, el Antiguo Testamento de la Biblia, compuesto por 39 libros. Según la leyenda judia, esta alianza fue concluida al inicio del segundo milenio AC por Yahveh y el patriarca Abraham, de quien descendieron los judios por su esposa Sara y los árabes por su concubina Hagar. Yahveh le prometio a Abraham la tierra de Canaan (Fenicia), pare él y sus descendientes. Abraham se comprometió a que Yahveh seria el único dios de Canaan y que él y su pueblo lo obedecerían, esencia del judaismo. Esta obediencia quedó de manifiesto cuando Yahveh ordenó a Abraham sacrificar a su hijo preferido, Isaac. Abraham se dispuso a hacerlo y Yavheh lo detuvo a ultimo momento. Como rubrica de esta Alianza, Abraham se circuncidó y se comprometió a que sus descendientes varones también lo harían.
La alianza fue renovada en varias oportunidades, pero el nacimiento de la religión propiamente dicha se produjo unos ocho siglos después, cuando Yahveh pidió a Moises que liderara la fuga de los judios de Egipto y los condujera a Canaan. No existe ningún registro histórico que compruebe esta leyenda. En el Monte Sinaí le hizo entrega de la Ley, incluido el Decálogo, los 10 mandamientos. Los judios se comprometieron a obedecer estrictamente la Ley de Yahveh, con sus 630 obligaciones y prohibiciones. La historia de los judios será la historia de esta relación tempestuosa, jalonada por las desobediencias de los judios y los terribles castigos que les aplica Yahveh, seguidos reiteradamente de su perdón y la reconciliación.
Los cinco primeros libros de la Biblia, el Pentateuco, constituyen la Ley, o la Torah. El primero, el Génesis relata el origen de la humanidad con la creación del universo y de Adan y Eva y su descendencia, es la época de los patriarcas. El segundo, el Exodo, relata la huida de Egipto, la permanencia en el desierto y la entrega de la Ley. El tercero el Levítico contiene las obligaciones y las prohibiciones rituales de los judios. El cuarto, los Números, relata la conquista de Canaan y el reparto de su territorio, Israel y Judea, entre 12 de las 13 tribus descendientes de Abraham; la decimotercera, la de Levi, no tiene territorio porque es la encargada de la religión. El quinto, el Deuteronimo, contiene los últimos discursos de Moises antes de la entrada en Canaan y de su muerte, y sintetiza la Ley.
Aunque los religiosos atribuyen a Moises la redacción del Pentateuco, existe un consenso de que no fue una única persona la autora de estos textos, redactados en época muy posterior. Según Isaac Asimov, la huida de Egipto y la llegada a Canaan se habría producido en torno al 1200 aC. El cautiverio judio en Egipto no figura en ninguna fuente histórica egipcia ni de otro origen. El único relato al respecto es el de la Biblia.
El Levítico contiene todos los mandamientos y prohibiciones en relación a rituales, sacrificios, sacerdocio, actividades y cosas limpias o sucias, que los judios deben respetar para estar en comunión con Yaveh, y también para diferenciarse de otras tribus y pueblos.
La Ley prohibe los Idolos, estatuas o pinturas que representen seres humanos o animales a través de los cuales se pueden infiltrar dioses de otros pueblos. Esta prohibido comer carne de cerdo y de otros animales “sucios”, comer productos elaborados con sangre, comer carne de animales que no fueron carneados sangrándolos aun vivos, o que fueron sacrificados a Idolos, etc. Impurezas en la ropa y las paredes, fluidos sucios como la menstruación.
El pecado contra Yahveh puede ser colectivo o individual, el primero solo podia ser lavado por el sumo sacerdote mientras existió el Templo; ademas, una vez al año, conmemorando el Exodo, se celebra el Gran Perdón (Yon Kipur), cuando se enviaba al desierto un chivo expiatorio que lavaba los pecados de Israel. Individualmente, los pecados se lavaban con ritos de Purificación.
El Deteuronimo es como un manual de la Ley y dice que los reyes deben tener copia y observarlo estrictamente. Según Isaac Asimov en su “Guide to the Bible”, este es el único libro escrito antes del cautiverio en Babilonia, en el siglo VI ac. Habría sido escrito en 621 ac por los sacerdotes para imponer definitivamente a un rey débil, Josiah, la religión de Yahve. Hasta entonces el “Yahvismo” como lo llama Asimov, había sido una secta minoritaria entre los judios, a menudo perseguida, que llegó a correr peligro de desaparecer. El rey Josiah lo reformó y lo convirtió en la religión oficial en Judea.
Abraham
Abraham es el principal patriarca del Genesis, el que concluyó la Alianza de los judios con Yahveh.
El Genesis dice que los judios descienden de Abraham y de su esposa Sarah, física y espiritualmente. Y que los árabes descienden de Abraham y de la sirvienta de Sarah, Hagar. Por lo tanto los musulmanes son herederos de su legado espiritual. Los cristianos también rinden culto a Abraham.
Según Azimov, Abraham habría nacido alrededor de 2000 ac en Ur, una ciudad de Sumeria, centro del culto del dios-luna Sin, a orillas del Eufrates.
Junto con su familia, Abraham emigró a Canaan, y cuando allí se produjo una hambruna siguió hacia Egipto, donde hizo fortuna.
Prendado por la belleza de su esposa Sara, el faraón la secuestró. Recuperada Sara, y para evitar nuevos problemas, Abraham regresó a Canaan y se instaló en las proximidades de Hebron.
La gran tristeza de Abraham era que no tenia un hijo varón. Yahveh le prometio que lo tendría, y que su descendencia tendría la tierra de Canaan. Por sugerencia de Sara, Abraham tomó como concubina a su sirvienta, Hagar, con la que tuvo un hijo, Ismael. Para agradecerle a Yahveh, Abraham le dijo que él será el único dios de Canaan y que el y su pueblo lo obedecerían en todo. Para rubricar ese acuerdo, Abraham se comprometió a que él y sus descendientes varones serian circuncidados.
Según Azimov, la circuncision no era practicada en la región del Tigris y el Eufrates, ni entre los filisteos, enemigos de los judios que ocupaban la costa de Canaan. Era practicada por los egipcios y los cananeos (fenicios).
Finalmente, Abraham tuvo un hijo varón con Sara, Isaac. Sara exigió que Hagar y su hijo Ismael fueran expulsados. Según la Biblia, los dos quedaron vagando por las desoladas tierras de Beersheba, al sur de Judea.
La obediencia de Abraham a Yahveh quedó de manifiesto cuando se mostró dispuesto a sacrificar a Isaac por orden suya. A ultimo minuto Abraham fue detenido por orden de Yahve, y en lugar de Isaac sacrificó a una cabra. Según la leyenda, Isaac iba a ser sacrificado en el mismo lugar donde después se erigió el templo de Salomon.
Los Cananeos (fenicios) sacrificaban a su primer hijo al dios Moloch. Aunque algunos reyes judios después lo hicieron, Abraham apartó así a los judios de los sacrificios humanos. La ley mosaica los prohibió.
Según la leyenda, Abraham y Sara están enterrados en Hebron. Ismael y Agar en La Meca.
Isaac se casó con una aramea, Rebecca. Su hijo Jacob tuvo dos esposas, Leah y Raquel, primas hermanas suyas. Jacob tuvo 12 hijos, que encabezarían las 13 tribus de Israel. Uno de ellos tuvo dos hijos cabeza de tribu.
Uno de ellos, Jose, después de un conflicto con sus hermanos que lo vendieron a unos comerciantes egipcios, obtuvo una posición de poder en Egipto. Jose instaló a su padre Jacob y a sus hermanos en Egipto con toda su parentela. Los judios emigraron entonces a Egipto, donde en el correr de los siglos su situación se degradó, primero fueron discriminados, terminaron siendo esclavizados. Alrededor del 1.200, Moises liberó a los judios de Egipto y los llevó de regreso a Canaan.
