(A mi único amigo cura, Marcelo de Assis Paiva, que me hizo descubrir el catolicismo aculturado en los tropicos).
Los cuatro evangelios canónicos
Los cuatro evangelios canónicos aceptados por las Iglesias cristianas, fueron escritos a finales del siglo I y mediados del II, cuentan la vida de Jesus, su doctrina, su ejecución en la cruz y su resurrección, en función de los objetivos religiosos de cada evangelista. Como todos los textos que se reivindican como sagrados, fueron reconocidos como los únicos validos a finales del siglo II y quedaron inmutables en sus lenguas originales, si se conservan, o sus traducciones al griego. Subsisten unos 50 evangelios apócrifos.
El Evangelio de Marcos, el discípulo de Pedro y miembro de la primera Iglesia, la de Jerusalén, es el más antiguo, y está dirigido a los correligionarios de su secta judia. Su fuente es Pedro. Ademas de preservarles el relato de la vida de Jesus, este evangelio apunta también a fortalecerlos en su fe, después de la primera persecución de los cristianos por Nerón, en 64, tras el incendio de Roma. Pero como también hace referencia a las predicciones de Jesus de que Jerusalén y el Templo serán destruidos, se cree que debe haber sido redactado, o al menos su ultima versión debe de haber sido escrita después del fin de la guerra judia del 66. El evangelista Mateo fue apóstol, y Lucas, que no conoció a Jesus, se basa en el de Marcos, por eso se les llama sinópticos a estos tres, con los mismos ojos. Sin embargo, tienen grandes diferencias. Las tres versiones que subsistieron fueron escritas en griego entre los años 64 y 80. Ya en esos años, Pablo de Tarso había prevalecido sobre la Iglesia de Jerusalen y reorientado la secta judeocristiana primitiva hacia los gentiles.
Marcos no hace ninguna referencia al supuesto nacimiento virginal de Jesus, ni a que haya nacido en Belen, ni tampoco alude a que descendiera del rey David. Del Evangelio de Marcos se desprende que Jesus era un galileo de Nazareth, hijo de un carpintero, sin vinculo con un linaje real. Marcos lo llama el hijo de Dios, y nunca lo califica de hijo de David, como lo hacen otros evangelistas.
El relato de Marcos comienza con el bautismo de Jesus por Juan el Bautista en el rio Jordan. Según Marcos en ningún momento Juan lo identifica como el Mesias, como figura en el Evangelio de Lucas. Después del bautismo, Jesus se retira al desierto y allí se producen las tentaciones del Demonio. Marcos cuenta los milagros de Jesus, expulsión de demonios, curaciones, resurrecciones.
Subraya cómo Jesus escandalizó a los judios ortodoxos con su afirmación de que puede perdonar los pecados, y con su flexibilidad hacia la observancia del Shabat.
El evangelio de Marcos que se conoce está escrito en un griego pobre, muy influenciado por el arameo, según la Biblia de Jerusalen. Es el único que registra las palabras en arameo pronunciadas por Jesus durante sus milagros. Su primera versión debe de haber sido en arameo, el idioma de Judea en aquella época. Es el mas corto y seguramente el más autentico.
El Evangelio de Mateo apunta a la conversión de los judios, a que reconozcan en Jesus al Mesías. Se esfuerza en demostrar que la vida de Jesus es la realización de todas las profecías bíblicas sobre el Mesías. Mateo también pertenecía a la Iglesia de Jerusalen, dirigida por el apóstol Pedro y por el hermano de Jesus, Santiago. Era una secta judia obediente a la ley Mosaica, hasta la conflictiva llegada de Paulo de Tarso.
Mateo escribió y difundió su evangelio en arameo, pero la versión original se perdió. Sus discípulos publicaron una versión en griego, entre 70 y 80 DC. Es el Evangelio más largo.
Ya el Evangelio de Lucas, discípulo de Paulo de Tarso, se dirige a los gentiles. Según una antigua tradición, Lucas era un sirio de Antioquia, un medico convertido del paganismo. Escribió su Evangelio y los Actos de los Apóstoles entre 70 y 80. Las dos obras constituyen una historia sobre los orígenes del cristianismo dirigida a los gentiles (no judios).
Lucas se basa en Marcos y en Mateo, reescribió algunos aspectos de la vida de Jesus de este ultimo, para hacerla mas atractiva a griegos y romanos. Incluye a los gentiles como destinatarios de la palabra de Dios. Sin embargo, Jesus niega explícitamente que haya llegado para salvar a otro pueblo que no fuera el judio, en el pasaje de la fenicia pagana que le pide que cure a su hija, y en el sermón de la Montaña. En los Actos, Lucas relata el ultimo viaje de Paulo a Jerusalén en primera persona, porque fue su compañero de ruta.
Paulo no conoció a Jesus y se convirtió al cristianismo después de haber sido un fanático fariseo persecutor de los cristianos. Fue el maestro de Lucas. Ciudadano romano, Paulo eximió a los gentiles de la obligación de circuncidarse, lo que desató un conflicto interno entre Paulo y la iglesia de Jerusalén, y otro virulento entre cristianos y judios. También eliminó las obligaciones alimenticias. Aunque en un acuerdo de paz con la iglesia de Jerusalen, aceptó las prohibiciones de comer productos elaborados con sangre, carne de animales sacrificados sin ser desangrados vivos, y carne de animales sacrificados a Idolos,
Paulo fundó las iglesias de Antioquia, Efeso, Macedonia, Tesalónica y Corinto.
Por ultimo, el Evangelio de Juan, aporta el testimonio de un segundo apóstol sobre la vida de Jesus, ademas de Mateo. No fue publicado por Juan sino por sus discípulos después de su muerte. Se considera que este evangelio ha sido fuertemente editado en el primer siglo y medio del cristianismo, por lo que la doctrina cristiana está mas elaborada. Intenta explicar y abundar en los misterios del cristianismo, la encarnación, la concepción virginal, la resurrección. Cuenta pasajes que no figuran en ningún otro Evangelio. Y da por consumada la ruptura entre cristianos y judios.
El autor no se identifica, pero subraya que es un testigo directo de los hechos, y que quien lo escribe es el bien amado de Jesus. Juan fue el apóstol que recostó su cabeza contra el pecho de Jesus en la ultima cena y, según su evangelio, a quien éste confió a su madre Maria antes de morir en la cruz. Del texto también surge que el autor es un amigo cercano de Pedro.
Juan lo habría escrito mientras estaba en la ciudad de Efeso, en Asia Menor. El primer testimonio escrito que se tiene de este Evangelio es de alrededor de 180 d.c. por Irineo de Antioquia, que se lo atribuye a Juan.
Su contenido doctrinario es el que perdura del cristianismo apostólico. Explica el papel del Espiritu Santo y de esta manera completa la Trinidad. Destaca la virulencia de la reacción de los judios contra Jesus, relata varios intentos de lapidación y los responsabiliza de su crucifixión.
Síntesis de la vida y doctrina de Jesús
Con una perspectiva histórica, realizaré una síntesis de la doctrina y de la vida de Jesus que surge de los cuatro Evangelios, haciendo un relato único de lectura fácil, sin sobrecargarlo de citas de los diferentes evangelios.
Marcos, el primer evangelista, cuenta la vida del hijo de un carpintero de Nazareth, Jose, y de Maria, con varios hermanos y hermanas, seguramente analfabeto, sin ascendencia de la casa real. Su revelación profética ocurre cuando fue bautizado por Juan el Bautista en el rio Jordan. Alli empieza el relato de Marcos, que no ve nada significativo digno de ser contado en la vida de Jesus hasta sus 30 años.
Mateo dramatiza la historia de Jesus y se refiere a la concepción virginal. Lucas también lo hace. Cuenta que Jose quiso divorciarse anticipadamente de Maria, que le estaba prometida, cuando se enteró que estaba embarazada sin que él hubiese vivido aun con ella. Pero que gracias a la intervención del ángel Gabriel, quien le explicó en un sueño que Maria había concebido a ese niño con el Espíritu Santo, el drama familiar fue evitado. Le dijo ademas que debía llamarlo Jesus (Jehová salva). De esta manera se cumplió una profecía de Isaias. Juan el Bautista, salvo en el evangelio de Marcos, dice que el importante es el que vendrá después que él, es decir Jesus.
Mateo presenta la genealogía de Jesus desde Abraham, pasando por el rey David, antepasado de José, en contradicción con su propia afirmación de concepción virginal. Los profetas habían anunciado que el Mesias seria un descendiente del rey David.
En Lucas, la intervención divina y milagrosa comienza con el embarazo de Isabel, la esposa del sacerdote Zacarias, ya viejos y estériles, que serán los padres de Juan el Bautista. El ángel formula una serie de recomendaciones a los padres de Juan, porque será el profeta que le prepare el terreno a Jesus. En este Evangelio, Juan y Jesus son primos.
Los otros tres evangelios no se refieren al nacimiento milagroso de Juan ni a su parentesco con Jesus. Si se refieren a los bautismos que realizaba Juan en el rio Jordan, y al propio bautismo de Jesus.
Juan el Bautista es circuncidado al octavo dia de su nacimiento. Su padre Zacarias pronuncia una gran oración, el Benedictus. Explica el papel que tendrá su hijo como predecesor de Jesus. Este pasaje figura solo en el Evangelio de Lucas.
En la Visitación, Isabel, la madre de Juan el Bautista, le confirma a Maria que será la madre de Dios. En el Magnificat, según Lucas, Maria pasa al primer plano del relato, explica su relación con Dios y dice que “será santificada por todas las generaciones a venir”. (En el Islam, Maria es considerada unas de las cuatro principales mujeres del Paraiso). Lucas hace la genealogia de Jesus desde Adan y Eva.
Los evangelios de Marcos dirigido a los ya convertidos y el de Juan ya en pleno conflicto con los judios, no presentan ninguna genealogia.
Lucas va mas lejos aún y ya lo anuncia como el Mesias que los judios esperan. Juan tambien profetiza la llegada del “Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo”. Cuando Jesus es presentado al templo, aparece Simeon, según Lucas, un viejo a quien el Espíritu Santo reveló que vería al Mesias antes de morir.
Simeon dice que Dios preparó la salvación, una luz para que la “vean todas las naciones, una luz para iluminar a los paganos¨. El Evangelio de Lucas, desde el arranque, es el Evangelio de Pablo, dirigido a los gentiles. Simeon profetiza a Maria su propio sufrimiento.
Mateo cuenta que Herodes, informado del nacimiento del futuro rey de los Judios, manda matar a todos los recién nacidos del reino. Así hace un paralelismo con la masacre de niños cuando nació Moises en Egipto y su salvación milagrosa en aguas del Nilo. Dice que Herodes intentó sin éxito sonsacarle a los reyes magos, los primeros en adorar a Jesus guiados por una estrella, dónde se encontraba el recién nacido. Por esto se calcula que Jesus nació a más tardar en 4 ac o antes, dado que Herodes el Grande murió ese año.
Mateo escribe que aconsejado por el ángel Gabriel en un sueño, José y Maria llevaron a Jesus a Egipto para salvarlo de la masacre de los inocentes, donde permaneció hasta la muerte de Herodes.
Al regreso de Egipto, Mateo afirma que Jose instaló a su familia en la aldea galilea de Nazareth. Mateo y Lucas dicen que Jesus nació en la aldea de Belen en Judea, para cumplir otra profecía sobre el Mesias, descendiente del rey David nacido también en Belen.
Lucas, el amigo cercano de Pablo de Tarso, escribe un relato diferente al de Mateo. Elimina todo conflicto entre Maria y Jose en torno a la concepción, elimina también al infanticida Herodes y a los Reye Magos, probablemente sacerdotes persas mazdeistas. Vuelve al nacimiento de Jesus armonioso, sereno, el ángel Gabriel se lo anuncia a los pastores, que son los primeros en adorarlo. Lucas dice que Jose y Maria fueron a Belen por un censo que habían decretado los romanos. Afirma que Jesus empezó a predicar a los 30 años.
El Evangelio de Juan tiene un inicio similar al de Marcos, con Juan el Bautista, después de su magnifico prologo, “en el inicio fue la palabra”. Tampoco se refiere al nacimiento de Jesus.
La familia de Jesús
A diferencia de los Evangelios de Lucas y Juan, los de Mateo y Marcos mencionan en muy pocas oportunidades a Maria. Una de ellas es cuando Mateo cuenta que Jesus adolescente desapareció tres días y Maria lo encontró conversando con los doctores del Templo.
En otras oportunidades se refieren a Maria como la “madre de Santiago y Juda”. En otra como “la madre de Santiago y Salomé”. Destacan que la familia “no lo entendía” (a Jesus). Se refieren a varios hermanos y hermanas, en general acompañando a su madre.
Lucas refuerza el papel de Maria, donde deja claro que Dios era el padre de Jesus. La propia Maria le pide al Angel que le explique su embarazo dado que es virgen. Y Gabriel explica uno de los más incomprensibles misterios del cristianismo por la intervención del Espiritu Santo.
El Evangelio de Juan aproxima a Maria a Jesus, sobre todo durante su pasión y muerte.
Jesus tiene varios hermanos, el más destacado es Santiago, que fue con Pedro jefe de la iglesia de Jerusalén, a pesar de no haber sido apóstol. Otro hermano mencionado varias veces es Judá. Se menciona tambien a su hermana Salomé. Todo indica que Jesus era analfabeto, aunque según Mateo, siendo adolescente, sus conocimientos de la religión de Moises impactaron a los doctores del Templo.