Jueces y Reyes
Las tribus judias primero fueron gobernadas por jueces, y luego en el marco de las guerras con sus vecinos, nació el reino de Israel. El primer rey, impulsado por el sacerdote Samuel, fue Saul, ungido en 1028 ac. En esta época surgen bandas de profetas, que entraban en transe y pronunciaban oráculos. Eran “Yahvistas” y a menudo se enfrentaron a los reyes. Aparecen dos regiones claramente diferenciadas: Israel en el norte, donde estaban las ricas ciudades cananeas y por lo tanto donde se sentía mas la influencia de su religión y cultura. Judea en el sur, mas rústica, era una zona fronteriza de Israel, con el que compartía cultura e idioma.
Samuel rompió con Saul por discrepancias por sus alianzas con pueblos vecinos, y buscó un candidato para rey en Judea. Los religiosos eran aislacionistas para evitar contaminaciones religiosas. Samuel escogió al joven David. Después de varios avatares, David fue perseguido por Saul, quien descubrió que estaba escondido en una ciudad donde lo protegían los sacerdotes. Saul mandó matar a 85 sacerdotes y destruyó la ciudad. David lanzó una guerra de guerrillas contra Saul. Este murió en 1012 en una batalla contra los filisteos, aliados de David. Este fue ungido rey de Judea, en Hebron.
En 1006 David fue ungido rey de Israel, ahora unificado con Judea e instaló su capital en Jerusalen, en la frontera con la tribu de Benjamin y hasta entonces ciudad cananea, donde construyó su palacio. Unificó el ritual religioso entre Israel y Judea y consagró a Jerusalen como centro religioso, por delante de los santuarios israelitas. Con su general Joab, David extendió su reino hacia el norte hasta el Eufrates, la mayor extensión que tuvo Israel en su historia. Su hijo Salomon le sucedió en 973 y construyó el Templo.
En 933 murió Salomon y el reino se dividió y nunca más se unió. El hijo de Salomon, Rehoboam, fue ungido rey de Judea e Israel, pero las 10 tribus de Israel se rebelaron y ungieron a Jeroboam como rey de Israel, que se separó de Judea. Jeroboam adoptó medidas para diferenciar las religiones, creó santuarios en las fronteras donde los israelitas debían hacer sus sacrificios y adoptó al toro como símbolo de prosperidad. Samaria se convirtió en la capital de Israel.
Destrucción de Israel y de judea
En 725 el rey asirio Shalmaneser V sitió durante tres años Samaria, entonces capital de Israel. Tras su muerte, le sucedió Sargon II, que tomó Samaria en 722 y puso fin al reino de Israel, que nunca resurgió. Se produjo la deportación de la elite de Israel hacia otras zonas del imperio Asirio. 27.000 israelitas fueron deportados, de los cuales nunca más se supo. Asi desaparecieron 10 de las 13 tribus de Israel.
Miles de pobladores fueron llevados de otras partes del imperio asirio a Israel que pasaría a llamarse Samaria. Los recién llegados fueron convertidos al Yahvismo, pero nunca fueron aceptados por los judios, que consideraron que incurrían en numerosos errores. Nunca se reconciliaron.
Mientras tanto, el Yahvismo se implantó firmemente en Judea en el reinado de Josiah, con el Libro del Deuteronimo elaborado por los sacerdotes en 650 ac. Todo rastro de idolatría fue erradicado.
El rey caldeo de Babilonia, Nabuconossor, derrotó al imperio Asirio. En 597 sitio a la rebelde Jerusalén, la tomó, la saqueó, y llevó a 10.000 miembros de la elite a Babilonia, 125 años después de la deportación de los israelitas. Zedekiah, el 25 rey de la dinastía davidica, se rebeló nuevamente en 586, Jerusalen fue sitiada otra vez, durante un año y medio. Zedekiah fue capturado y cegado, sus hijos ejecutados, y nuevas deportaciones despoblaron a Judea. Poblaciones de otra ciudad conquistada y destruida, Susa en Elam, y de otros lugares, fueron llevados a Judea. El reino de Judea llegó a su fin y el templo fue destruido. Las tres tribus de Judea, Juda, Benjamin y Levi, a diferencia de las 10 tribus israelitas, no se asimilaron. El Exilio en Babilonia duro 48 años. Una importante comunidad judia permaneció en la ciudad y prosperó.
La moneda fue inventada por Craso, rey de Lidia, en 550 AC, 12 años antes del regreso de los judios a Jerusalen, pero se extendió rápidamente por el Medio Oriente. Ya los judios en Babilonia se habían lanzado a los negocios con los babilonios por medio del trueque, aprovechando su solidaridad etnico-rligiosa asi como su conducta unificada hacia los no judios. Con la llegada de la moneda, la comunidad que permaneció en Babilonia no solo inauguró la Diáspora, sino que inició lo que seria su actividad principal en diaspora, la intermediación financiera y los prestamos a interés. Las autoridades religiosas judías reglamentaban las practicas económicas entre judios y no judios. Así el préstamo a interés estaba prohibido entre judios, y autorizado con los no judios.
Si bien el préstamo a interés y la intermediación financiera alimentarían al antisemitismo en Occidente, Jacques Attali en su libro Los Judios, el Dinero y el Mundo, sostiene que estas actividades fueron una contribución de los judios a la economía mercantil primero y al capitalismo después. Segun Attali, la tradición judia sostiene que la comunidad solo puede prosperar si contribuye a la prosperidad de los pueblos con los que conviven. El judaísmo considera que el enriquecimiento es una vía hacia Yahveh, y está estrictamente regulado el porcentaje de las ganancias que se debe donar a caridad intracomunitaria.
Yaveh Dios único y universal
Durante el Exilio en Babilonia, en el siglo VI AC, la segunda parte del libro atribuido al profeta Isaias, el Deutero o Segundo Isaias, proclama el monoteísmo judio con vocación universal.
“Soy el primero y el ultimo, excepto yo no hay dioses” (44:6; 45:18-22). “Soy Dios sin igual, Dios que no tiene parecido (46:9). “Volveos hacia mí para ser salvados, todos los confines de la tierra, porque soy Dios sin igual” (45:22; etc).
Asimov afirma que el Segundo Isaias se aleja claramente del henoteismo (cada pueblo con su propio dios). El henoteismo es una especie de democracia entre los dioses, según Asimov. Cada uno tiene su pueblo hasta que aparece un dios más poderoso, cuyos seguidores lo imponen, desplazando a su predecesor. El henoteismo era la religiosidad que precedió al monoteísmo.
En el Genesis, Azimov destaca que Elohim, otro nombre de dios, en hebreo, está en plural. Es decir que la creación es obra de varios dioses. La primacía de Yahveh entre los judios, impulsada por el partido de los profetas, demoró siglos en afirmarse. Tuvo que enfrentar dioses vecinos y rivales, y a sus propios reyes, a menudo en conflictos de poder con los grandes sacerdotes, que más de una vez masacraron a los profetas.
No es casualidad que el universalismo judio haya nacido en el Exilio, dado que Yahveh estuvo separado de su territorio, hubo que adorarlo en tierra extranjera donde imperaban otros dioses. Destruido el Templo, el judaísmo se centró en sus textos sagrados, que en Babilonia fueron “reducidos a la escritura”, como dice Asimov.
El único efímero antecedente monoteista fue el impulsado por el faraón Amenofis o Amenhotep IV nacido entre 1371 y 1365 AC, que realizó la gran reforma religiosa del Nuevo Reino en Egipto con el culto exclusivo de Aton-Ra, el sol. Cambió su propio nombre por Akhenaton y se casó con Nefertiti. La reforma religiosa fue acompañada de una reforma artística. La casta sacerdotal la derrotó. Akhenaton murió entre 1338-1337, un siglo antes de que Moises liderara la fuga de los judios de Egipto. Azimov se interroga, ¿quién copió a quién?
El libro de Isaias es el preferido de los cristianos, porque consideran que anuncia la llegada del “servidor sufriente” de Yahve, para ellos Cristo, el rey mesiánico, el ungido o mesias, que debía descender del linaje del rey David. Para los judios el servidor sufriente son ellos mismos.
Su autor no puede haber sido Isaias, quien vivió en el siglo VIII AC, y el libro es del s. VI a.c El Deutero Isaias anuncia también una nueva época, la destrucción de Babilonia por Ciro II el Grande, fundador del imperio persa, la liberación de los exiliados, la reunión en Jerusalén de todos los dispersados, la conversión de las naciones a Yaveh y el repudio de sus antiguos dioses.
Nacimiento de la religion judia, regreso a jerusalen
El judaísmo tomó su forma definitiva en el siglo VI ac, durante el exilio en Babilonia. Los sacerdote y escribas redactaron las viejas tradiciones y codificaron la Ley. Azimov dice que después del exilio en Babilonia, que duró unas cuatro décadas, nació la religión judía.
El regreso a Judea se produjo en -538 AC. Se reconstruyó el Templo, que fue consagrado en -516 AC, 70 años después de la destrucción del primer Templo, finalizado en -957 aC y destruido en -586/87 ac. Jerusalen pasa a ser para los judios el centro del mundo, donde se obtiene la salvación.
Solo la mitad de los desterrados a Babilonia regresó. Una próspera comunidad se mantuvo en Babilonia bajo los persas, que inauguraron dos siglos de paz. Esta comunidad financió el retorno a Judea, la reconstrucción de las murallas de Jerusalén y el nuevo Templo. Nació la Diáspora.
Los judios prosiguieron la reforma legalista iniciada en Babilonia. Se impuso la circuncision, el shabat, las prescripciones rituales del levitico, lo que ritualizó las funciones de la vida y el comportamiento social. De esta manera se aseguró la separación de los judios de los otros pueblos, la afirmación de una identidad diferente para evitar la asimilación. Ademas, la comunidad fue organizada eficazmente, bajo la autoridad absoluta de la Ley (la Torah). La obediencia de la Torah y la pureza ritual de Israel era la base de su relación con Yahveh, constantemente amenazada por los pecados de su pueblo. El sacerdocio era la única autoridad susceptible de vigilar la aplicación de la ley.
En el siglo V ac se acentúa la segregación étnica. Se proscriben los sacerdotes casados con mujeres no judías. Luego se disuelven los casamientos mixtos entre la población. Aparece el carácter sagrado de la escritura. La Biblia cuenta que cuando el poderoso escriba Ezra llegó a Jerusalén después de la reconstrucción del Templo, descubrió que muchos de los regresados se habían casado con la población mezclada de Judea. Horrorizado, Ezra obtuvo la disolución de esos matrimonios y la expulsión de las esposas y de los hijos. Ezra dirigió la reforma religiosa y a partir de esta época los libros del Pentateuco estaban por escrito así como los comentarios. No había manera de desviarse de la Ley.
Simon Ben Laqish, en el siglo III AC afirma que la existencia del mundo depende del hecho de que Israel acepte la Torah, si no volvería el caos.
Judea se enriqueció al convertirse en el emporio comercial del Mediterráneo oriental, entre Egipto, Asia Menor y Mesopotamia, bajo soberanía persa. Dario construyó un canal entre el mar Rojo y el Nilo, que se transformó en una importante vía comercial.
La amenaza del helenismo
La conquista por Alejandro del imperio persa y el triunfo de la civilización helenista se convirtió en una formidable amenaza a la identidad judía. A la muerte de Alejandro en 323 ac, su imperio se dividió entre sus comandantes. Seleuco asumió el poder en Siria, Mesopotamia y Persia, Ptolomeo en Egipto, Cirene y Palestina.
La civilización helenista se impuso en todo el Medio Oriente, Asia Menor y Egipto. En Judea aumentaron las tensiones entre nacionalistas y universalistas judios.
Alejandria, puerto del Mediterráneo fundado por Alejandro en el Delta del Nilo, fue la capital de los ptolomeos. Se convirtió en la nueva metrópoli económica y cultural de la región. De sus 300.000 habitantes, la mitad eran judios. Grandes comunidades judías vivían tambien en Elefantina (una isla en el Nilo fronteriza con Nubia) y Cirene (actual Libia). El judaísmo se proyectó en el mundo griego. La Biblia fue traducida al griego en Alejandria por setenta sabios judios convocados por Ptolomeo Filadelfo, dado que cada vez más judios solo entendían el griego.
En 198 ac el seleucida Antioco III derrotó a Egipto y pasó a controlar Judea. Los romanos lo derrotaron en Pergamo y le impusieron una pesada indemnización. Antioco entonces saqueó templos en su reino. En una ciudad, la población indignada lo asesinó. Le sucedió su hijo Antioco IV.
Una parte de la población de Judea se helenizó, sobre todo los que tenian acceso a la cultura, la clase sacerdotal, la aristocracia. Asimov relata que un gran sacerdote obtuvo la licencia para fundar un gimnasio en Jerusalen. Dado que los griegos entrenaban desnudos, entre los jóvenes aristócratas judios se impuso la moda de usar prepucios artificiales.
El escriba Ben Sira (190-175 a.c.) se eleva contra la ideología secular del helenismo en defensa de la pureza de la Ley. La sabiduría es el regalo exclusivo que Dios le hizo a Israel (la Torah). Los enemigos de la sabiduría son los apostatas y los libertinos helenofilos. Ruega por la liberación de Israel de las “naciones extranjeras”. (Eclesiástico).
El impacto del helenismo suavizó el rigor de la ley. “Ve, come tu pan en la alegría y bebe de buen corazón tu vino… Toma la vida con la mujer que amas… porque es tu parte… Todo lo que quieras emprender, hazlo todo lo que puedas, porque no hay ni obras, ni cuentas, ni saber, ni sabiduría en el Sheol hacia el que vas”. (Eclesiastes 5:17). Lutero retomara esta actitud de gozar de la obra de Dios, y al igual que Paulo de Tarso, rechaza a las obras, es decir la caridad como via de salvación.
En esa época, marcada por la primera globalización, se produjo un gran crecimiento de la diáspora judía en el Mediterráneo oriental, no solo por la emigración sino también por las conversiones debidas a la propaganda misionera. El judaísmo se estaba convirtiendo en una religión universal.
Según Attali, el antijudaismo fue primero griego antes de que cristiano. Las comunidades griega y judía mantenían duros enfrentamientos en Alejandría, y en otras ciudades griegas de Chipre y Asia Menor. Attali afirma que los griegos heredaron el antijudaismo de los egipcios.
Antioco IV derrotó a Egipto dos veces en 170 y 168 ac. En esta ultima oportunidad, los romanos, que ya se proyectaban como el poder dominante en la región, le impidieron ocupar el país y saquearlo. En su retirada, Antiocus IV saqueó Jerusalen y profanó el templo. Robó el altar de oro y sus otros tesoros. Después adoptó medidas represivas para helenizar forzosamente a los judios, con apoyo de una parte de la población.
En 167 a.c. abrogó la Torah y convirtió al templo de Jerusalen en santuario sincrético, con una gran estatua de Zeus Olympus identificado con el Baal fenicio. Prohibió bajo pena de muerte observar el Shabat y las fiestas religiosas, la practica de la circuncisión y la posesión de libros bíblicos y de la Torah.
Rebelión de los Macabeos
Un sacerdote Mattathias, perteneciente a la familia de los Hasmoneos, dio la señal de la rebelión armada inmediatamente, en 167 a.c., apoyado por los hassidim (los piadosos). Su hijo Judas Macabeo lo sucedió y fue un gran general. En -164 ocupó el Templo, lo purificó y lo volvió a consagrar, restauró el culto. Fue adoptada la fiesta de Hanukkah para celebrarlo. Judas murió en 160 a.c. en una batalla contra los seleucidas y los judios helenizados, 7 años después de que su padre iniciara la rebelión. Lo fueron sucediendo sus otros hermanos.
Siguió la lucha por la independencia política, que obtuvieron en -142 ac, 25 años después de iniciada la rebelión. El rey seleucida Demetrio II concedió la independencia y cedió Samaria y Galilea a Simon Macabeo, el tercer hermano, gran sacerdote y jefe de Judea. El hijo de Simon, Juan Hyrcanus, inicio un periodo de prosperidad de medio siglo en Judea. Reinó hasta su muerte en 104 ac, impuso el judaísmo a su eterno rival meridional Idumenea, tierra de los edomitas. Su hijo adoptó el titulo de rey de Judea. Comenzó el periodo de mayor poder y esplendor de Judea.