Cuando Jesus regresó a Nazareth a predicar en la sinagoga, sus vecinos se admiraron de su sabiduría y se dijeron: “Este es el hijo del carpintero, sin duda. ¿No es su madre la mujer que llaman Maria, sus hermanos Santiago y Jose y Simon y Judá? ¿Sus hermanas también no están aquí con nosotros? Entonces donde este hombre aprendió todo esto?”. Según Marcos, una gran muchedumbre se reunió. Cuando su familia se enteró, fue con la idea de hacerse cargo de él, porque pensaban que “había perdido la cabeza”. Marcos dice que su familia no lo entendía.
Jesus les respondió “un profeta solo es despreciado en su propio país y en su propia casa”, y no hizo muchos milagros en Nazareth por la falta de fe de sus vecinos.
Lucas no menciona este incidente con la familia de Jesus. Se limita a decir que “ningún profeta ha sido jamas aceptado en su propio país”.
En una oportunidad lo buscan su madre y sus hermanos mientras habla con la muchedumbre y alguien se lo comunica. “¿Quien es mi madre?, ¿quienes son mis hermanos?” Y extendiendo su mano hacia sus discípulos dijo “Aquí esta mi madre y mis hermanos; cualquiera que cumple con la voluntad de mi Padre en el cielo, es mi hermano y hermana y madre”.
Una vez lo buscaban su madre y sus hermanos, cuando se lo dijeron, Jesus respondió: “mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en practica”.
Los discípulos
Según Mateo y Marcos:
Simon/Cephas/Pedro el primero, y su hermano Andres, pescadores. Santiago hijo de Zabadeo y su hermano Juan, tambien pescadores. Felipe y Bartolomé, Tomas y Mateo, el recolector de impuestos. Jacobo hijo de Alfeo. Tadeo y Simon el zelote (militante anti romano) y Judas Iscariote, el traidor. Al hijo de Alfeo Marcos le llama tambien Levi y dice que a los hijos de Zabadeo Jesus los llamó Boanerges o Hijos del Trueno. Lucas menciona a otro Judas hijo de Jaime y no menciona a Tadeo. Ninguno de los dos menciona a Santiago, el hermano de Jesus, que no fue apóstol y habría obtenido su liderazgo de la Iglesia de Jerusalen después de la crucifixión de su hermano.
Juan cuenta una historia diferente sobre Pedro y Andres. Dice que Andres era discípulo de Juan el Bautista y estando con él y otro discípulo conocieron a Jesus. Juan lo presentó como “el cordero de Dios”. Andres le contó a su hermano Pedro que encontró al Mesias, y los dos decidieron seguirlo. Después menciona a Felipe, de la misma aldea que Andres y Pedro, y a Nataniel presentado por Felipe. En ese primer episodio no da más nombres.
Jesus los manda a predicar en parejas y según Marcos les da el poder de curar y exorcisar. Pedro es el primero que lo reconoce como Mesias o Cristo. Jesus se lo confirma a sus discípulos pero les dice que no lo digan a nadie. Jesus le da el primer lugar a Pedro. “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi iglesia”. “Te daré las llaves del reino de los cielos”.
“Cuando todo sea hecho de nuevo y el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, ustedes también se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y cada uno de los que abandonaron casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o tierra por mi bien será pagado con cien veces más, y tendrá vida eterna”. “Muchos de los que son primeros serán últimos, y los últimos, los primeros”. Y les dice que el mas importante es el que sirve a los demás.
Lucas menciona a las mujeres que acompañaban a Jesus, “que fueron curadas de espíritus malignos y de enfermedades: Maria apodada la Magdalena, de la que salieron siete demonios, Joanna la esposa de Chuza, el mayordomo de Herodes, Susana y otras que ayudaban a los apóstoles con sus propios recursos.
Y mandó a 72 discípulos en parejas a predicar en las ciudades que él visitaría. Las ciudades que no los reciban bien, correrán una suerte peor que Sodoma y Gomorrah, amenaza Jesus.
Jesus exige a sus discípulos que dejen atrás a sus afectos. Cuando uno le pide para ir a enterrar a su padre antes de seguirlo, le dice “deja que los muertos entierren a los muertos”. Otro le pide para ir a despedirse de su gente, le dice “una vez que la mano fue puesta en la hoz, ninguno que mire hacia atrás esta preparado para el reino de Dios”.
Lucas cita a Jesus diciendo a la muchedumbre: “Si un hombre viene a mi sin odiar a su padre, madre, esposa, hijos, hermanos, hermanas, y a su propia vida también, no puede ser mi discípulo. Cualquiera que no cargue su cruz y me siga no puede ser mi discípulo”. Pablo retoma esta sentencia.
Lucas cita también este pronunciamiento a sus apóstoles, suavizándolo: “les digo solemnemente, ninguno que haya dejado su casa, su esposa, hermanos, padres o hijos por el reino de Dios dejará de ser recompensado muchas veces en el presente, y en el mundo a venir, la vida eterna”.
Juan no hace ninguna referencia a esta obligación durísima impuesta a los seguidores de Cristo.
Jesús sobrenatural, profeta del apocalipsis
Jesus anuncia la inminencia del fin de los tiempos y el Juicio Final y llama a los judios a arrepentirse de sus pecados. Dice que varios de sus contemporáneos lo vivirán. Muestra sus cualidades divinas con milagros y proezas sobrenaturales, como habían anunciado los profetas sobre el Mesias. Pero hasta el final de su vida evita presentarse al pueblo judio como su Mesias. Realiza curaciones milagrosas de todo tipo, de enfermedades y deformidades, resucita a Lazaro, exorciza los demonios o espíritus sucios que enloquecen a sus víctimas, o realiza proezas sobrenaturales, como caminar sobre las aguas, multiplicar panes, calmar tormentas.
Curiosamente, el primer milagro que menciona Juan, que los otros evangelistas no mencionan, es el de la boda de Canaan, un milagro mundano. Maria le pide que ayude a los anfitriones a resolver la falta de pan y de vino. Jesus protesta porque dice que aun no llegó su hora, pero igual no solo los multiplica, sino que el vino es de mucho mejor calidad que el que tomaron primero.
Jesús mesías de los judíos
El Evangelio de Mateo intenta convencer sistemáticamente a los judios de que la vida de Jesus fue la realización de lo que los profetas habían anunciado sobre el Mesias, el Cristo. El ultimo profeta judio había sido Malaquias, 500 años antes de Juan el Bautista, este ultimo considerado profeta únicamente por los cristianos y los musulmanes (Yaya) y nunca reconocido por los judios.
Jesus dice: “no se imaginen que vine a abolir la ley de los Profetas. No vine a abolirla, sino a completarla”. Se comporta como un rabino que va de pueblo en pueblo enseñando en las sinagogas. Respeta la ley a su manera, y participa en todas sus fiestas religiosas.
Está inmerso en las polémicas del judaísmo de su época. Enfrenta a los ricos saduceos, la casta sacerdotal, que solo seguían la ley escrita y rechazaban la resurrección de los muertos. Se alinea con los eruditos fariseos y los ascéticos essenios que condenaban la riqueza de los saduceos. Pero acusa de hipocresía a los fariseos, que aplicaban estrictamente no solo la Ley escrita sino tambien la ley oral, la Mishna y la Gemara, las exigencias alimenticias, de limpieza, y la estricta observancia del shabbat.
Lucas dice que “el hijo del Hombre es el dueño del Shabbath”.
Jesus realizaba curaciones en las sinagogas durante el shabbat, no se lavaba las manos y el antebrazo hasta el codo ante de comer ni se lo exigía a sus discípulos, no les exigía que ayunaran. Come con pecadores y recaudadores de impuestos. “No es el sano el que precisa al medico, sino el enfermo”, les dice Jesus .
Jesus deja claro que predica solamente para los judios, y que no se debe desperdiciar la palabra de Dios con los gentiles.
En una oportunidad, una mujer Cananea (fenicia), de la región de Sidon y de Tiro, pidió a Jesus que hiciera un milagro y expulsara al demonio que se había apoderado de su hija. Sus discípulos le insistieron que lo hiciera. Jesus les dijo “Fui enviado únicamente a las ovejas perdidas de la Casa de Israel. No es justo sacarle la comida a los niños para tirarla a los perros de la casa”. La mujer le respondió: “Si señor, pero hasta los perros de la casa pueden comer las migajas que caen de la mesa de su amo”. Viendo la fe de la mujer, Jesus le hizo el milagro.
Marcos explica este pasaje de manera similar, aclarando que la mujer era sirio-fenicia y pagana de nacimiento. Lucas y Juan no mencionan este episodio.
En la ultima frase del Sermón de la Montaña, Jesus dice “no le den lo que es sagrado a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, porque lo van a pisotear…” Otro pasaje en el que deja claro que predica solo para los judios.
Lucas, el portavoz de Paulo, por el contrario, cuenta cómo el profeta Elias ayudó a una viuda de Sidon durante una hambruna cuando había muchísimas viudas en Israel, y como Elias curó a un leproso sirio cuando había muchísimos leprosos en Israel.
Amar al prójimo
Jesus predica una generosidad y un perdón sin limites (la otra mejilla, desprenderse de lo que te robaron y darle al ladrón aun mas, dar lo que te pidan). “Trata siempre a los demás como a ti te gustaría que te traten, ese es el significado de la Ley y de los Profetas”. “Ama a tu vecino como a ti mismo”.
Confiar en la providencia. “No te preocupes por mañana, mañana se ocupará de sí mismo. Cada dia tiene suficientes problemas en sí mismo”.
Dice que siempre hay que perdonar a su hermano. Pedro le pregunta si siete veces. El dice 77.
No se puede ser esclavo de Dios y del dinero. “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos”. Recomienda a los ricos vender todo y dárselo a los pobres. Los últimos serán los primeros.
Juan es el único que cuenta el encuentro de Jesus con la mujer adultera que los judios quieren lapidar. Y su frase, “si hay uno que no ha pecado déjenlo que tire la primera piedra”. Todos se retiran. Jesus le dice “Mujer, ¿ninguno te condenó?”, “Ninguno” responde ella. “Yo tampoco te condeno, ve y no peques mas”.
Jesús y la condena eterna
Pero cuando se trata de la relación con el Espiritu Santo, Jesus es inflexible, amenazante, violento de palabra.
Jesus dice que su generación es “perversa, maligna y sin fe”, les exige que se arrepientan, que dejen todo y lo sigan, porque el Reino de los Cielos (y el Juicio final) esta por llegar. Lo anuncia como inminente. En un momento dice que muchos de los que en ese momento vivían lo verán antes de morir.
“No se imaginen que vine a traer paz a la tierra: no vine a traer paz sino una espada”, una de las máximas preferidas de Lutero, aunque no cita la segunda parte. “Porque vine a volver a un hombre contra su padre, una hija contra su madre, una nuera contra la suegra. Los enemigos del hombre serán los de su propia casa”.
“Cualquiera que prefiera padre o madre a mi no es digno de mi… lo mismo si prefiere hijo o hija… Cualquiera que no tome su cruz y siga mis pasos no es digno de mí. Cualquiera que encuentre su vida la perderá, cualquiera que pierda su vida por mí la encontrara”.
“El que no esta conmigo esta contra mí, y el que no se una a mi se dispersará”.
Celibato y divorcio
Sobre el celibato Jesus dice que hay eunucos que nacen así, otros que son hechos así por los hombres, y otros que se hicieron a sí mismos por el bien del reino de los cielos.
Jesus, según Mateo, dijo que ”cada uno que divorcia a su mujer, excepto en el caso de fornicación, la transforma en adultera, y cualquiera que se casa con una divorciada comete adulterio”. “Lo que Dios unió, el hombre no debe dividir”. El divorcio había sido autorizado por Moises. Y Jose había considerado divorciarse anticipadamente de Maria según Mateo.
Marcos da una posición diferente de Jesus sobre el divorcio. “El hombre que divorcia de su mujer y se casa con otra es culpable de adulterio contra esta. La mujer que divorcia a su marido y se casa con otro también es culpable de adulterio”.
La oración que Jesús enseñó
Mateo:
“Padre nuestro en el cielo,
Que tu nombre sea santificado,
Que venga tu reino
Que se haga tu voluntad
En la tierra y en el cielo.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy,
Perdónanos nuestras deudas,
Como nosotros perdonamos a nuestros deudores,
No nos pongas a prueba,
Pero sálvanos del maligno.
La version de Lucas:
Padre, que tu nombre sea santificado
Que venga tu Reino,
Danos nuestro pan de cada dia,
Y perdona nuestros pecados,
Porque nosotros perdonamos a cada uno que nos debe,
Y no nos pongas a prueba.
Juan y Marcos no la mencionan.
El valor de la palabra
Mateo cita constantemente a Jesus sobre el valor de la palabra.
Cuando el demonio lo tienta en su retiro de 40 días y 40 noches, después de ser bautizado por Juan, pidiéndole que transforme piedras en pan: “el hombre no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios”.
También en las palabras están los limites del perdón. “Cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre será perdonado, pero cualquiera que hable contra el Espíritu Santo, ese no será perdonado en este mundo ni en el próximo”.
Prohibe jurar por lo que sea. “Todo lo que hay que decir es Si cuando uno quiere decir si, No cuando es no, algo mas que se diga proviene del maligno”.
“Nido de serpientes, como sus palabras pueden ser buenas cuando ustedes son malos? Por cada palabra sin fundamento que pronuncie un hombre deberá responder en el Juicio Final, porque es por sus palabras que ustedes serán absueltos, y por sus palabras condenados”.
Cuando los fariseos lo cuestionan por no lavarse las manos antes de comer Jesus les dice “lo que entra en la boca no hace a un hombre sucio, es lo que sale de su boca que lo hace sucio”.