Según Mircea Eliade, la reacción contra el sacrilegio de Antiochus condujo a la “fijación en la Torah”, lo que impidió que el judaísmo se desarrollase como una religión universal.
Escritos apocalipticos
El trauma de Antiochus y la guerra de los Macabeos dio lugar a los Escritos apocalípticos de los puros o Hassidim, que llamaban al respeto estricto de la Ley y proclamaban la urgencia del arrepentimiento. Anunciaban el fin del mundo y la resurrección de los muertos. El cristianismo se inscribirá en esta corriente.
El profeta Daniel es un precursor apocalíptico en los siglos VII y VI. El Juicio final se desarrollara ante un “anciano”. Los pecadores destinados al horno de la “Gehenne” y los virtuosos recompensados en el “Paraiso de Las Delicias”. Daniel asiste al descenso del cielo de un ser “como un Hijo del Hombre”. En Daniel y Henoch, Dios es la figura central, el mal es engendrado por la desobediencia de los hombres.
Posteriormente, en la literatura apocalíptica aparecen las fuerzas del mal comandadas por Satan. Los primeros en nombrarlo fueron Job y Zacharias. Lo presentaban como un personaje perteneciente a la corte celeste de Yahve. Era el “enemigo” porque era el personaje celeste hostil al hombre.
Después, Satan pasa a encarnar el principio del mal, se convierte en el adversario de Dios. Pablo de Tarso designa a Satan como el dios de este mundo (II Corintios, 4:4).
Surgen dos grupos derivados de los hassidim, los fariseos y los esenios, que cuestionan la riqueza y los privilegios de los sacerdotes de la elite dominante, los saduceos. Los Fariseos elevaron la Torah al rango de una realidad absoluta y eterna así como la ley oral, modelo ejemplar de la creación. Los esenios vivían en comunidad en el desierto y practicaban el ascetismo. Los saduceos solo se atenían a ley escrita, no aceptaban la tradición oral de la Mishna y la Gemara, y negaban la resurrección.
Pompeyo toma Jerusalén
Amenazados por sus poderosos vecinos alejandrinos, los hasmaneos, enfrentados entre si en sucesivas guerras civiles en las que intervenían sus poderoso vecinos, pidieron en varias oportunidades la protección romana. La ultima lucha dinástica entre dos hermanos, Hircan II y Aristóbulo II, abrió las puertas a un cambio de época: fin de la independencia de Judea, inicio de la dominación romana y nacimiento del cristianismo.
Un gobernador de la provincia de Idumenea, Antipater, propuso a los hermanos enemigos la mediación de Pompeyo, jefe de las fuerzas romanas en el este del Mediterráneo, con el mandato de combatir a los piratas griegos y enfrentar al rey parto, Mythridates VI.
Pompeyo derrotó al ejercito seleucida y entró a Antioquia en -64 y Jerusalen en -63, tras un sitio de tres meses. Segun Asimov, así finalizó el periodo de mayor poder y esplendor de Judea, que tuvo lugar entre 103 ac y 79 ac, bajo el reino del hasmoneo o macabeo Alexander Jannaeus.
Pompeyo favoreció a Hyrcan II y envió a Aristobulo prisionero a Roma.
El poder pasó en los hechos de Hyrcan II, nombrado gran sacerdote, a Antipater, primero protegido de Pompeyo, y cuando este fue derrotado en la guerra civil se pasó al bando de Cesar. Cuando este fue a su vez asesinado, se pasó primero al de Antonio y luego al de Augusto.
Antipater fue nombrado procurator (administrador) de Judea, transformada en provincia romana, y a su vez designó a sus propios hijos, Herodes gobernador de Galilea y Phasael gobernador de Jerusalen. En -42 Antipater fue asesinado por apoyar a Roma.
Asimov afirma que en esa época Judea adquirió importancia estratégica para los romanos. En 53 ac, poco después de que Judea fuera conquistada por los romanos, estos fueron derrotados por los partos en Carrah, a orillas del rio Balikh, que desemboca en el Eufrates superior (actual frontera de Turquia y Siria). Siete legiones romanas fueron destruidas, la peor derrota romana en el Este hasta entonces. En 40 ac, los partos aprovecharon una guerra civil romana y tomaron varios territorios, incluida Judea. Los judios cooperaron con los partos contra los romanos. Por eso fue nombrado un gobernador romano de Judea que respondía directamente al emperador y al gobernador provincial de Siria, con una guarnición bien armada.
Herodes
En -27, Augusto tomó el poder en Roma y Herodes fue nombrado por el senado romano rey de Judea, bajo soberanía romana.
Sobre esta época escribe el general e historiador judio Josephus. En su libro La guerra de los Judios, en el que expresa su admiración por Antipater y Herodes, relata la enorme riqueza de la que gozaba Judea en aquella época, que contrasta con la imagen que pintan los relatos evangélicos de la Palestina campesina y austera.
Segun Attali, al comenzar el reinado de Augusto hay 6 millones de judios en el imperio romano, casi 10% de la población. En Roma son 50.000 con 15 sinagogas.
Según Josephus, Herodes realizó grandes obras edilicias no solo en Jerusalén y Palestina sino también en ciudades vecinas del Medio Oriente. Josephus dice que en la Pascua de -20, tres millones de peregrinos afluyeron al Templo. Las cifras de Josephus tienden a ser bastante exageradas.
En el decimoquinto año de su reinado, escribe Josephus, Herodes restauró el Templo, aumentó al doble la superficie amurallada. Construyó una gran columnata alrededor de todo el Templo y convirtió en palacio una fortaleza que lo domina al Norte y la llamo Antonia, en honor a Marco Antonio. Construyó su propio palacio en la ciudad elevada, compuesto de dos edificios que por su lujo volvían insignificante al Templo. Edificó un santuario todo de mármol en honor a Cesar cerca de las fuentes del Jordan. Fundó ciudades, la más magnifica fue el puerto de Cesarea, capital de la Palestina romana, que seria habitado por griegos y no por judios. Alli construyó, ademas del puerto “mas grande que el de El Pireo”, un magnifico palacio. Frente al puerto, el templo de Cesar, con una estatua colosal de Cesar, como la de Zeus Olympo. Tambien construyó un teatro, anfiteatro y mercado. Instituyó juegos cuatrianuales, con importantes premios para los tres primeros. Edificó la fortaleza de Herodium en la frontera con Arabia (Petra). Extendió su generosidad a otras ciudades fuera de sus fronteras: gimnasios para Tripoli, Damasco y Ptolemais, murallas para Byblos, pare Berytus y Tiro, foros, columnatas, templos y mercados, teatros para Sidon y Damasco, un acueducto para Laodicea, termas en Ascalon, fuentes magnificas… reconstruyó lujosamente el templo de Apolo tras su incendio en Rodas, pavimentó las calles de Antioquia, e hizo otros regalos mas a un sinnúmero de ciudades.
Herodes murió en el año -4, en ese mismo año o pocos años ante habría nacido Jesus.
Las guerras judías
Palestina fue arrasada por los romanos entre el 67 y el 73. La guerra comenzó cuando un grupo de zelotes, que impulsaban la lucha armada contra los romanos, tomó la fortaleza de Massada y masacró a la guarnición romana. Decenas de miles de judios fueron entonces masacrados en todo el imperio. La comunidad de Antioquia fue exterminada, 53.000 fueron masacrados en Alejandria. Son las primeras masacres masivas que sufren los judios. Los cristianos no toman partido en esta guerra.
Según Josephus, en la guerra murieron 1.197.000 judios, 97.000 prisioneros fueron conducidos a Roma para ser vendidos como esclavos o gladiadores. Dos millones de judios, en su mayoría fariseos, sobrevivieron en Judea y Samaria.
Los romanos saquearon y destruyeron el Templo, una especie de gran banco de la elite sacerdotal con contribuciones de la diáspora manejado por los saduceos. Los romanos transformaron el impuesto que se pagaba para los sacerdotes en fiscus judicum, que los judios debían pagar a Roma.
El historiador Josephus fue un general judio que combatió contra los romanos en la guerra del 67 al 73. Derrotado y sitiado con sus soldados más fieles, decidieron suicidarse, es decir matarse mutua y sucesivamente, para que ninguno se entregase vivo. Josephus se las arregló para formar parte de la ultima pareja de suicidas, convenció a su compañero de no hacerlo y se entregó al comandante romano, Tito, hijo de Vespasiano.
Josephus profetizó a Vespasiano que seria emperador, lo cierto es que no solo le perdonaron la vida, sino que nació una entrañable amistad con Tito y su papa Vespasiano, que lo adoptaron. Por eso su nombre romano de Flavius Josephus Claudius. Los judios lo consideran el peor de los traidores. Su libro, La Guerra de los Judios, apunta a defenderse de esta y otras acusaciones, sin humildad alguna. Afirma que estuvo en contra de esta guerra descabellada desde un inicio. Escribió otros libros, entre los que destaca Antigüedades Judias. Es el único historiador de Judea en el siglo I, los tiempos de Jesus. Sin embargo nunca lo mencionó, aunque si se refirió a Juan el Bautista.
Tras la destrucción del Templo, varios intelectuales judios se reunieron en 90 dc en Jamnia, cerca de Jerusalen, y aprobaron los libros a ser incluidos en la Biblia, dandole su forma definitiva. Tras la destrucción del Templo, el judaísmo se enraizó en los textos sagrados. La Biblia cristiana incorpora otros libros, como Macabeos 1 y 2.
Los judios, sobre todo los mas ricos, emigraron a Egipto, donde ya vivía casi un millón de judios, según Attali, y a Mesopotamia. La violencia estalló entre judios y griegos en Egipto y en Chipre.
Unos 60 años despues de la primera guerra, el emperador Hadriano intentó erradicar el judaísmo. Mandó construir un santuario a Jupiter en el antiguo emplazamiento del Templo, impuso la pena de muerte al delito de circuncisión, el mismo castigo que a la castración. En 130 dc, los judios se rebelaron. La guerra duró 5 años. Fueron derrotados y se les prohibió residir en Jerusalen, acercarse a la ciudad para rezar. Según Dion Cassius, 580.000 judios murieron en la segunda guerra, y de los sobrevivientes una mayoría emigró. Pasaron a ser minoría en Palestina. Se consumó la dispersión de los judios.
Mas de dos millones de judios pasaron del imperio romano al imperio parto en esta época, según Attali. Tras las dos guerras judías con los romanos, la Babilonia parta se convirtió en la capital del judaismo, donde una prospera comunidad vivía desde hacia cinco siglos. Según Attali, los judios eran mayoría en Babilonia y otras importantes ciudades partas, como Seleucia, Nehardea, Nisibis, Mahoza, Isaphan, Susa. Contaban con sus propias instituciones, un Estado dentro del Estado. Siguió siendo así bajo la dominación musulmana, iniciada en el siglo VII.
Esto duró hasta 1100, cuando tras un periodo de guerras civiles, Babilonia fue dominada por tribus turcas islamizadas y el centro de la vida intelectual judia se trasladó a la España musulmana.
Talmud
Ademas del Pentateuco, asimilado a la Torah o la ley escrita, existía la Mishna y la Gemara, ley oral transmitida por repetición, porque estaba prohibido transcribirla. Tras la expulsión de los judios de Jerusalén por Hadriano, el patriarca judio y el sanedrín deciden en Sepphoris en 165 dc poner por escrito la Mishna y la Gemara, por el riesgo que corría de desaparecer.
La Mishna incluye casos concretos de jurisprudencia y comentarios de la Torah por los rabinos, en particular por los fariseos. La Gemara recoge tradiciones judias, folklore, formas de vida. No todos los judios reconocen al Talmud. En el Pentateuco y en los Talmud existen 248 mandamientos y 365 prohibiciones que deben observar los judios.
En 188 ya están redactados 63 tratados sobre seis temas: agricultura, ciclo anual de ceremonias, el matrimonio, el código comercial civil y penal (aquí figuran tres tratados de economia), los servicios del Templo, los rituales de purificación.
Luego fueron escritos los comentarios a la Mishna, o Guemara. Pero todavía falta medio siglo para que sea completada la obra, en Jerusalen y en Babilonia. Se elaboraron dos comentarios de la Mishna, uno se llamó el Talmud de Jerusalén, el otro el Talmud de Babilonia. El Libro se sustituye al Templo, dice Attali.
La relación de Yaveh con su pueblo se basa en estos textos, identidad y segregación nacional y religiosa. Los judios deben obedecer estrictamente la ley de Yahve para perdurar como pueblo, recibir al Mesias al final de los tiempos y reinar sobre el mundo.
Dominación romana y ruptura con los cristianos
Los judios de Palestina y de la diáspora en las ciudades helenizadas del mediterráneo oriental y en las ciudades del Imperio persa, expulsaron a los cristianos de sus comunidades, de sus redes comerciales y de sus sinagogas. Los tacharon de herejes porque habían abandonado la circuncisión y otra obligaciones y prohibiciones de la ley mosaica. .
En la primera epistola a los Tesalonicos, escrita alrededor de 51, Paulo de Tarso se refiere a los judios como “el pueblo que dio muerte al señor Jesus y a los profetas también”. Afirma que sus persecuciones contra los cristianos “los convierte en enemigos de toda la raza humana, porque nos están impidiendo predicar a los paganos e intentar salvarlos. Nunca intentan terminar los pecados que comenzaron, pero por fin están teniendo su merecido y siendo abrumados”.
Pocos años después, en 67, los cristianos no participaron en las guerras judías contra los romanos. Atribuyeron todas las desgracias que cayeron sobre los judios al hecho de que no reconocieron al Mesias. Las profecías de Jesus sobre la destrucción de Jerusalen y del Templo fueron incluidas en los Evangelios después de que ocurrieran, según Asimov y otros historiadores.
Otra gran controversia entre judios y cristianos tuvo que ver con la actitud hacia las buenas obras (la caridad). Los judios establecieron que las buenas obras conducen a la salvación. Y que enriquecerse es bueno, porque es un camino hacia Dios, dado que permite dedicarse al estudio de los textos sagrados y a las buenas obras. Los judios debían donar 5% de sus ganancias para las buenas obras dentro de su comunidad, es decir ayudar a los judios indigentes, enfermos, viudas o huérfanos.
Paulo de Tarso rompe con el mandamiento judio de que es con las buenas obras que se obtiene la salvación. Para Paulo lo que salva es la gracia, que Dios otorga sin necesidad de buenas obras, por Su sola voluntad. Por lo tanto, rompe tambien con las enseñanzas de Jesus, basadas en la tradición de los hassidim, de los esenios, que consideraban pecaminosa a la riqueza. El cristianismo paulino, dirigido a griegos y romanos, no solo acepta la riqueza, sino que considera que las buenas obras no tienen nada que ver con la salvación.
Orígenes, el primer teólogo cristiano, dice que los cristianos sustituyeron a los judios como pueblo elegido.
Cuando en 380 el Imperio romano declaró al cristianismo religión oficial, la vida de los judios se hizo aun mas dura. El código Teodosiano de 435 estableció la discriminacion legal de los judios.
Los teólogos cristianos condenaron la practica judia del préstamo a interés. Lo consideraban como la “fornicacion del dinero”. Los judios prohibían el préstamo a interés entre judios, pero lo autorizaban encuadrado por sus autoridades religiosas para los gentiles.
Bajo el poder cristiano, los judios inicialmente no sufrieron mayores discriminaciones. En particular no podían tener esclavos cristianos.