Marcos le da un sentido mas profundo a este pasaje. Jesus dice a los apóstoles que “lo que entra en el hombre desde afuera no puede ensuciarlo porque no va al corazón sino al estomago y sale a las cloacas”. Esta afirmación cuestionaría la ley judía que condena como sucios a varios alimentos. “Porque es del corazón del hombre que salen todas las malas intenciones: fornicación, robo, asesinato, adulterio, avaricia, malicia , engaño, indecencia, envidia, maledicencia, orgullo, locura”.
Juan va mucho mas allá. Identifica claramente a Dios con la palabra, y que de la boca de Jesus sale la palabra de Dios.
El prólogo del evangelio de juan
“En el principio fue la palabra”, así empieza Juan su Evangelio, “y la palabra era Dios”, “ninguna cosa tuvo su existencia si no a través de él”.
EL prologo sintetiza todo el Evangelio de Juan. Sus temas son el misterio de la Encarnacion, la palabra es Dios que expresa Jesus. Juan el Bautista anuncia la venida de Jesus, por cuya boca hablará Dios e iluminará a los hombres. Jesus es el hijo único de Dios, por lo tanto no es un hombre como los otros, y es quien hará conocer a Dios. La gracia de Dios, su verdad, llega a los hombres a través de Jesus.
Luego dice que Juan (el Bautista) fue “enviado como un testigo” “para hablar por la luz”. “La palabra era la verdadera luz que ilumina a los hombres y estaba viniendo al mundo”.
“El estaba en el mundo que tenia su ser a través de él, y el mundo no lo conocía”. “Vino a su propio dominio y su propia gente no lo aceptó”. “Pero a todos los que lo aceptaron les dio poder para convertirse en hijos de Dios, a todos los que creen en su nombre, que no nació del genero humano, ni de la pulsión de la carne, ni de la voluntad del hombre, vivió entre nosotros y vimos su gloria, la gloria que es suya como el único Hijo del Padre, lleno de gracia y verdad”.
Si bien la ley fue dada por Moises, “la gracia y la verdad llegaron a través de Jesus Cristo. Nadie nunca vio a Dios, es el Hijo único que está más cerca del corazón del Padre, que lo dio a conocer”.
Según Juan, Jesus les dice a los judios que crean en él.
“Si ustedes hacen de mi palabra su casa,
Ustedes serán sin duda mis discípulos,
Aprenderán la verdad,
Y la verdad les hará libres”.
Antes de la ultima cena, según Juan, Jesus dijo públicamente:
“Si alguno escucha mis palabras y no las aplica fielmente,
No soy yo quien lo condenará,
Dado que no vine a condenar al mundo,
Sino a salvar al mundo:
Quien me rechace y se niegue a mis palabras,
Ya tiene su juez:
La palabra misma que pronuncie
Será su juez en el ultimo día.
Porque lo que yo pronuncie no viene de mi,
No, lo que tenia que decir, lo que tenia que hablar,
Fue ordenado por el Padre que me envió,
Y yo se que sus ordenes significan vida eterna,
Y por lo tanto lo que me dijo el Padre
Es lo que digo”.
Las parábolas
Jesus habla en parábolas, historias sencillas por todos comprensibles que son metáforas de su doctrina. “La razón por la que les hablo en parábolas es porque miran sin ver y escuchan sin oír o entender”. “¡Felices son sus ojos porque ven, sus oídos porque oyen! Les digo solemnemente, muchos profetas y hombres santos desearon ver lo que ustedes ven, y nunca lo vieron; oír lo que ustedes oyen y nunca lo oyeron”.
Jesus hablaba a la gente solamente en parábolas, para cumplir con la siguiente profecía: “Les hablaré en parábolas y expondré cosas ocultas desde la fundación de este mundo”.
Marcos cuenta que sobre las parábolas Jesus les dijo a los apóstoles: “El secreto del reino de Dios les fue confiado a ustedes, pero para los que están por fuera de todo llega en parábolas, porque ellos pueden ver y ver de nuevo pero no percibir, oír y oír de nuevo pero no entender; de esta otra manera pueden convertirse y ser perdonados.
Según Lucas, Jesus dice a sus discípulos cuando le preguntan sobre las parábolas: “Los misterios del reino de Dios les son revelados a ustedes; para el resto solo hay parábolas, porque “pueden ver pero no percibir, escuchar pero no entender”.
Lucas cuenta parábolas que solo están en su evangelio o las desarrolla mucho mas.
La del hombre que ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. El regreso del hijo prodigo. La mujer pecadora que lavó los pies de Jesus con sus lagrimas y los secó con sus cabellos. Juan la cuenta de manera diferente; la mujer no es pecadora, es la hermana de Lazaro el resucitado.
Según el Evangelio de Juan, en la ultima cena, Jesus dice a los 11 apóstoles después que Judas abandona la mesa, que dejará de hablar en metáforas sobre su relación con Dios Padre,.
“Les he estado diciendo todo esto en metáforas,
Esta llegando la hora,
En que ya no les hablaré mas en metáforas,
Pero les diré sobre el Padre con palabras claras”.
“Vengo del Padre y vine al mundo,
Ahora dejo el mundo para ir a mi Padre”.
La ruptura de Jesús con los judíos ortodoxos
Juan relata un sermón de Jesus en la sinagoga de Capernaum que escandalizó a los judios y provocó el alejamiento de algunos discípulos, mucho antes de la ultima cena, donde instaura la Eucaristía.
“Si ustedes no comen la carne del Hijo del Hombre
Y beben su sangre
No tendrán vida en ustedes.
Cualquiera que coma mi carne y beba mi sangre,
Tiene vida eterna,
Y lo levantaré en el ultimo día.
Porque mi carne es verdadero alimento,
Y mi sangre es bebida verdadera.
Quien coma mi carne y beba mi sangre
Vive en mi.
Y yo vivo en él.
Como yo, que fui enviado por el Padre viviente,
Yo mismo extraigo mi vida del Padre,
Así que cualquiera que me coma extraerá vida de mí.
Jesus vio el malestar en su publico y explicó:
“Es el espíritu el que da vida,
La carne no tiene nada que ofrecer.
Las palabras que les pronuncié son espíritu,
Y son vida”.
Igual muchos discípulos lo abandonaron, dice Juan.
Lutero coloca en el centro de su teología que en la eucaristía se ingiere realmente la sangre y el cuerpo de Jesus. Rechaza la transubstanciación de los catolicos. Y niega que sea simbólica, como considera Calvino.
Cuenta Juan que cuando Jesus fue a Jerusalén para la fiesta del Tabernáculo, fue escondido, porque los judios lo buscaban.
Su predicación los impresionó. “¿Cuando aprendió a leer? Si nunca le enseñaron?” En el Evangelio de Juan, se afirma que Jesus escribió algo con el pie, pero no se dice qué. Estas son las únicas referencias a si Jesus era o no analfabeto.
Jesus les pregunto “por qué quieren matarme”.
“Tu estas loco, quien te quiere matar?”
Cuestionado sobre sus curaciones durante el shabbat, Jesus les dijo “si ustedes circuncidan en el shabbat, ¿por qué ustedes se enojan conmigo porque yo hago a un hombre entero y completo en el shabbat? No sigan juzgando según las apariencias, que vuestros juicios sean según lo que esté bien”.
Entonces los judios le pidieron a Jesus que les dijera claramente si era el Hijo de Dios.
“Los trabajos que realizo en nombre de mi Padre son mis testigos”, respondió Jesus, según Juan.
Los judios recogieron piedras para lapidarlo por segunda o tercera vez.
“Hice muchas buenas obras para que ustedes vean, obras de mi Padre, ¿por cuál de ellas me lapidan?”
“No te lapidamos por las buenas obras, sino por blasfemia, eres solo un hombre y pretendes ser Dios”.
Jesus volvió a escapar.
Los judios decidieron que todo el que considerara a Jesus como el Mesías seria expulsado de las sinagogas.
En los evangelios sinópticos su ruptura definitiva con el gran sacerdote Caifas, yerno de Anas, y la jerarquía religiosa, ocurre cuando les cuenta la parábola del viticultor que arrienda su viña. Los arrendatarios se niegan a devolvérsela y llegan a matar a sus mensajeros y a su propio hijo. Jesus les pregunta qué hará el dueño de la viña. Ellos responden que les sacará la viña a los arrendatarios y se la arrendará a otros. Y se dan cuenta que los arrendatarios de la parábola son ellos mismos.
Y Jesus les dice “el reino de Dios les será arrebatado a ustedes y entregado a un pueblo que produzca sus frutos”.
Los jefes religiosos deciden entonces que Jesus debe morir.
Buscan entonces que Jesus blasfeme para condenarlo.
Le preguntan si está bien pagar impuestos. Jesus les muestra un denario con la cara del Cesar y les pregunta quién es. “Devuelvan a Cesar lo que le pertenece y a Dios lo que le pertenece a Dios”.
Los saduceos le preguntan sobre la resurrección, con el ejemplo de 7 hermanos varones que siguen la orden de casarse con la viuda de su hermano muerto. Esta enviuda seis veces y se casa con los siete. En la Resurrección de cuál de ellos será la esposa, le preguntan. Jesus les dice que en el Cielo nadie tiene esposo ni esposa.
Le preguntan cuál es el principal mandamiento de la Ley. Jesus respondió, Amar a Dios por sobre todas las cosas y agregó’, el segundo se le parece “debes amar a tu vecino como a ti mismo”.
Según Juan, el momento culminante en la ruptura con la jerarquía judía fue la Resurrección de Lazaro. Consideraron que le atraería a todos los judios. Inclusive la jerarquía judía pensó en asesinar a Lazaro. Pero decidieron que era Jesus quién debía morir.
“Si lo dejamos ir en esta vía todos creerán en él, y vendrán los romanos y destruirán el lugar sagrado y nuestra nación”. Entonces Caifas dijo refiriéndose a Jesus, “es mejor que un hombre muera por el pueblo, a que toda la nación sea destruida”.
La destrucción de Jerusalén y del templo
Después de anunciar a sus apóstoles por tercera vez su sacrificio, Jesus les predice la destrucción del Templo y de Jerusalén,
la persecución que ellos sufrirán, las convulsiones y desastres que ocurrirán. Les dijo quienes son los virtuosos que se salvaran: los piadosos, los solidarios, y quienes son los negligentes que se condenarán al fuego eterno: los egoístas, los indiferentes.
Según Lucas, cuando Jesus ve Jerusalén antes de entrar por ultima vez dice de la ciudad: “viene un tiempo en que tus enemigos levantaran fortificaciones alrededor tuyo, te rodearán y atacarán de todos lados, te derribarán al suelo a ti y a los niños dentro de tus murallas, no dejarán piedra sobre piedra, y todo porque no reconociste tu oportunidad cuando Dios te la ofreció”.
Después predice la destrucción del Templo. “Gran miseria caerá sobre esta tierra y desastre sobre su gente. Caerán por el filo de la espada y quedarán cautivos de cada país pagano; y Jerusalén será arrasada por los paganos hasta que acabe completamente la era de los paganos”. Constantino reconstruyó una Jerusalén cristiana en el siglo V.
Todo esto ocurrió 30 años después, durante la guerra judia contra los romanos, de 66 a 73. Existe consenso de que las profecías de Jesus sobre la destrucción de Jerusalén y del Templo fueron incluidas en los Evangelios después de estos hechos. Sin embargo, ni los Evangelios, ni los Actos de los Apostoles, ni las Epistolas mencionan explícitamente estas catastróficas guerras, en la que los cristianos se mantuvieron neutrales, no participaron.
Los Evangelios sinópticos coinciden en la entrada a Jerusalén para la Pascua, la expulsión de los Mercaderes del Templo, la traición de Judas, la ultima cena, la Eucaristía.
Juan coloca la escena de la expulsión de los mercaderes del Templo al inicio de su Evangelio, mucho antes de la ultima Pascua donde figura en los sinópticos . En el Evangelio de Juan el conflicto de Jesus con los judios es virulento. En varias oportunidades recogen piedras para lapidarlo y Jesus debe esconderse.
La pasión
Los cuatro evangelistas cuentan en los mismos términos la instauración de la Eucaristía con pan y vino, en la ultima cena.
Lucas dice que el demonio entró en Judas Iscariote para que traicionara a Jesus. Juan dice que Judas Iscariote manejaba el fondo común de los apóstoles y robaba, era ladrón.
Lucas afirma que la ultima cena tuvo lugar en un salón con reclinatorios, como era la costumbre romana de comer.
Juan es el único que cuenta el lavado de los pies de los apóstoles por Jesus, su pedido a Judas de que hiciera lo que tenia que hacer, y que le confía a Juan quién es el traidor. Les pide que se amen los unos a los otros. Les dice claramente que es el Hijo de Dios y les anuncia que con ellos quedará el Espíritu Santo, cuando él ya no esté.
El de Juan es el Evangelio que mas desarrolla el papel del Espíritu Santo, el “abogado” que quedará con los apóstoles y los seguidores de Jesus el Cristo cuando él ya no este.
Después de ser detenido en el jardin de Gethsemane, Jesus fue presentado al Sanedrin integrado por los grandes sacerdotes, los ancianos, los escribas. El Gran Sacerdote le preguntó si era el Mesías, el Cristo. Jesus respondió “De ahora en adelante veras al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Padre y llegando en las nubes del cielo”.
Lucas dice que sus jueces religiosos le preguntaron entonces si eso quiere decir que es el Hijo de Dios. Jesus respondió, “son ustedes que lo dicen”.
“Blasfemia” grito el gran sacerdote y se rasgó las vestiduras, según cuenta Marcos. Lo condenaron a muerte.
Las autoridades religiosas lo entregaron al gobernador romano Poncio Pilatos para que lo condenara a muerte, pero este dijo que no encontraba ninguna culpa en Jesus que lo justificara. Como era la tradición en las fiestas, Pilatos dio a elegir a la muchedumbre, entre liberar al asesino Barrabas o a Jesus. La muchedumbre pidió la liberad de Barrabas, que probablemente era un zelote anti romano. Poncio Pilatos dijo “Soy inocente de la sangre de este hombre. Es problema de ustedes”. La muchedumbre gritó entonces “que su sangre caiga sobre nosotros y nuestros hijos”.
En el Evangelio de Juan, Jesus deja claro a Poncio Pilatos que “quien me entregó a ti es quién tiene la mayor culpa”, es decir la jerarquía religiosa judia.
Camino al Calvario Jesus dice a las mujeres de Jerusalén: “Hijas de Jerusalén no lloren por mí, mas bien lloren por ustedes y sus hijos. Porque vendrán días en que la gente seguramente dirá, “Felices las estériles, las mujeres que nunca quedaron embarazadas, senos que nunca dieron de mamar”.
El relato de la pasión de Jesus por Mateo es factual, es sobrio, una excelente crónica. El mas elaborado es el de Juan. Cuenta que cerca de la cruz estaban varias mujeres: Maria la madre de Jesus y su hermana, Maria la esposa de Clopas, y Maria de Magdala. “Al ver a su madre y al discípulo que amaba parado cerca de ella, Jesus le dijo a su madre: “Mujer este es tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Esta es tu madre”. “Y desde ese momento el discípulo hizo un lugar para ella en su hogar”. Son las únicas palabras que Jesus dirige a Maria en los Evangelios desde que, según Mateo, lo encuentra conversando con los ancianos del Templo, durante su adolescencia.
La tumba vacía
Las dos mujeres que según Mateo acuden a la tumba vacía son Maria Magdalena de la que Jesus expulsó siete demonios, y la otra Maria, presentada previamente como la madre de Santiago y Jose (antes identificados como los hermanos de Jesus). Marcos se refiere a ésta como Maria la Madre de Santiago y de Salomé. En los Evangelios de Mateo y de Marcos cuando se refieren a Maria nunca la identifican como la madre de Jesus, sino como la madre de sus hermanos.
Cuando llegó el ángel vestido de blanco, según Mateo, los guardias se desmayaron. Las autoridades religiosas habían dado dinero a varios guardias para que vigilaran la tumba y evitaran que sus discípulos se llevaran el cadáver y dijeran que había resucitado. Mateo dice que los judios siguen dando esta ultima versión.
Marcos escribe que las dos Marias encontraron a un joven vestido de blanco sentado al lado de dónde había yacido Jesus, que les informó de la Resurrección.
Lucas habla de “dos hombres en vestiduras brillantes” sentados donde había yacido Jesus, que explican la Resurrección a las mujeres aterrorizadas. Identifica a las mujeres como Maria de Magdala, Joanna y Maria la madre de Santiago.
Juan también escribe de dos hombres vestidos de blanco en la tumba vacía. Es Maria Magdalena la que acude y avisa a Pedro y Juan, que se precipitan a su vez a la tumba.
Jesus resucitado
Este es el mayor misterio del cristianismo, la prueba irrefutable de la divinidad de Jesus.
Después de la resurrección, por primera vez Mateo menciona el interés por otros pueblos que el judio. Jesus resucitado dice a sus discípulos “Vayan, hagan discípulos de todas las naciones, bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a observar los mandamientos que yo les di. Y sepan que yo estaré con ustedes siempre, hasta el final de los tiempos”.
Cuando se escribieron las versiones conocidas de los Evangelios, el cristianismo, en el que Paulo de Tarso ya había prevalecido, se había abierto a la conversión de los paganos.
Según Marcos, Jesus dijo “Vayan por todo el mundo, proclamen la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado será salvado, el que no crea será condenado. Estos son los signos que estarán asociados con los creyentes: en mi nombre exorcizarán demonios, tendrán el don de lenguas, tomarán a las serpientes con sus manos, saldrán indemnes si toman veneno, impondrán sus manos a los enfermos que se recuperarán”.
Lucas dice que Jesus les dijo que “en su nombre, será predicado a todas las naciones el arrepentimiento para el perdón de los pecados, empezando por Jerusalén”.
Juan realiza un relato detallado de la Resurrección y las tres apariciones a los apóstoles en 40 días. La ultima vez, sopla en sus cabezas y les desciende el Espíritu Santo. También es el único que relata el episodio de la duda de Tomas, que pide introducir sus manos en la herida. La pesca milagrosa de Pedro según Juan es con Jesus resucitado.
Actos de los apóstoles
Lucas es considerado el autor de uno de los cuatro Evangelios y de los Actos de los Apóstoles, donde relata la conversión de Paulo y sus viajes para difundir el cristianismo entre los gentiles, en el mundo de cultura griega del imperio romano. Lucas era o un judio fuertemente helenizado o un griego con una buena educación. Según una antigua tradición era un sirio de Antioquia, un medico convertido del paganismo. Era discípulo de Saulo o Paulo de Tarso y lo acompañó en su ultimo viaje a Jerusalén. Escribió esta historia sobre los orígenes del cristianismo entre 70 y 80 d.c..
Paulo aparece por primera vez en los Actos de los Apóstoles durante la lapidación de Esteban, un diácono de la Iglesia de Jerusalén, en cuyo asesinato estuvo directamente involucrado. Paulo fue el encargado de recibir su ropa, estaba presente en el momento del crimen y “estaba completamente de acuerdo» con la ejecución, según lo cita Lucas en los Actos.
Ese mismo día, comenzó una dura persecución de los cristianos en Jerusalén, en la cual Paulo desempeñó un papel activo.
Según los Actos, “Saulo se dedicó entonces a la destrucción total de la Iglesia; iba de casa en casa arrestando tanto a hombres como mujeres y enviándolos a la cárcel”. Esta persecución hizo que los cristianos huyeran a los campos de Judea y Samaria, y también a Fenicia, Chipre y Antioquia. En Jerusalén los únicos cristianos que permanecieron fueron los apóstoles.
Paulo gestiona ante el Gran Sacerdote una autorización para perseguir a los cristianos de Damasco. En el camino de Damasco una luz lo cegó y cayó al suelo. Un cristiano de Damasco, Ananias, tuvo una visión en la cual Jesus le dijo que fuera a buscar a Paulo, “porque este hombre es el instrumento que elegí para llevar mi nombre ante los paganos, y los reyes paganos, y ante el pueblo de Israel”. Esto habría ocurrido alrededor del año 34 d.c.
Paulo era contemporáneo de Jesus, pero nunca lo conoció. No podían ser más diferentes el uno del otro. Jesus analfabeto, Paulo educado y helenizado. Jesus creció en la carpintería de su padre en Nazareth en la región pobre de Galilea. A Paulo sus padres lo mandaron a estudiar a Jerusalen con los fariseos y su profesion era la fabricación de carpas.
Paulo nació en Tarso, Cilicia, en Asia Menor, alrededor del año 10 d.c. Era judio y ciudadano romano, perfectamente bilingüe en hebreo y en griego, y seguramente también en arameo. Fue fariseo, con los que Jesus se enfrentó.
Paulo dice que desde su concepción estaba investido de la misión de difundir la palabra de Dios entre los paganos. Y se autodesigna como el 13 apóstol, ya que Judas había sido reemplazado.
Después de la ejecución de Jesus, se forma la primera iglesia, la de Jerusalén, dirigida por su hermano Santiago, que no fue su apóstol, y por Pedro, designado por Jesus como su sucesor.
Los cristianos vivían en comunidad, vendían todos sus bienes y ponían el dinero en un fondo común. A cada uno se le daba según sus necesidades.
Los Actos relatan el papel protagónico de Paulo en la difusión del cristianismo en las ciudades griegas de Siria, Macedonia, Grecia y Asia Menor. En esas ciudades vivían comunidades judías “helenistas”, así llamadas porque sus textos sagrados estaban traducidos al griego, dado que no entendían el hebreo ni el arameo.
Los Actos adaptan el cristianismo a la conversión de los paganos. Lucas suaviza el conflicto entre la Iglesia de Jerusalen y Paulo, que aparece en toda su virulencia en sus epistolas.
De manera sorprendente, los Actos transforman la crucifixión de Jesus en ahorcamiento. Pedro acusa al Saineldin de haber asesinado al Mesias por ahorcamiento, colgándolo de un árbol. Esta forma de ejecución es mencionada todo a lo largo de los Actos, donde no figura ninguna mención a la crucifixión. Quizás para evitar la connotación infamante de traición que tenia en el Imperio Romano.
En un viaje a Jaffa, Pedro cayó en trance y vio descender del cielo una gran sábana cargada de todo tipo de animales. Una voz le dijo “Pedro, mata y come”. “Seguro que no mi Señor -respondió Pedro- nunca he comido hasta ahora nada profano ni no limpio”. La voz le respondió “lo que Dios hizo limpio tú no tienes ningún derecho a llamarlo profano”.
Luego en Cesarea, Pedro habló a una muchedumbre: “ustedes saben que a los judios les está prohibido mezclarse con gente de otra raza y visitarlos, pero Dios me aclaró que no debo llamar a nadie profano ni no limpio”.
“Me he dado cuenta ahora que Dios no tiene favoritos, sino que cualquiera de cualquier nacionalidad que teme a Dios y hace lo que es correcto le es aceptable”, les dijo a un grupo de paganos reunidos en la casa de Cornelio, un romano, en esa ciudad. Y Pedro vuelve a mencionar el ahorcamiento de Jesus.
Mientras Pedro hablaba, los paganos recibieron al Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas. Pedro se interrogó “¿puede alguien negar el agua del bautismo a esta gente, dado que han recibido al Espíritu Santo al igual que muchos de nosotros?” Y dio orden de que fueran bautizados en nombre de Jesus.
Paulo y su compañero de viaje (que cambió un par de veces) hacían milagros y predicaban en las sinagogas helenistas la resurrección de Cristo (el Mesias), hijo de Dios. Blasfemias para los judios ortodoxos, que los hostigaban y perseguían. Empezaron entonces a predicar también fuera de las sinagogas.
Los judios redoblaron la persecución de Pablo y su compañero de viaje. En Licaonia lo lapidaron y lo arrastraron fuera de la ciudad, dándolo por muerto.
Herodes, un hijo del rey llamado el Grande, se plegó a la persecución de los cristianos. Decapitó al apóstol Santiago el menor, hermano de Juan (el otro Santiago el Mayor es el hermano de Jesus) y decidió arrestar a Pedro, que tuvo una liberación milagrosa. Herodes fue fulminado y murió comido por los gusanos.
Pablo fundó la segunda Iglesia después de la de Jerusalen en Antioquia, la capital de la Siria romana. Fue allí que los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez. Luego fundó las iglesias de Philipo y de Tesalónica en Macedonia. Y la de Corinto en Grecia. Allí Paulo enfrentó a los judios y les dijo que “a partir de ahora puedo ir hacia los paganos con la conciencia tranquila”. Después fundó la Iglesia de Efeso, en Asia Menor.
Se desató una controversia en torno a la circuncisión, que Pablo no imponía a los conversos. Algunos fariseos convertidos al cristianismo afirmaron que sin circuncisión no hay salvación. Se convocó una reunión en Jerusalén y Santiago, hermano de Jesus y jefe de esta iglesia, dijo “Establezco que en vez de hacer las cosas mas difíciles para los paganos que se vuelven hacia Dios, les enviemos una carta diciéndoles únicamente de abstenerse de cualquier cosa contaminada por Idolos, de fornicar, de carne de animales estrangulados y de sangre”.
Esta carta fue el pacto a que Santiago llegó con Paulo, después de un duro enfrentamiento.
Los Actos señalan un violento altercado previo entre Paulo y Marcos, el alumno de Pedro, que estaba ligado a la iglesia de Jerusalén, a las raíces judias. Desde ese altercado, Marcos no volvió a acompañar a Paulo en sus viajes.
Paulo decidió ir a Jerusalen, aunque sabía que sería encarcelado y juzgado. Lucas relata este viaje en primera persona, como siendo el compañero de viaje de Paulo. En Cesarea se quedaron en lo del apóstol Felipe, “que tiene cuatro hijas vírgenes que son profetizas”. En Jerusalén fueron a visitar a Santiago, donde encontraron a todos los ancianos.
Paulo les contó su predicación entre los paganos. Los discípulos de Jesus le advirtieron “que miles de judios se convirtieron al cristianismo, y que son estrictos seguidores de la ley de Moises y que escucharon que tu instruiste a los judios que viven entre los paganos que rompan con la ley de Moises autorizándolos a no circuncidar a sus hijos y a no seguir las practicas tradicionales”. Lo convencieron entonces de que se purificara para mostrar que respetaba los ritos, lo que Paulo hizo. De nada sirvió.
A los siete dias de su llegada, judios de Asia lo vieron en el templo y azuzaron a la muchedumbre en su contra. Lo detuvieron y lo acusaron de introducir griegos al Templo. Paulo fue encarcelado y el hijo de su hermana denuncio una conspiración para matarlo, por lo cual las autoridades romanas lo trasladaron de Jerusalén a Cesarea, puerto fundada por Herodes el Grande y capital romana de Palestina. Su población era griega. Paulo, que era ciudadano romano, quedó detenido durante dos años y apeló al Cesar, por lo que fue enviado a Roma, donde quedó dos años mas preso, de 61 a 63. Fue liberado por falta de pruebas. Un segundo encarcelamiento en Roma terminó, según una antigua tradición, que no figura en los Actos, en martirio, probablemente en el año 67.