El pueblo judio estaba alfabetizado, a diferencia de sus contemporáneos, y a menudo era poliglota. El Talmud recomendaba que los judios trabajaran por su cuenta, que no fuesen asalariados de los gentiles. Los lideres religiosos regulaban las actividades económicas que podían o no realizar los judios. También impulsaban el aislamiento de su comunidad. Las disputas entre judios debían resolverse por tribunales judios y no del Estado en el que vivían. La excomunión, es decir la expulsión de la comunidad era como una pena de muerte civil, dada la fortaleza que infundia la comunidad, que permitía a los judios vivir, y muchas veces sobrevivir, en tierra extranjera.
El historiador Peter Heather afirma en su libro Cristiandad, el Triunfo de una Religion, que en la Antigüedad tardía romana y en la temprana Edad Media, la población judia bajo dominación cristiana sufrió discriminaciones limitadas. Que las francas persecuciones y conversiones forzadas fueron raras, salvo en el reino visigodo de España.
Tanto Agustin de Hippona como el papa Gregorio I destacaban el papel crucial asignado al pueblo judio en el Plan Divino para salvar a la humanidad, dado que fue el primer grupo humano que reconoció al Unico Dios Verdadero. Los dos consideraban que su conversión solo podía realizarse por persuasión y que los judios merecían protección legal y tenían derechos básicos a existir y adorar.
En el siglo IX el imperio Franco de Carlomagno atrajo a comunidades judías a sus territorios. Según Attali 40.000 pasaron a residir en Alemania, 30.000 en Francia.
Hacia fines del primer milenio la teología cristiana comenzó a cambiar. Comenzaron las acusaciones de Deicidio, de alianza con el diablo desde inicio de los tiempos. Heather afirma que la expansión económica de la Edad Media central alimentó el antisemitismo.
Le legislación cristiana reforzó la discriminación: no pueden ejercer la mayoría de las profesiones, se les autorizaba el préstamo a interés minorista con prendas, el comercio, y algunos oficios artesanales.
Hacia fines del siglo XI el antisemitismo se enraizó. Cuando partió la primera cruzada, que fue masiva y movilizo a unos 100.000 campesinos y caballeros, grandes pogromos contra los judios se produjeron en la zona del Rhin. En 1096, en las ciudades alemanas, 30.000 judios fueron masacrados, según Attali, las peores masacres desde las perpetradas por los romanos en el siglo I. Según Heather los horrorizados obispos de Mainz, Worms y Speyer dieron refugio a muchos judios en sus palacios episcopales. El antisemitismo se intensificó en el siglo XII.
El cuarto concilio de Letran de 1215 institucionalizó el antisemitismo. Debían diferenciarse en la manera de vestirse, estaban asignados a lugares de residencia. Tenian prohibido aparecer en lugares públicos tres días antes del domingo de Pascua. Comenzaron las cíclicas expulsiones y expropiaciones de comunidades judías por parte de ciudades y reinos cristianos. En 1182 fueron expulsados de Paris y en el siglo XIII de todo el reino de Francia. Inglaterra los expulso en 1290. Se intensificaron los pogromos.
Los judíos en tierra de islam
En los siglos VII y VIII los árabes islamizados conquistaron el imperio persa sasanida, heredero de los partos, y las provincias mas ricas de Bizancio, Mesopotamia, Egipto, Libia y el Magreb. También conquistaron la península Ibérica a los visigodos arrianos.
Los musulmanes respetaron a las religiones del Libro, judios, cristianos, zoroastrianos. Les permitieron organizarse tras sus lideres religiosos, pero debían pagar un par de impuestos suplementarios y no podían practicar en publico su religión. El califa Omar, que conquistó Jerusalen a los bizantinos, entró a la ciudad, también santa para el Islam, como peregrino, y no como guerrero.
Mientras los judios recibieron a los musulmanes en muchos territorios bizantinos como liberadores, y en la España visigoda también, los cristianos fueron percibidos por los musulmanes como quinta columna bizantina.
Los judios, que consideraban a los bizantinos como sus peores enemigos, pasaron a ocupar cargos importantes en la Administracion árabe, consolidaron sus redes comerciales desde la India hasta España, entablaron un dialogo fructífero con intelectuales musulmanes.
La comunidad judia prosperó bajo el califato omeya de Damasco, en las grandes urbes comerciales musulmanas, Babilonia, Alejandria, Antioquia, Aleppo, y participó en la construcción de la brillante civilización de Cordoba, capital del califato omeya de Al Andalus, con musulmanes y cristianos.
Al final del milenio, con la dinastía Abasida, las condiciones de las comunidades judías en el mundo islamico se endureciron, con nuevas discriminaciones. Babilonia decayó y fue sustituida por Bagdad, que rápidamente alcanzó dos millones de habitantes, con una enorme comunidad judía (Attali dice un millón). En Egipto, el Cairo fatimida desplazó a Alejandria, donde la comunidad judía se había reducido sustancialmente. Las ciudades andaluzas se convirtieron en un nuevo polo de atracción.
España: Persecución y expulsión
En 1391 se produjeron los peores pogromos anti judios en España, en los cuales sus casas y sinagogas fueron incendiadas y miles de judios fueron asesinados, u obligados a convertirse al cristianismo. En las dos décadas siguientes, decenas de miles de judios se convirtieron para proteger sus vidas y su patrimonio.
En 1412, la madre de Isabel la Católica, la inglesa Catalina de Lancaster, regente de Castilla y Leon, ordenó a judios cesar todo contacto social o económico con cristianos y recluirse en sus ghettos so pena de muerte o de confiscación de sus propiedades. Catalina cedió así a presiones del papado de Avignon y del fanático dominicano Vicente Ferrer (santificado por la Iglesia). 300.000 judios se convirtieron, “cristianos nuevos” o “marranos”.
La consecuencia de estas leyes fue catastrófica, miles tuvieron que abandonar sus casas y encerrarse en los ghettos, solo podían trabajar en sus comunidades por lo tanto la miseria y el hambre cundían, para colmo todas las noches monjes dominicos descalzos entraban a sus sinagogas para predicarles la conversión. En este periodo también se adoptó la “limpieza de sangre”, un tramite para excluir a los siempre sospechosos conversos de cargos públicos.
Se produjeron enfrentamientos en Sevilla entre Cristianos viejos y nuevos y estos fueron expulsados de Cordoba. Entonces, los Reyes Católicos pidieron al papa que permitiera la instauración de un tribunal de la Inquisición para investigar a los herejes que volvían a la ley de Moises. En 1473 la inquisición investigó una supuesta conspiración marrana en Sevilla. En total unos 2.000 conversos murieron en la hoguera entre 1485 y 1501. Comenzaron dos siglos de persecución de los conversos judios o marranos.
En 1492, los Reyes Católicos firmaron un edicto dandole un ultimátum a los judios, o se convertían o abandonaban España en un plazo de tres meses y 40 días. Acusaban a los judios de querer apartar a los cristianos de su fe.
50.000 judios se convirtieron, y se les llamó marranos. Entre 100.000 y 150.000 prefirieron abandonar España. En las negociaciones para el casamiento de Carlos V con Isabel de Portugal, España forzó a Lisboa a expulsar a sus judios, con la crueldad suplementaria que debían dejar atrás a sus hijos menores de 14 años para que fuesen educados como cristianos. Esta disposición no llego a aplicarse.
La búsqueda de la pureza católica de España empezó por los judios, y anunció ya a los musulmanes la suerte que correrían. Los judios se refugiaron sobre todo en Polonia y el imperio otomano, Constantinopla, Tesalónica. También se instalaron en el norte de Africa, Argel, Túnez, y las ciudades marroquíes. Llamados sefardíes (España en arabe se llamaba Sefar, amarillo, por el azafrán), los judios españoles tenían su propia liturgia y hablaban “ladino” o judeo español.
El antisemitismo de Lutero
El cristianismo profundizó su antisemitismo con Lutero y la reforma protestante del siglo XVI. Lutero, el profeta germano, predicó un antisemitismo radical, propuso la erradicación religiosa y cultural de los judios.
Calificó a los judios de “novias impuras y el peor tipo de putas que ignoraron a los profetas”. “Si un cristiano ve a un judio debe arrojarle caca de chancho y expulsarlo”. Los judios habían sido expulsados de la ciudad de Lutero, Witenberg, en 1304.