Las epístolas
Las epístolas escritas por Paulo entre 50 y 65, son, cronológicamente, los primeros textos conocidos del cristianismo cuya autoría esta confirmada. En esas cartas, Paulo organiza las Iglesias que fundó, impulsa la conversión de los paganos, rompe con los judios y se enfrenta a la iglesia de Jerusalén, apegada a la ley judía.
Paulo facilita la conversión de los paganos eliminando las prohibiciones alimenticias y la circuncision, y combate la “maldición” de la Ley de Moises. Se aparta de la condena de Jesus a los ricos. Condena la postura judia de que sin buenas obras, es decir caridad en beneficio de los pobres, no hay salvación. Para Paulo lo que salva es la gracia y no las buenas obras. Lutero llevará al extremo estas posturas.
Paulo escribe a los Corintios que “no hay significados escondidos en nuestras cartas más allá de lo que ustedes puedan leer y entender”.
—Conflicto de Paulo con Pedro y Santiago
En su epístola a los Galatas, escrita entre 57 y 58, Paulo relata su conflicto con Pedro y Santiago, el hermano de Jesus, en torno a la observancia de la Ley de Moises, y en particular sobre la circuncisión. Este conflicto dividió al cristianismo primitivo.
Paulo se auto declara apóstol y escribe: “El Dios que me eligió especialmente mientras aun estaba en el vientre de mi madre, me llamó a través de su gracia y optó por revelar a su hijo en mí, para que predicara la Buena Nueva sobre él entre los paganos. No discutí esto con ningún ser humano ni fui a Jerusalén a ver a los que ya eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia y luego regresé directo a Damasco. Incluso cuando tres años después fui a Jerusalen a ver a Cefas (piedra en arameo o Pedro, como Jesus llamó a Simon) y me quedé con él 15 días, tampoco vi a ninguno de los otros apóstoles. Solo vi a Santiago, el hermano del Señor y juro ante Dios que lo que escribí es la verdad literal. Luego fui a Siria y Cilicia, y no era conocido de vista por las iglesias de Cristo en Judea, quienes nada escucharon excepto que el que fuera su perseguidor ahora predicaba la fe que antes intentó destruir, y glorificaron a Dios por mí”.
“No fue antes de que pasaran 14 años que fui nuevamente a Jerusalén…. En privado expuse, ante los hombres que lideran la Buena Nueva, cómo yo la proclamo entre los paganos. Lo hice temiendo que la manera que yo había adoptado no fuese autorizada. ¿Y qué sucedió? Aunque Tito, que me acompañó, es un griego, no fue obligado a circuncidarse”.
Paulo explica que el asunto de la observancia de la Ley de Moises, y en particular la circuncisión, fue planteado en esa reunión por “algunos que no pertenecen realmente a la hermandad” y se infiltraron para espiar y “reducirnos a la esclavitud” de la Ley mosaica. Aunque en seguida afirma que son “lideres reconocidos”. Dice que a él no le importa porque “Dios no tiene favoritos”, y que no tuvieron “nada que agregar” a la manera como él predicaba.
“Por el contrario, reconocieron que yo fui encargado de predicar la Buena Nueva a los no circuncidados, como Pedro fue encargado de predicarla a los circuncidados. Así que Santiago, Cefas y Juan, estos lideres, estos pilares, nos dieron un apretón de manos a mí y Barnabas, (su compañero de entonces) como signo de asociación: nosotros debíamos ir a los paganos y ellos a los circuncidados. Solo insistieron en que debíamos ayudar a los pobres”. (Como ya lo señalé, los judios afirmaban que sin buenas obras no hay salvacion, mientras que para Paulo lo que salva es la gracia enviada por Dios, la fe, y no las buenas obras).
“Cuando Cefas (Pedro) vino a Antioquia, sin embargo, me le opuse en la cara, porque estaba manifiestamente en el error. Su costumbre había sido comer con los paganos, pero después que ciertos amigos de Santiago llegaron, dejó de hacerlo y se mantuvo totalmente alejado de ellos por miedo al grupo que insiste en la circuncisión. Los otros judios se le plegaron en su decisión e incluso Barnabas se sintió obligado a copiar su comportamiento”.
“Cuando vi que no estaban respetando el verdadero significado de la Buena Nueva, le dije a Cefas frente a todos, “a pesar de ser un judio, tu vives como los paganos y no como los judios, así que no tienes derecho a obligar a los paganos a seguir el comportamiento de los judios”.
“Aunque nacimos judios y no pecadores paganos, reconocemos que lo que hace a un hombre recto no es la obediencia de la Ley (mosaica), sino su fe en Jesus Cristo”.
En otro pasaje dice que “Cristo nos liberó de la maldición de la Ley , siendo maldecido para nuestra salvación”.
“Antes de que llegara la fe, la Ley no nos permitía ninguna libertad… no hay más diferencias entre un judio y un griego, esclavo y libre, macho y hembra, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesus”. “Cuando Cristo nos liberó, quería que permaneciéramos libres. Manténganse firmes por lo tanto y no se sometan nuevamente al yugo de la esclavitud… Cualquiera que acepte la circuncisión debe aceptar toda la Ley”. “En Jesus Cristo si uno es o no circuncidado, no hace ninguna diferencia, lo que importa es la fe que hace que su poder se sienta a través del amor”. “Toda la Ley se sintetiza en un único mandamiento, ama a tu vecino como a ti mismo”.
-Contra los judios.
En su primera epístola a los Tesalonicos, escrita alrededor de 51, Paulo se refiere a la persecución que los judios realizaban contra los cristianos. Se refiera a ellos como “el pueblo que dio muerte al Señor Jesus y a los profetas también. Y ahora están persiguiéndonos y actuando de una manera que no debe complacer a Dios y los convierte en enemigos de toda la raza humana, porque nos están impidiendo predicar a los paganos e intentar salvarlos. Nunca intentan terminar los pecados que comenzaron, pero por fin están teniendo su merecido y siendo abrumados”.
Unos seis o siete años después, en su epístola a los romanos, Paulo desarrolla su idea de que lo importante en la relación con Dios es la fe, la gracia, y no las buenas obras. Idea que será retomada por Agustin de Hippona y después por Lutero. De esta manera Paulo incluye a los poderoso y a los ricos, que Jesus excluyó. En la época de Jesus, los fariseos, los essenios y también sus seguidores, condenaron la riqueza de la aristocracia sacerdotal judia, los saduceos, que manejaba el Templo.
Paulo explica que los judios fracasaron porque “se apoyaron en las buenas obras en vez de confiar en la fe”. Las buenas obras es la caridad a la que están obligados los judios en beneficio de los pobres, las viudas, los huérfanos, los enfermos de su comunidad. Pablo transformó la obligación de caridad en la de financiar a la Iglesia. En sus viajes recaba de manera insistente fondos para los “santos” que dirigen la Iglesia desde Jerusalén.
Paulo reivindica solamente a una minoría de judios. Afirma que Dios no rechazó “a su pueblo, el pueblo que eligió especialmente hace tiempo”. Dice que como en los tiempos de Elias, hay una resto de judios “elegidos por la gracia”. “Por gracia…, nada que ver con las buenas obras, o la gracia no seria de ninguna manera gracia”. “No fue Israel como un todo que encontró lo que buscaba, solo los pocos elegidos”.
Dice que los judios “no cayeron para siempre, su caída sin embargo, salvó a los paganos, de una manera que los judios deberían emular”, es decir, convertirse. “Dado que su rechazo significó la reconciliación del mundo, su reconocimiento significaría nada menos que la Resurrección de los muertos”.
“Un sector de Israel se ha cegado, pero esto durará solo hasta que todo el mundo pagano haya entrado, después el resto de Israel será también salvado”.
Y luego Paulo modera su postura antijudia: “Los judios son enemigos de Dios solo en lo que respecta a la Buena Nueva, y enemigos solo por la salvación de ustedes: pero el pueblo elegido, es aun amado por Dios, amado por la salvación de sus ancestros. Dios nunca quita lo que ha regalado ni anula su elección”.
-Santiago defiende las buenas obras
Santiago, el hermano de Jesus y jefe de la iglesia de Jerusalén, le contesta a Paulo sobre las buenas obras en una epístola enviada a todos los cristianos, probablemente entre 57 y 58.
“La fe es así: si las buenas obras no van con ella, está prácticamente muerta”, dice Santiago después de explicarle a sus fieles que si un hermano o hermana no tiene suficiente ropa ni comida para alimentarse, y uno de ustedes les dice “les deseo lo mejor, manténganse abrigados y coman mucho… sin satisfacerles estas necesidades básicas de la vida, entonces para que sirve eso”, aludiendo a la gracia. La gracia, la fe, según Paulo, es un don de Dios, el que la recibe está predestinado. La predestinación es defendida también por Agustin y Lutero.
A la gente así, hay que decirles: “Ustedes dicen que tienen fe y yo buenas acciones; les demostraré que tengo fe a través de mis buenas obras, ahora ustedes pruébenme que tienen fe sin que tengan ninguna buena obra para mostrar.”
“¿Se da cuenta usted, hombre insensato, que la fe sin buenas obras no sirve para nada?”.
“Es haciendo algo bueno, y no únicamente creyendo, que un hombre está justificado”.
“Un cuerpo muere cuando esta separado de su espíritu, de la misma manera la fe está muerta si es separada de las buenas obras”.
—El pecado contra el propio cuerpo y el matrimonio. Elogio del amor.
El sexo es el pecado que más obsesiona a Paulo y que mas combate.
“Mantenganse alejados de la fornicación. Todos los otros pecados son cometidos fuera del cuerpo pero fornicar es pecar contra vuestro propio cuerpo. Vuestro cuerpo, como saben, es el templo del Espíritu Santo… Ustedes no son vuestra propiedad. Fueron comprados y pagados. Por eso deben usar vuestro cuerpo para glorificar a Dios”.
“Sus cuerpos son miembros que conforman el cuerpo de Cristo”.
Paulo les advierte contra “la complacencia, cuyos resultados son obvios”: fornicación, grosera indecencia, irresponsabilidad sexual, idolatría, brujería, peleas y disputas, celos, mal carácter y riñas, desacuerdos, facciones, envidia, borracheras, orgías… Lo que el espíritu trae es muy diferente: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, confianza, gentileza y autocontrol.
En la epístola a los Romanos, escrita entre 57 y 58, Paulo condena las costumbres en la capital imperial, que aun no visitó y donde después seria encarcelado durante dos años, vuelto a encarcelar mas tarde y supuestamente martirizado.
“La furia de Dios esta siendo revelada del cielo contra la impiedad y depravación de los hombres que mantienen a la verdad presa de su maldad. Porque lo que se puede saber de Dios es perfectamente evidente para ellos, dado que el mismo Dios lo hizo evidente… en las cosas que creó”. “Cuando mas se llamaban filósofos, mas estúpidos se volvían…” “Por eso Dios los dejó en sus sucias diversiones y practicas en las que deshonran sus propios cuerpos… Por eso Dios los abandonó a pasiones degradantes: por eso sus mujeres dejaron la penetración natural por practicas no naturales y por eso los hombres abandonaron la penetración natural para ser consumidos por pasión el uno por el otro, hombres haciendo cosas vergonzosas con hombres y obteniendo un apremio apropiado por su perversion”.
Para evitar la fornicación, Paulo defiende el matrimonio, como el mal menor.
“Si, es bueno que un hombre no toque a mujer, pero dado que el sexo siempre es un peligro, que cada hombre tenga a su propia esposa y cada mujer su propio marido. El marido debe dar a su esposa lo que tiene derecho a esperar, y también la mujer al hombre. La esposa no tiene derechos sobre su cuerpo, los tiene el marido. De la misma manera, el marido no tiene derechos sobre su cuerpo, los tiene la esposa. No se rechacen, excepto por consentimiento mutuo y solamente por un tiempo determinado para dejarse en libertad para rezar, luego vuelvan juntos de nuevo para que Satanás no se aproveche de vuestra debilidad para tentarlos. Esto es una sugerencia, no una regla”.
Paulo es célibe pero dice que todos los otros apóstoles estaban casados con mujeres cristianas, como Cefas/Pedro y el hermano de Jesus, Santiago. Paulo viajaba siempre acompañado por un discípulo o amigo. Primero viajaba con Barnabas, que también era judio, pero después eligió a Timoteo, un griego, como compañero de viaje. Curiosamente, antes de emprender viaje juntos Paulo lo hizo circuncidar, según cuenta Lucas en los Actos. Dice que lo hizo para apaciguar a los judios de Lystra, porque si bien su madre era una judía convertida al cristianismo, todos sabían que su padre era griego.
Cuando explica que el hombre no debe rezar con la cabeza cubierta y que la mujer si no se vela la cabeza debería ser rapada, Paulo explica: “Cristo es la cabeza de todo hombre, el hombre es la cabeza de la mujer y Dios es la cabeza de Cristo… El hombre es la imagen de Dios y refleja la gloria de Dios, la mujer refleja la gloria del hombre. El hombre no proviene de mujer (Adan), no, la mujer proviene del hombre (Eva), y el hombre no fue creado para la salud de la mujer, sino que la mujer fue creada por la salud del hombre. Sin embargo el hombre no puede hacer sin mujer y la mujer no puede hacer sin el hombre, en el Señor. La mujer puede provenir del hombre, pero el hombre nace de mujer”.
“La mujer debe permanecer en silencio en las reuniones porque no tienen permiso para hablar, deben permanecer atrás como lo dice la Ley. Si tienen algo que preguntar, deben preguntárselo a su marido en su hogar. No es correcto que las mujeres levanten su voz en las reuniones”.
«El amor es siempre paciente y amable, nunca celoso, el amor nunca es presuntuoso ni orgulloso, nunca es rudo ni egoísta, no se ofende y no se resiente. El amor no se complace de los pecados de los otros sino que se deleita en la verdad, siempre esta dispuesto a excusar, a confiar, a esperar y a soportar lo que venga. El amor no termina».