Citando a Lutero, el Elector de Sajonia, su protector, ordenó en 1543 que “quien encuentre a un judio debe capturarlo y recibirá la mitad de sus bienes confiscados”.
El programa de Lutero contra los judios fue el siguiente: Las autoridades seculares deben quemar las sinagogas y escuelas, y lo que no queme se debe enterrar para que ni un pedazo pueda verse por toda la eternidad. Las casas de los judios deben ser destruidas y ellos deben ser alojados bajo un mismo techo, como los gitanos. El Talmud y los libros de oración deben ser destruidos y los maestros judios proscritos. Hay que impedirles usar los caminos, prohibir la usura, obligarlos a realizar trabajos corporales. Hay que confiscar el dinero de la usura y usarlo para ayudar a los judios conversos. Para Lutero, los protestantes eran el nuevo pueblo elegido.
La Noruega luterana, en su primera constitución de 1906, prohibió que judios residiesen en su territorio.
Polonia
El único país de Europa que recibió una gran migración de judios a partir del siglo XIV fue Polonia. Los monarcas electos y los magnates terratenientes precisaban de una clase de administradores de tierras, banqueros, artesanos, comerciantes, para desarrollar el país, pero rechazaban el surgimiento de una clase media polaca. Los campesinos polacos eran siervos, atados a la tierra. Attali dice que los judios fueron en Polonia una burguesía de sustitución. Sin embargo, eran propiedad de las ciudades donde residían y no tenían ningún derecho, en particular frente a la todopoderosa policía. Los judios azkenazis provenientes de Alemania, donde las persecuciones aumentaban, afluyeron a Polonia.
Grandes comunidades judias crecieron en Polonia y Lituania, después unidas en un solo estado, y asistieron a los polacos que colonizaron Ucrania, Bielorrusia y Galizia. Hablaban idish una mezcla de alemán y hebreo. Tenían una organización casi estatal dentro del Estado polaco. A fines del siglo XVI había 300.000 judios en Polonia, Lituania y Ucrania. En 1648 ya eran 550.000. Ese año los cosacos del sur de Ucrania se rebelaron contra Polonia y perpetraron la peor masacre de judios hasta entonces en Europa: 100.000 muertos. Los judios huyeron hacia la Polonia propiamente dicha, Moravia, Alemania, Austria, Italia.
En 1768 las tensiones entre artesanos polacos y judios, en un país en crisis profunda, desató pogromos en varias ciudades polacas, en los que 10.000 judios fueron masacrados. Los campesinos ortodoxos ucranianos se rebelaron contra los terratenientes católicos polacos y sus asistentes judios. Decenas de miles fueron masacrados.
En 1772, con la primera división de Polonia, decenas de miles de judios se encontraron por primera vez en el imperio ortodoxo ruso. Otros quedaron en el imperio catolico Austro Húngaro. Con el paso del tiempo, se convirtieron en las dos comunidades judías más grandes del mundo, con 5 millones en Rusia en el siglo XIX y dos millones y medio en Austria Hungria. Los Rusos les asignaron residencia en los antiguos territorios de Polonia, Ucrania y la costa del Mar Negro.
Holanda
Con la independencia de las provincias Unidas de España en 1594, los sefardíes españoles y portugueses afluyeron a la tolerante Amsterdam, una república calvinista, centro del capitalismo naciente. Juan Calvino, el francés que fue el otro gran profeta protestante, reconoció a los judios como precursores del cristianismo.
En 1614 les permitieron practicar públicamente su culto. Los judios participaron como accionistas en las compañías coloniales holandesas. Allí comenzó una de sus actividades más importantes en la Europa capitalista que fue la de financistas, encontrar capitales para financiar empresas comerciales y otras necesidades de los Estados, industriales o militares.
Una pequeña comunidad judía se instaló en 1634 en Recife, conquistado por los holandeses, y abrió la primera sinagoga en America. Derrotados los holandeses, esta comunidad emigró a la Nueva Amsterdam, la futura Nueva York, adquirida por los ingleses de los holandeses a cambio de Surinam.
En 1657, cuando varios hombres de negocios judios comenzaron a ser atraídos por Londres, ya centro capitalista rival, Amsterdam les otorgó la ciudadania para conservarlos.
Estados Unidos
Estados Unidos en 1776 fue el primer país del mundo que brindó a los judios una total igualdad política. En 1795 la nacionalidad estadounidense fue adquirida por 3.000 judios, que residían en su territorio desde hacía 5 años, como estableció la ley de naturalización.
La primera gran emigración judía hacia Estados Unidos se produjo en el siglo XIX, proveniente de Alemania, sobre todo después de las fracasadas revoluciones de 1848. Nacieron grandes bancos y empresas judias.
Revolución Francesa
La revolución francesa de 1789 concedió la ciudadanía a las comunidades judías en su territorio, numerosas sobre todo en Alsacia y Lorena y en el suroeste, pero nunca llegó a instrumentarse. Napoleon fue emancipando a los judios de Europa y acabando con los ghettos a medida que avanzaban sus ejércitos.
Pero después de Waterloo, las monarquias absolutas de la Santa Alianza revirtieron la situación de los judios al statu quo pre revolucionario.
De todas maneras, a lo largo del siglo XIX, una tras otras las comunidades judías fueron siendo emancipadas en Europa Occidental. En Inglaterra, donde a fines del siglo XVIII ya vivían 20.000 judios, recién en 1858 se votó la emancipación total de los judios ingleses
Pogromos y emigración masiva de judíos rusos a EEUU
Los judios en Rusia participaron activamente en la agitación obrera y revolucionaria de finales del siglo XIX. En la Polonia rusa, nació un combativo sindicato y partido judio, el Bund, que dirigió grandes huelgas obreras y participó activamente en la revolución de 1905.
La respuesta rusa fueron los grandes pogromos, que comenzaron en 1881 y se extendieron hasta la revolución de 1905. Decenas de miles de judios fueron masacrados. Los judios rusos desempeñaron un importante papel en el surgimiento del socialismo ruso y varios dirigentes bolcheviques y mencheviques eran judios.
Los pogromos desataron una gran emigración de judios rusos hacia Estados Unidos, sobre todo a Nueva York. Entre 1881 y 1909, un millón y medio de judios rusos emigraron a Estados Unidos.
Cuando triunfó la revolución bolchevique y estalló la guerra civil, librada sobre todo en los territorios anteriormente polacos en la actual Ucrania, y que después de la primera guerra volvieron a pertenecer a Polonia, los ejércitos polacos, rusos blancos (pro zaristas) y nacionalistas ucranianos perpetraron unos dos mil pogromos en los que asesinaron a 100.000 judios. Acusaban a los judios de bolcheviques, dado que varios de sus dirigente eran judios. Terminado el conflicto, 2.500.000 judios quedaban en la Union Sovietica, 1,5 millones en Polonia.
Secularizacion y asimilacion
En los siglos XIX y XX, las clases medias judías de Europa occidental y de Estados Unidos se secularizaron y se asimilaron, inmersos en una civilización capitalista globalizada y triunfante, con sus innovaciones tecnológicas y la revolución del conocimiento.
Aparecieron denominaciones judías reformadas en EEUU y Alemania, que adoptaron el idioma local para el culto, abandonaron la circuncision y las prohibiciones alimenticias. Los casamientos mixtos se hicieron mas frecuentes.
En la Union Sovietica, los judios religiosos sufrieron la misma represión que las otras religiones, ortodoxos, católicos y musulmanes. También fueron víctimas de la estatización del comercio, de lo que hasta entonces vivían. Los comunistas cerraron sus instituciones religiosas y escuelas comunitarias. Secularización forzosa.
El declive del poder de la iglesia católica y del cristianismo en Europa, contribuyó a la liberación de la energía intelectual y económica de las comunidades judías europeas. La banca judía desempeñó un papel muy importante en el desarrollo capitalista en Alemania, Inglaterra, Francia, Estados Unidos. Los judios, siempre a la vanguardia en la confección y después impresión de libros ocuparon un lugar importante en los medios de comunicación, Intelectuales judios triunfaron en las profesiones liberales y en las artes.