“En resumidas cuentas, hay tres cosas que duran: la fe, la esperanza y el amor, y la más grande de todas es el amor”.
—Contra la filosofia
En 57, Paulo escribe una epístola a los corintios, en la que condena a la filosofía. Trata de convencerlos de “la tontería de la sabiduría humana”.
“Dios quería salvar a los que tienen fe a través de la tontería del mensaje que predicamos. Y entonces mientras los judios piden milagros y los griegos buscan sabiduria, aquí estamos predicando un Cristo crucificado, lo que para los judios es un obstáculo y para los paganos una locura”.
“En mis discursos y sermones no hubo argumentos que pertenecen a la filosofía, solo demostraciones del poder del Espíritu. E hice esto para que vuestra fe no dependa de la filosofía humana sino del poder de Dios”. “Las profundidades del hombre solo pueden ser conocidas por su propio espíritu”. “La sabiduría de este mundo es tontería para Dios”.
—Paulo por si mismo.
En su epístola a los Filipios, Paulo se presenta:
“Naci de la raza de Israel y de la tribu de Benjamin. Hebreo nacido de padres hebreos, y fui circuncidado cuando tenia 8 días de edad. Con respecto a la Ley, yo era un fariseo; en cuanto a trabajar para la religión, fui un perseguidor de la Iglesia; en la medida que la Ley puede hacerte perfecto, yo era impoluto. Pero por Cristo, llegué a considerar todas estas ventajas que yo tenia como desventajas. No solo eso, pero creo que nada puede ocurrir que supere la suprema ventaja de conocer a Jesus Cristo mi Señor. Por él acepté perder todo”.
En su segunda epístola a los corintios Paulo cuenta su curriculum.
“Fui enviado a prisión tantas veces y azotado otras tantas, a menudo casi hasta la muerte. Cinco veces tuve los 39 latigazos de parte de los judios, tres veces me golpearon con palos, una vez fui lapidado, tres veces tuve naufragios y una vez floté en el mar abierto una noche y un día. Viajando constantemente, estuve en peligro en ríos y en peligro de bandoleros, en peligro de otra gente y en peligro de los paganos, en peligro en las ciudades, en peligro en campo abierto, peligro en el mar y peligro de los supuestos hermanos. Trabajé y laboré a menudo sin dormir, he estado sin comer y con sed y a menudo hambriento, he estado en el frio sin ropa. Y para dejar mucho por fuera, está mi preocupación diaria, mi ansiedad por todas las iglesias”. Paulo tiene un alto concepto de sí mismo.
-La sumisión a la autoridad y a la doctrina
Paulo predica la sumisión a las autoridades gobernantes, “dado que todos los gobiernos provienen de Dios y por lo tanto cualquiera que resista a la autoridad se está rebelando contra la decisión de Dios, y esa acción debe ser castigada. El buen comportamiento no teme a los magistrados, solo los criminales tienen algo que temer”. Lutero adhiere a esta doctrina de la sumisión al poder, mientras Calvino incorpora el derecho a la rebelión.
Dice que hay que pagar impuestos porque “los funcionarios del gobierno son funcionarios de Dios”. También ordena que los esclavos obedezcan a sus amos, los hijo al padre, las esposas a los maridos.
“Si alguien predica una versión de la Buena Nueva diferente de la que ya les predicamos, aunque seamos nosotros o un ángel del cielo, será condenado”.
“No deben asociarse con un hermano cristiano que lleva una vida inmoral, o es un usurero, o idolatra, o difamador, o borracho, o es deshonesto, no deben ni siquiera comer con una persona así. No me compete juzgar a los que están afuera. De los que están adentro seguro pueden ser sus jueces. De los que están afuera Dios es el juez”.
-La Iglesia
El centro de la Iglesia es Jerusalen, donde están los apóstoles o santos. De Jerusalén dependen las iglesias fundadas por Paulo y otros predicadores que viajan también por el imperio romano.
“En la Iglesia, Dios dio el primer lugar a los apóstoles, el segundo a los profetas, el tercero a los maestros, después de ellos, milagros, y después de ellos el don de curar, ayudantes, buenos lideres, los que tienen varios idiomas”.
“Debo llevar un regalo en dinero a los santos en Jerusalén…. Los paganos que comparten las posesiones espirituales de esta pobre gente tienen un deber de ayudarlos con posesiones temporales”.
“Cada Domingo, cada uno debe apartar lo que se puede permitir, así que la colecta no se haga después de mi llegada. Cuando estoy con ustedes, enviaré sus ofrendas a Jerusalén de la mano de quien ustedes hayan dado cartas de referencia; si vale la pena que yo también vaya, pueden viajar conmigo”.
A los corintios les pone como ejemplo a los macedonios, “que a pesar de su intensa pobreza, se desbordaron en una fortuna de generosidad. Juro que no solo dieron lo que podían sino mucho mas”.
“No se ilusionen pensando que Dios puede ser estafado” escribe a los Galatas.
Rafael Noboa
7 de febrero de 2022
Los Pirinchos, Colonia Italia, San José.
Bibliografia
THE JERUSALEN BIBLE. Las citas son traducciones mías del ingles.
Cuando no lo explicito, me estoy refiriendo a los Evangelios sinópticos. Cuando cito al de Juan siempre se lo atribuyo.
A GUIDE FOR THE BIBLE – Isaac Azimov.
CONFESIONES – San Agustin.
LUTERO –
El triunfo del cristianismo
(Para mi madre, católica, apostólica, romana, con una fe inquebrantable, aunque al final de su vida lamentó haberle hecho tanto caso a los curas).
El cristianismo demoró casi tres siglos en tomar el poder en el imperio Romano. Pasó casi sin solución de continuidad de la peor de las persecuciones bajo Diocleciano, entre 303 y 312, al decreto de Tolerancia de Constantino en 313, que le abrió las puertas de la corte y de la administracion del imperio. En 380 fue declarada religión oficial por Teodosio el Grande. El paganismo fue ilegalizado y perseguido. La elite del Imperio romano no vislumbró este cambio de época, no vio llegar al cristianismo al poder.
El cambio de época que provocó el triunfo del cristianismo solo es comparable al ocurrido en la Grecia clásica, en los siglos VII y VI ac, cuando se adoptaron explicaciones racionales al funcionamiento del universo y al comportamiento humano, desplazando a las mitológicas. El nacimiento de la filosofia con Thales de Mileto (624-546). El cristianismo implicó el fin de esta época de casi mil años, dado que estableció que la fuente de conocimiento era la revelación de los textos sagrados, y condenó a la filosofía.
Inicialmente, el cristianismo se difundió a partir de las comunidades judías instaladas en ciudades del Imperio romano aledañas al Mediterráneo, a partir de la actividad misionera iniciada por Paulo de Tarso. También creció en Babilonia y otras ciudades persas sasánidas, donde ya existían importantes comunidades judías con varios siglos de implantación.
Fuera de las comunidades judias, en los siglos I y II, el cristianismo creció entre los gentiles, griegos y romanos, sobre todo gente humilde, migrantes, mujeres, esclavos.
En el siglo III, el imperio romano sufrió una profunda crisis. Inestabilidad política y derrumbe de sus fronteras en el Rhin y el Danubio, por donde incursionaban los germanos, y en el Eufrates, por donde atacaron los persas sasanidas, entre los años 240 y 300 dc.
Esto acarreó una crisis militar permanente, con sucesivos pronunciamientos de las legiones que entronizaron emperadores o nombraron usurpadores y desataron guerras civiles. Junto a las incursiones de los germanos, (Atenas fue saqueada por los godos en 260 dc), la inestabilidad política afectó los intercambios comerciales, desató la inflación.
En la década de 260 una revolución militar salvó al imperio. La aristocracia senatorial fue desplazada por los militares El ejercito duplicó sus efectivos a 600.000 hombres, y reformó las legiones con unidades más pequeñas y móviles. Esto provocó una fuerte presión impositiva, al tiempo que permitió la consolidación de las fronteras.
La inestabilidad y las profundas transformaciones que sufrió el imperio generaron en la población una crisis existencial que favoreció la difusión de las sectas orientales. Se multiplicaron los seguidores de la diosa egipcia Isis, de Hermes Trismegisto, de la divinidad iraní Mitra -estos últimos numerosos en el Ejercito-, los gnósticos que combatían el cuerpo en beneficio del alma, los maniqueos cuyo profeta iraní Mani había reinterpretado el cristianismo, los judios y los propios cristianos.
Eran comunidades de iniciados, cerradas, que daban seguridad en la vida cotidiana y ayudaban a combatir la ansiedad provocada por la idea del demonio, del pecado, de los riesgos para la vida eterna. Por eso, desarrollaron ritos para asegurar la vida después de la muerte.
Peter Brown sostiene que en este época de cambios revolucionarios, aparece una nueva sensibilidad. Sobreviene una búsqueda de una relación intima con un ser superior con el que se puede estar solo, de la perfección o del mejoramiento de uno mismo. La conversión, la revelación, son atajos para adquirir una cosmovisión, una ética de vida, que en la educación clásica requería años de estudios de la gramática, la retórica, la literatura, la filosofía, la historia.
La religión tradicional, con sus sacrificios y oráculos, no satisfacía estas necesidades, ya puestas de manifiesto por los estoicos.
En el siglo III, el cristianismo dejó de ser una religión de mujeres, migrantes y esclavos, para penetrar en la baja clase media, artesanos, comerciantes. Tenia una organización centralizada en sus obispos y estaba volcado hacia adentro de sí mismo, buscando una respuesta en una nueva manera de vivir que revolucionaba la mentalidad tradicional. Un esclavo podía ser obispo, por encime de un fiel de la clase senatorial. El reclutamiento de nuevos fieles era muy selectivo, debían pasar mucho años como catecúmenos antes de recibir el bautismo. Sus practicas caritativas con los mas necesitados, y solidarias durante epidemias o desastres naturales, les atrajeron mucho adeptos.
Los emperadores, lejos de las grandes ciudades del Mediterráneo, combatiendo en las fronteras, no percibieron el crecimiento del cristianismo y del maniqueísmo, dos sectas que condenaban la religión tradicional como expresión del demonio.
Diocleciano (284-305).
El gran reorganizador del Imperio fue Diocleciano, un dálmata surgido de las filas del Ejercito y expresión del nuevo poder militar. Para facilitar la administración, creó la tetrarquia, que centralizó y dividió al imperio entre un emperador de Oriente y otro de Occidente, cada uno acompañado por un Cesar, llamado a ser su sucesor. Estableció nuevos centros administrativos y de poder más cerca de las fronteras en Milan, Treves en el Rhin, Antioquia en Siria, estableció su capital en Nicomedia, en Anatolia, en la costa del mar de Marmara. Los emperadores abandonaron Roma.
En defensa de la religión tradicional, Diocleciano lanzó grandes persecuciones contra los maniqueos (299-302) y contra los cristianos (303-312). En 302 mando quemar los libros maniqueos. Si sus seguidores persistían los condenó a muerte. Al año siguiente ordenó la destrucción de las iglesias y la disolución de las comunidades cristianas. No logró erradicar al cristianismo y tampoco al maniqueismo. Esta fue la única persecución sistemática y sangrienta de los cristianos durante el Imperio.
Paralelamente la educación tradicional estaba en crisis. Los sofistas (así llamaban entonces a los filósofos), los gramáticos y los retóricos peleaban con sus indisciplinados alumnos, que no solo acosaban a sus profesores sino que reclutaban con violencia a nuevos compañeros y atacaban los cursos de profesores competidores.
Crisis de la religión tradicional
La religión tradicional también estaba en crisis. La adoración de los 12 dioses Olimpicos a través de sacrificios en los templos, y de otros muchos dioses menores o semidioses, dioses locales o importados de Egipto, Tracia, Persia, Mesopotamia, si bien afirmaba la tolerancia y el pluralismo, acentuaba los particularismos en un imperio multiétnico y plurilingüe.
El templo o lugar de culto revestía una gran importancia y formaba parte de la identidad de una ciudad. Los dioses olímpicos adoptaban diferentes nombres y ritos en cada ciudad. La única función de los sacerdotes era sacrificar, no se pronunciaban sobre cuestiones éticas o espirituales. Las fuentes escritas que unificaban a la religión griega clásica eran literarias, Homero (s.VIII ac), Hesiodo (sVIII ac-VII ac). Sus textos no eran sagrados, revelados. Los romanos continuaron con el estudio de estos textos. Otras referencias comunes eran los santuarios Delfos, Delos y Olimpia. Existía una separación absoluta entre lo sagrado y lo secular. Los dioses no tenían nada que ver con las leyes.
Los dioses griegos, después adoptados por los romanos, eran de este mundo, a diferencia del dios monoteísta, trascendente y remoto. Podían enamorarse de los humanos, participar en sus guerras. Existían ademas cultos de misterios para iniciados, dionisiacos sobre la vida en el más allá, o los pitagóricos de purificación del alma y del cuerpo (Pitagoras 570-500 ac).
Una innovación romana contribuirá a la crisis de la religión tradicional. Los romanos divinizaron postmortem a sus emperadores. Esto provocó primero una rebelión de los judios entre 67 y 73, que se negaron a sacrificar en el altar de Nerón. Vespasiano destruyó Jerusalén y el segundo templo. La divinización de los emperadores también desató desobediencia entre los cristianos y los maniqueos, y represalias romanas. En 250 dc, el emperador Decio lanzó la primera persecución importante de los cristianos al obligar a todos los ciudadanos a certificar con un magistrado haber sacrificado a los dioses y por el bienestar del emperador.