Holocausto judío
Este renacimiento económico y cultural judio alimentó el antisemitismo. La Primera gran guerra mundial, las revoluciones rusa y alemana con importante participación judia, la crisis bancaria y económica del año 29, la inflación posterior, contribuyeron al surgimiento de partidos populistas y antisemitas de extrema derecha en toda Europa.
El nacional-socialismo alemán desde el poder llevó adelante el exterminio de los judios de Europa, con la complicidad o en el mejor de los casos la indiferencia, de la mayor parte de los Estados europeos, y de las grandes iglesias cristianas, luterana y católica.
Estados Unidos e Inglaterra se cerraron a la inmigración judia en los años 30, aduciendo la crisis económica y el desempleo.
Los judios polacos y soviéticos fueron masacrados primero, ya en 1941, por los Einsaztgrupen del Ejercito alemán, que seguían el avance de la Wermarcht en el Este, al igual que los comisarios políticos y funcionarios sovieticos.
Tras los Einsaztgrupen en el Este, los alemanes industrializaron el asesinato de los judios en cámaras de gas instaladas en campos de concentración. Hasta 6 millones de judios europeos fueron exterminados.
El país que pagó el precio más alto en vidas fue la URSS. Hasta 36 millones de soviéticos murieron en la guerra, incluidos más de dos millones de judios sovieticos.
Los judios participaron en un pie de igualdad en la guerra contra los alemanes y sus aliados en el ejercito sovietico. Cien generales y 500.000 soldados judios soviéticos combatieron en la guerra. 121 judios sovieticos recibieron el titulo de héroes de la URSS. Judios ingleses y estadounidenses tambien combatieron en sus ejércitos.
Israel
EL holocausto generó en los judios de Europa, asimilados o no, la conciencia de formar parte de una comunidad, como lo dice Stephan Zweig en su libro fundamental para entender el siglo XX, “El Mundo de Ayer”.
“Hacia mucho tiempo que los judios del siglo XX no constituían una comunidad. No tenían una fe común. Sentían su calidad de judios mas como un fardo que como un honor, y no tenían conciencia de ninguna misión a cumplir. Vivían separados de los mandamientos de sus libros santos, ya no querían su vieja lengua común (el idish). Su aspiración cada vez más urgente era de adaptarse, incorporarse a los pueblos que les rodeaban, de disolverse en el conjunto, para simplemente tener paz y escapar a todas las persecuciones, conocer el descanso en su fuga eterna. Así, ya no se entendían unos a otros, fundidos como estaban en los otros pueblos, desde hacia tiempo. Franceses, alemanes, ingleses, rusos, mucho más que judios. Ahora los amontonaban todos juntos y los barrían como polvo de la calle, directores de bancos arrancados de sus palacios berlineses y sirvientes de sinagogas de las comunidades ortodoxas, profesores de filosofía parisinos y cocheros rumanos, cantantes de concierto y lloronas de entierros, escritores y destiladores, lavadores de cadáveres y premios Nobel,… Por primera vez en siglos, se imponía nuevamente por la fuerza a los judios una comunidad de la que habían perdido conciencia desde hacia siglos, la que desde Egipto volvía sin cesar, la comunidad de la expulsión”.
El nacionalismo judio o sionismo, rechazado por la izquierda socialista judia, había surgido a fines del siglo XIX en una conferencia en Basilea, y había auspiciado una tímida emigración a Palestina, sobre todo debido a los pogromos en Rusia. Tambien había otros proyectos de emigración de judios rusos a otros paises, como Argentina.
SIn embargo, a medida que avanzaba el antisemitismo en Europa en las primeras décadas del siglo XX, aumentó la emigración judia con diversos destinos, incluida Palestina.
El Holocausto dio el impulso final a la emigración masiva a Palestina y a la creación en 1948 del Estado de Israel, en tierras que habían pertenecido durante mas de medio milenio al imperio Otomano, luego administradas por los ingleses a partir de 1918, y prometidas por éstos a los judios, una minoría de pocas decenas de miles entre 700.000 palestinos.
El nacimiento de Israel, apoyado por la URSS y EEUU, se produjo justo antes del estallido de la guerra fria,. Posteriormente, Israel se alineó con EEUU, el Reino Unido y Francia, que le entregó la bomba atomica. El régimen colaboracionista francés de Vichy había enviado 80.000 judios a los campos de exterminio,.
Egipto, Siria, Irak y Libia se alinearon con la URSS. En este marco, Stalin tiene su ultimo delirio asesino paranoico, esta vez contra los intelectuales judios, sus ultimas víctimas. En 1952 fueron ejecutados 475 intelectuales judios sovieticos, después le llegó el turno a los médicos judios de la nomenclatura sovietica. Y Stalin no siguió matando porque murió.
La identidad judia pasa hoy mucho más por la identificación con el Estado de Israel que con la practica religiosa. El nacionalismo sustituyó a la observancia de la Torah y del Talmud. El Antiguo Testamento puede ser leído como una leyenda nacional judia, sobre la supervivencia de este pequeño pueblo, a lo largo de cuatro mil años, a pesar de todas las desgracias que le ocurrieron.
El ultimo capitulo de esta singular historia se desarrolló en el siglo XX con la Shoa, la conquista de Palestina y el nacimiento del Estado judio de Israel, su alianza estratégica con Estados Unidos y sus guerras contra los países árabes vecinos, su implacable colonización y sometimiento de los palestinos, y su transformación en una potencia militar, nuclear, tecnologica, y tambien agrícola.
La diáspora
Como cuando el regreso de Babilonia, la diáspora desempeñó y desempeña un importante papel como financista, cooperante y lobbista de Israel. Y como en el periodo alejandrino, la dinamica civilización occidental, con sus vertiginosos avances científicos, su acelerada innovación tecnológica, y su revolución en las comunicaciones, es una poderosa fuerza de atracción, de asimilación.
La diáspora judia comenzó con la comunidad que permaneció en Babilonia en el siglo VI ac, tras el regreso a Judea. Creció bajo los persas, y se multiplicó con las globalizaciones alejandrina y romana. Tras la derrota de las dos rebeliones contra los Romanos y la dispersión que siguió, se convirtió en su modus vivendi, en el cual la observancia de la religión, con sus 613 obligaciones y prohibiciones mantuvo la union de la comunidad y la separación de sus vecinos. Con el mercantilismo, los emprendimientos coloniales y la revolución industrial, la diáspora, que hasta entonces florecía en tierras de Islam, se occidentalizó .
En 2002 la diáspora judía era de 7,5 millones instalados mayoritariamente en EEUU, Francia, Canada, Reino Unido y Rusia, en ese orden. En Israel eran 5 millones de judios, tantos como en Estados Unidos. La diáspora crece en Francia (600.000) y en Canada, únicamente. En Estados Unidos se mantiene. En Israel comenzó a registrarse un fenómeno inverso de emigración, ya sumaban 500.000 expatriados en 2002.
Las comunidades de la diáspora son mayoritariamente laicas. Experimentan un aumento muy grande de casamientos mixtos y una mínima educación judía entre los jóvenes.
En Israel, también la mayoría de la población está secularizada. La gran ciudad Israeli es la moderna y occidentalizada Tel Aviv, con los ortodoxos concentrados en Jerusalen y las colonias en Cisjordania.
El resurgimiento de los integrismos religiosos a fines del siglo XX y principios del XXI, como consecuencia de la crisis del monoteísmo y la globalización, tambien ha tenido un impacto en el crecimiento del judaísmo ortodoxo, nacionalista y violento, aunque sigue siendo minoritario.
Bibliografia:
The Judean war, Josephus.
Guide to the Bible, Isaac Asimov, 1968-1969.
Les juifs, l’argent et le Monde, Jacques Attali, 2002.
Histoire des Religions -Judaisme- Mircea Eliade.
Le Monde d’Hier, Stephan Zweig.
Epistolas, Paulo de Tarso.
Martin Luther, Renegade and Prophet, Lyndal Roper.
Christendom, the Triumph of a Religion, Peter Heather.