Cristianismo y filosofía
En el siglo I dc, las escuelas filosóficas griegas se popularizaron entre la elite romana. El desafío que enfrentó el cristianismo fue precisamente rivalizar con el sofisticado pensamiento filosófico griego, contando únicamente con sus sencillas parábolas evangélicas,
Orígenes de Alejandria (184-253), un apologético cristiano considerado el padre de la teología, desempeñó un papel fundamental porque presentó al cristianismo como el gran defensor de la civilización clásica, del helenismo.
En el siglo III dc, Plotino (205-270), nacido en el Alto Egipto, se instaló en Roma a enseñar filosofia. Desempeñó un papel fundamental en la difusión del monoteísmo de Platón, y se convirtió en el puente entre la cultura clásica y el cristianismo.
Platón (424-347 ac) criticó a los poetas, Homero, Hesiodo y a los trágicos, por su visión humana de los dioses, con vicios y crímenes. Quería dioses perfectos, ideales, y así contribuyó al monoteísmo. En su teoría sobre la inmortalidad del alma, los virtuosos son liberados del cuerpo al morir, mientras que los pecadores se reencarnan. Cada alma tiene una estrella a la que vuelve si vivió éticamente. Si no, se reencarna en una mujer. Una mujer mal comportada se reencarna en un animal.
En Timeus, su última obra y la mas leída en la antigüedad tardía y en la edad media, elaboró la idea de un dios creador, demiurgo, una deidad antropomórfica, activa, del cual los otros dioses son meras expresiones. En Las Leyes, ofreció sus pruebas de su existencia: lo que explica el movimiento del cielo es dios, entre los humanos el alma es una partícula de dios. Si no se acepta que el hombre comparte lo divino en su alma, entonces la perfección es imposible. Creer en dios es fundamental para tener una sociedad justa. Después del suicidio impuesto a Socrates, Platón quiso enterrar la idea de que el ateísmo es el origen de la filosofía. Impulsó la represión a los que se apartaban de la ortodoxia religiosa.
Los Padres de la Iglesia reformaron el cristianismo como otra escuela filosófica neoplatónica en los siglos III y IV dc. Como padres de la iglesia, se conoce a los obispos eruditos Ambrosio de Milan de clase senatorial, Agustin de Hipona que antes fue maniqueo y profesor de retórica, Juan Crisostomo de Antioquia y Constantinopla alumno del prestigioso retórico politeísta Libanius, Atanasio de Alejandría, Jerónimo de Estridon, Basilio de Cesarea, Gregorio de Nacianzo. El neoplatonismo fue la única escuela filosófica aceptada entonces por el cristianismo.
También el emperador Juliano (359-363), calificado de “apostata” por los cristianos, se inspiró en Plotino en su tentativa de reformar la religión tradicional para contrarrestar al cristianismo. Juliano afirmó que todos los dioses son expresiones del Uno, el dios creador. El alumno de Plotino, Porfirio, también inspiró a Juliano con sus escritos contra los cristianos.
Otro egipcio, San Antonio (251-356), siguió otro camino. Decidió dejar todo para seguir a Jesus como dice el Evangelio. Empezó una nueva vida en anacoresis en el desierto. Atanasio patriarca de Alejandría escribió su biografía que tuvo un impacto enorme a lo largo y ancho del imperio.
Los anacoretas se multiplicaron en Egipto, en Siria, en el norte de Africa. En Siria pasaron a vivir encima de una columna desde la que predicaban, como Simenon el Estilita. Posteriormente, también en Egipto, surgen los monasterios. Los monjes contribuyeron a difundir el cristianismo entre las masas rurales y urbanas del Oriente helenizado. Se convirtieron en los interlocutores privilegiados ante Dios para combatir al demonio y para la aterradora instancia del juicio final. También fueron la fuerza de choque en el combate a la religión tradicional, destruyeron los templos, los santuarios, las estatuas de los dioses, penetraron en las casas de los fieles de la religión tradicional para destruir los Idolos. Lincharon a la gran filosofa de Alejandría, Hipatia en 415. En Occidente también se multiplicaron los monasterios y los obispos reclutaron a sus sacerdotes entre los monjes.
Mani
Una secta rival del cristianismo en los siglos IV y V fue el maniqueísmo, por el que pasaron tanto Plotino como Agustin de Hipona. Su profeta fue el persa Mani, que nació en 216 en Mesopotamia. Hijo de Pattek nacido en Erbatana (Hamadan, Iran central) y después emigrado a Ctesiphon, la capital imperial, donde escuchó una voz en un templo pagano: “No comas carne, no tomes vino, no tengas sexo con nadie”. Su esposa Maryam ya estaba embarazada de Maní. Se integraron a una estricta secta bautista. Mani a los 12 años tuvo una revelación. Rompió con los bautistas en 240.
Su doctrina parte de una oposición absoluta de la luz y la tiniebla, del bien y del mal, del cuerpo y del alma. Escribió el Evangelio maniqueo en arameo. Se autodefinió como “Apóstol de Cristo por la voluntad de Dios” (un Cristo espiritual dado que niega que se haya encarnado como Dios). Prohibe el consumo de carne y todo producto animal como proveniente de las tinieblas. Fustiga el cuerpo y el sexo como origen del mal. A través de los vegetales se consume luz, la divinidad. Gran misionero, se inspiró en Paulo de Tarso, y también en aspectos doctrinarios de sus epístolas. El maniqueísmo se difundió por todo el imperio romano, el imperio persa, Asia central, India y China. Mani se consideraba el Paracleto (el Espiritu Santo). Acusaba a los evangelios de ser“semi cristianos”, de estar contaminados de judaísmo. Encarcelado en durísimas condiciones por el sha y el clero zoroastriano, murió en prisión el 26 de febrero de 276.
Constantino (272-337)
Hijo del Cesar de Occidente Constancio Cloro y de la posadera Helena, Constantino, nacido en la actual Serbia, fue proclamado emperador de Occidente por sus tropas en 306. El 28 de octubre de 312, derrotó al emperador Maxentius en la batalla del Puente Milviano y se convirtió en emperador de Occidente. Supuestamente, según la leyenda, tuvo una visión, una cruz, que le condujo a la victoria.
En el 313, junto con el emperador de Oriente, Constantino decretó la libertad de cultos con el edicto de Milan, que favoreció a los cristianos y a otras religiones y puso fin al periodo de persecuciones iniciado por Diocleciano.
Estas persecuciones habían sorprendido a las elites cristianas, perfectamente instaladas en las ciudades en torno al Mediterránea. Si bien duró casi una década, no logró erradicarlos.
Ya en 315 Constantino se inmiscuyó en las querellas cristianas. Condenó a los Donatistas, una disidencia cristiana purista en el Norte de Africa, que rechazaba a los que habían entregado los evangelios durante la persecución de Diocleciano.
En 324, Constantino derrotó al emperador de Oriente, Licinius, y unificó el imperio. Refundó Bizancio como Constantinopla, inaugurada en 330 después de 12 años de construcción. Saqueó casi todas las obras de arte clásicas de las ciudades y templos griegos para decorar su ciudad. Restableció la sucesión dinástica y estableció como moneda el solidus de oro de 24 carates, que duró 600 años. Impuso a funcionarios cristianos en la corte y en la burocracia imperial, que pasó a ocupar el centro de la sociedad. La burocracia y la corte usaban uniforme de tipo militar y su lengua era el latin al igual que la del Ejercito, aunque el idioma predominante en el imperio de Oriente era el griego. La educación clásica era lo que permitía a los jóvenes provincianos aspirar a una carrera en la burocracia, o en la corte. En el siglo IV se desarrolló una polémica entre helenistas y cristianos en torno a la educación, los primeros favorables a la gramática, la retórica basada en la literatura clásica, y la filosofía, los segundos impulsaban el estudio de los evangelios, la biblia, los Hechos de los apóstoles, las epístolas.
En 325 Constantino impulsó el concilio de Nicea que aprobó el Credo católico que se recita hasta el día de hoy. Impuso la Trinidad, Dios uno y tres. Los obispos de Persia y de otras regiones asiáticas fuera del imperio romano no fueron invitados a Nicea, por lo que celebraron sus propios concilios en Persia, y organizaron su iglesia bajo la protección del sha. En materia doctrinaria, apoyaron las decisiones de Nicea. Sin embargo estallaron luchas internas en torno al nombramiento de obispos y los cristianos realizaron un proselitismo agresivo contra los zoroastrianos, la religión de la aristocracia persa. El sha puso fin a su tolerancia.
Constantino toleró a la religión tradicional politeísta y recién fue bautizado en su lecho de muerte. Durante su reinado el crucifijo surgió como símbolo del cristianismo. El criptograma cristiano Chi-Rho fue adoptado en el estandarte militar imperial, PX superpuestas.
Constantino empezó la lucha contra los cismas. Los principales fueron:
El arrianismo, que consideraba a Jesus como un enviado de Dios, enfatizaba su humanidad. Se difundió en Oriente y es adoptado por los visigodos, los ostrogodos, los vandalos.
Los donatistas, era una iglesia paralela, purista, en el Norte de Africa, que rechazaba a los cristianos colaboracionistas que habían entregado los evangelios y las biblias a los perseguidores bajo Diocleciano.
Eustacianos, en Libia, combatían las riquezas.
Priscilianismo en España impulsaban el celibato.
Los seguidores de Pelagio en Italia, negaban el dogma del pecado original y defendían el libre albedrío.
En estos años comenzó el culto de los mártires, cuando las persecuciones ya habían cesado.
Voy a presentar el triunfo del cristianismo a través de dos personajes clave del siglo IV, que tienen sus vidas y sus obras bien documentadas.
El emperador Juliano, adversario de la hegemonía cristiana en el imperio, intentó restablecer la religión tradicional y perdió la vida en esta empresa.
Agustin, obispo de Hiponna, cuyas Confesiones son consideradas la primera autobiografía de la literatura occidental. Relata su transición del maniqueísmo, que practicó durante 9 años, al cristianismo, cuando éste llegaba al poder religioso en el imperio romano. Y también, cómo se fue elevando hacia la contemplación del verdadero dios.
Por motivos cronológicos, entre los dos, me referiré a Teodosio el Grande, que fue quien en 380 declaro al cristianismo religión oficial y a Teodosio II que prohibió el paganismo.
Juliano (330-363)
Juliano, nieto de Constancio Cloro, fundador de la dinastía, y sobrino de Constantino, nació en 330. En 337, después de la muerte de Constantino en Nicomedia, lo sucedieron sus tres hijos, entre los que repartió el Imperio. Tras la muerte de sus dos hermanos, Constancio II emperador de Oriente, reunificó el imperio en 352. Para asegurar su poder, mandó asesinar al padre de Juliano y a otros 11 descendientes de Constancio Cloro y su segunda esposa, la emperatriz Teodora. Constantino era hijo de su primera esposa o concubina, Helena.
Solo se salvaron Juliano y su hermano Galo, por ser menores de edad. Galo, nombrado Cesar de Oriente, fue ejecutado en 354, condenado por abuso de poder. Constancio II muy vinculado a los obispos, apoyó las tesis arrianas. El obispo Atanasio de Alejandría, gran enemigo del arrianismo, envenenó a su fundador, el sacerdote y teólogo alejandrino Arrio (250-336), y fue exiliado varias veces por el Emperador.
En la intimidad, Juliano era politeísta, seguidor de Mitra y había sido iniciado en los misterios de Eleusis. Estudió retórica y después filosofía en la universidad de Atenas. Fue el primer emperador educado en la cultura clásica en un siglo de emperadores militares.
En 355 fue proclamado Cesar de Occidente por Constancio II, que lo casó con su hermana Helena, 10 años mayor que él. Fue un excelente general. Combatió con éxito a los germanos y derrotó a su rey Chnodomar al que envió encadenado a Constantinopla, donde murió años después. Las legiones galas lo proclamaron Augusto en Paris en 359. Helena murió poco después y él abrazó el celibato. Marchó hacia Constantinopla combatiendo a las fuerzas leales a Constancio II. El 11 de diciembre de 361 entró en Constantinopla (casi un millón de habitantes) como emperador, después de la muerte de Constancio II en Antioquia donde preparaba una campaña contra los persas. Los cristianos lo llamaron el Apostata. Juliano se había apartado de la religión de los asesinos de su familia, en la que había sido educado.
En 362, Juliano aprobó el edicto de Tolerancia, que restableció la libertad religiosa cercenada por la burocracia cristiana de Constantino. Los presbíteros y obispos tuvieron que pagar impuestos, levantó el exilio a obispos disidentes como Atanasio de Alejandría. Restableció los templos de los dioses tradicionales. Los obispos ya no tuvieron más derecho a utilizar el transporte publico de la jerarquía imperial para ir de una ciudad a otra. Excluyó a los cristianos de la guardia Escolaria del emperador y no permitió que fueran gobernadores de provincias. Retiró las cruces de lugares públicos.
Su edicto mas controvertido fue la prohibición a los cristianos de enseñar la retórica, basada en los clásicos greco-romanos. Juliano sostuvo que los cristianos no pueden enseñar una literatura basada en dioses en los que no solo no creen, sino que los combaten como diabólicos. Afirmó que debían dedicarse a enseñar sus simples parábolas escritas en un mal griego.
Escribió un libro “Contra los galileos” (no les llamaba cristianos porque el Cristo o el Mesias implicaba que Jesus seria el ungido rey de los judios), que si bien se perdió o fue destruido, fue parcialmente reconstruido a partir de textos cristianos bastante posteriores que lo combatieron.
Se refirió a Paulo de Tarso “como el mas extraordinario mago y embaucador que jamas haya existido en lugar alguno… aunque Pablo es digno de admiración. En efecto, según las circunstancias, cambió sus opiniones respecto a dios, que igual que los pólipos cambian de color según las rocas, unas veces manteniendo que solo los judios son el lote de dios, mientras que, por otro lado, intenta atraerse a los griegos a su partida diciendo: ‘No solo es el dios de los judios, sino también el de los gentiles, si, también el de los gentiles’. Es justo pues preguntar a Pablo, si dios no lo es solo de los judios sino también de los gentiles, ¿por qué envió solo a los judios la gracia profética en abundancia (…) y finalmente también le envió a Jesus; en cambio a nosotros ni profetas, ni unción, ni maestro…”
En fin, Juliano se pregunta por qué dios eligió a un pequeño pueblo ignoto que se instaló en Judea 2000 años antes, que nada aportó a la humanidad en materia de conocimiento, y no a los constructores de las grandes civilizaciones de hace miles de años, los egipcios, los asirios, los griegos, los romanos.
En los últimos 4 meses de su vida, Juliano escribió su Memoria. Su proyecto era restablecer el Imperio sobre la base del Derecho Romano y afirmar una política de tolerancia en materia religiosa. Juliano pretendía reconstruir el templo de Jerusalén para contradecir una profecía cristiana.
Después de su muerte, Juliano desató una polarización entre los intelectuales similar a la que existe hoy en dia. Los politeístas como Libanius lo ensalzaron, los cristianos como Gregorio Nacianzeno, lo demonizaron.
El que aparece como más digno de crédito es el historiador Amiano Marcellinus, que lo acompañó en la campaña militar en Persia y estuvo a su lado cuando lo mataron. Amiano se mantuvo fiel a la religión tradicional aunque no atacó al cristianismo, quizás como táctica de sobrevivencia cuando su poder fue restablecido a la muerte de Juliano. Así describió las virtudes y los defectos de Juliano:
“Una castidad tan inviolada que después de perder a su esposa se sabe que no tuvo ninguna relación sexual”, “la parquedad en la comida y del descanso”, la prudencia, una justicia atemperada con la benevolencia, severidad sin crueldad, su fortaleza física y valentía, el “conocimiento de los asuntos militares“, una autoridad por la que inspiraba a sus súbditos a la vez cariño y temor, una gran generosidad y ausencia de avaricia, “despreciaba tranquilamente las riquezas”. Y sus defectos, según Amiano: carácter inconstante, locuacidad excesiva, superstición, “demasiado aficionado a tener en cuenta los presagios”, “sacrificaba sin duelo víctimas innumerables”, vanidad, “feliz con los aplausos del pueblo, buscador desmedido de parabienes”.
La creencia supersticiosa de Juliano en oráculos y adivinación fue lo que lo perdió, según el escritor estadounidense Gore Vidal, en su biografía novelada de Juliano. Un mago, Maximo, que pretendía comunicarse con los dioses, prometió a Juliano que seria un nuevo Alejandro. Después de su exitosa campaña contra los persas, en vez de aceptar una ventajosa oferta de paz, Juliano continuó su campaña de conquista hacia el Este. Inmediatamente después fue asesinado de un lanzazo en 363, durante una escaramuza con los persas. Según Vidal, su sirviente cristiano Callistus, le había retirado su coraza con la excusa de arreglar las correas, como parte de una conspiración de unos 20 oficiales cristianos de las legiones, que se habían juramentado para que Juliano no regresara con vida de su campaña contra los persas. Una ficción plausible. Los cristianos atribuyeron su muerte a la intercesión de un santo cristiano, de un arcángel o del propio Jesus.
Juliano, filosofo y gran general, llegó demasiado tarde para imponer su proyecto restaurador en el Imperio y para impedir el triunfo del cristianismo, que ya estaba enraizado.
Teodosio el grande (emperador de Oriente 379-385)
Un edicto emitido en Tesalonica por el emperador Teodosio, estableció en el 380, 17 años después de la muerte de Juliano, al catolicismo (cristianismo universal) como religión oficial del Imperio. Todos los súbditos debían seguirla. Los fieles de otras religiones fueron considerados “dementes lunáticos” (politeístas, maniqueos, judios, herejes cristianos, ateos).
En 381, Teodosio sacó otro edicto insistiendo en que los que no profesaban el catolicismo de Nicea debían ser expulsados de las ciudades. El emperador de Occidente, Graciano (375-383), aprobó por su parte nuevas leyes contra las sectas, en especial contra los maniqueos.
Graciano rechazó el titulo politeísta de Pontífice Maximo y acabó con los sacerdotes paganos y las vestales, también confiscó las propiedades de los templos. Se consumó así la revolución ideológica desatada por la cristianización del imperio: la alianza entre el poder absoluto y el absolutismo religioso. La culminación de un proceso iniciado mas de 300 años antes por Paulo de Tarso.
Teodosio II (408-450)
Después de la ley de 399 que ordenó el cierre de templos paganos, Teodosio II aprobó el Codex Teodosiano, una recopilación de las leyes romanas. Sus últimos 16 libros definen a la Cristiandad Católica que el Imperio promueve y reúne la legislación contra todas las desviaciones. La herejía es un crimen contra el Estado. Se prohibe recordar a los herejes. Se adoptan penas contra los apostatas. Se protege a los judios pero se les prohibe convertir a cristianos o tener esclavos cristianos. Se proclama la erradicación del politeísmo, incluso so pena de muerte. Se prohibe todo debate publico sobre religión. Comienza a instaurarse el totalitarismo catolico.
Paralelamente se consumó la erradicación de la religión tradicional a nivel popular. Los monjes destruyeron templos, estatuas de los dioses, santuarios.
El siglo V marca el fin del paganismo en el Imperio romano. Sin embargo, la relación entre algunos intelectuales católicos y politeístas es de admiración y respeto. El famoso retórico politeísta Libanius de Antioquia fue el profesor respetado de Juan Crisostomo, obispo de Antioquia y de Constantinopla. La brillante filosofa, astrónoma y matemática politeísta, Hypatia de Alejandria, fue la profesora adorada del obispo de Cyrene, Sinesius. Hypatia fue linchada por los monjes en 415, el mismo año que incendiaron el Serapeum, templo de Serapis con una gran biblioteca .
El helenismo, no obstante, siguió vivo en el Imperio de Oriente, inclusive hasta el siglo XIII en Capadocia, en Asia Menor.
Agustin de Hipona (354-430)
Cuando Juliano fue asesinado, Agustin tenia 9 años. Nació en 354 en Thagasta (Sus el Ahras, Argelia), en una familia de baja clase media. Tenían un campo de 8 hectáreas (viña, olivos). El padre de Agustin, Patricio, murió cuando éste tenia 17 años. Había sido un jefe de familia violento con su esposa, Monica, una devota cristiana que adoraba a su hijo al que quería convertir, al igual que a su marido. Monica había nacido en 331/2 en una familia cristiana. Paulo de Tarso recomendaba a las esposas cristianas que convirtieran a sus esposos paganos. Patricio se hizo catecúmeno antes de morir.
Agustin en su autobiografía relata que tuvo una adolescencia absorbida por las pasiones de la carne. Dice que lo que más quería era “amar y ser amado” (16 años). “Todavía no estaba enamorado, estaba enamorado del amor”. “Vine a Cartago y alrededor mío hirvió un “sartago” (sartén) de amores escandalosos”, un juego de palabras en latín. Agustin estudió retórica en Cartago.
Destacó los peligros de la amistad en la adolescencia: el efecto manada a robar y pecar; el impulso sexual a cruzar limites peligrosos; el impulso a querer a un amigo como si fuera por toda la eternidad. Golpeado entonces por la muerte de su amigo intimo, expresó su desconsuelo a la manera de Cicerón cuando murió su hija. Los dos combatieron la desesperación del duelo escribiendo.
De estos pasajes sobre las amistades masculinas en la adolescencia se interpreta que en esos años mantuvo relaciones homosexuales, como era común en la civilización grecorromana.
Cita la definición de la amistad de Cicerón: el otro yo. Agustin dice que un amigo es uno de muchos, pluribus unum, o la mitad del alma de uno, lo que viene de Pitágoras. Alejandro Magno decía: mi tesoro son mis amigos.
Durante esos años de estudiante, Agustin pide a Dios que le dé castidad, “pero no todavía”. En 372, con 18 años, tomó una concubina. Tuvieron un hijo, Diosdado (ese nombre se usaba para hijos no buscados). Fue muy influenciado por el Hortensio de Cicerón, algunas de cuyas ideas lo marcaron: La filosofía, la búsqueda de la verdad como única fuente de felicidad mas allá de los vuelcos de la fortuna. Los grandes placeres del cuerpo no son compatibles con el pensamiento intelectual.
Al año siguiente de que el emperador sacara un edicto contra los profesores maniqueos, en 372, Agustin se convirtió en oyente maniqueo en 373. Permaneció en esa secta durante 9 años, hasta 382, alguna de cuyas ideas tuvieron una duradera influencia en su pensamiento.
Los adeptos se dividían entre los electos, los puros, célibes y con ritos secretos, y los oyentes, que servían a los electos, en particular les preparaban la comida vegetariana, porque los puros no podían matar plantas, fuentes de luz. Los productos animales eran fuente de tinieblas y estaban prohibidos.
Cuando terminó sus estudios, Agustin, joven ambicioso, comenzó a dar cursos de retórica a los indisciplinados alumnos de aquella época.
Es interesante comparar las opciones que va tomando Agustin con los edictos imperiales que favorecían al catolicismo y perseguían a las otras sectas, en particular a los maniqueos. Hay que recordar que en 380 el emperador Teodosio el Grande declaró al Catolicismo religión oficial del imperio romano y en 381 emite edictos contra los maniqueos.
-Agustin deja a los maniqueos y parte a Roma
Agustin abandona la secta al año siguiente de estos decretos, en 382. Igual fue denunciado como maniqueo y procesado en ausencia en Cartago. En el 383 se fue a Roma, según él para escapar de la indisciplina de los alumnos, pero en los hechos para evitar el proceso y seguir su carrera de retórico. Roma podía permitirle conseguir un puesto en la burocracia imperial, que pudiera traducirse después en un cargo importante en el Norte de Africa. También tenía planes de realizar un matrimonio provechoso con una joven adinerada.
Su madre, Monica, quería seguirlo, pero él la engañó y se embarcó abandonándola, así como a su concubina y a su hijo. Agustin cayó gravemente enfermo en Roma, adonde llegaron detrás suyo la mama, la concubina y el hijo.
En Milan, capital entonces del imperio romano de Occidente, Agustin conoció a su obispo, Ambrosio, que influenció su conversión al catolicismo. Ambrosio, un aristócrata de clase senatorial, mantenía una relación estrecha con el emperador, que le encargó misiones diplomáticas. Agustin se deslumbró con el poder alcanzado por el cristianismo.
Ambrosio es un católico niceano radical, que no titubea en enfrentarse a la emperatriz de Occidente, esposa de Graciano, que era arriana. Se negó rotundamente a prestarle una iglesia para realizar los ritos de la Semana Santa. También se enfrentó al prefecto politeísta de Roma, Symacus, que quería conservar el templo de la Victoria en el Senado y otros ritos tradicionales.
En 386, Agustin renunció a ser profesor de retórica y abandonó un buen partido matrimonial, influenciado por los sermones de Ambrosio, los que hacía registrar con taquigrafía, muy utilizada en esa época. Mandó a su concubina de regreso al Norte de Africa, pero conservó a su lado a su hijo Diosdado. Al año siguiente, Ambrosio lo bautizó en Milan.
Roma había perdido su primacía, así como alrededor de un millón de sus habitantes desde la época de los Antoninos. Cuando estuvo Agustin, tenia 500.000 habitantes. Los emperadores de Occidente residían en Milan o en Treves, actual Alemania. Los alrededor de 2.000 senadores latinos seguían sesionando en Roma, pero vivían cada vez mas frecuentemente en sus casas de campo, donde administraban sus provincias. Esta emigración de la aristocracia senatorial de Roma a las provincias de occidente, tiene como resultado la sub romanización de las mismas y la difusión del latín. Lo que dará origen después a las lenguas romances. Los obispos se plegaron paulatinamente a esta nueva aristocracia en las provincias y poco a poco, la aristocracia senatorial se cristianizó también. Los obispos pasaron a ser el poder provincial del Imperio.
Peter Brown sostiene que en el siglo II la aristocracia romana invertía sus fortunas en templos, festivales y juegos para dignificar sus ciudades. En el siglo III los magnates invierten en grandes mansiones y bibliotecas en el campo para sí mismos, donde transcurría su ocio erudito, y en el siglo IV y V benefician a la Iglesia Católica, construyen basílicas, sus obispos ganan fortunas.
- El catolicismo de Agustin
En Roma, Agustin descubrió al filosofo egipcio platónico Plotino, que había enseñado en esa ciudad más de un siglo antes. Plotino difundió el pensamiento de Platón, 600 años después de su muerte. Su otra inspiración, así como lo había sido antes de los maniqueos, fue Paulo de Tarso,.
En esos años, entre Roma y Milan, Agustin sentó las bases de su pensamiento: Conocerse a sí mismo. Encontrar a Dios a través del misterio intimo del alma. Los que se entregan a la acción es porque no pueden encontrarse a sí mismos. La contemplación es más importante que las obras. La curiosidad, la ciencia, la filosofía son fuente de pecado. La revelación es la fuente del conocimiento.
Agustin considera que el archi pecado es la soberbia, que es lo que condujo a Adan y Eva a la perdición. Cristo mostró humildad al encarnarse. La humildad es la principal cualidad de los cristianos. Considera que los niños nacen pecadores, son malignos hasta el bautismo, por el pecado hereditario de Adan y Eva.
Otro tema que desvela a Agustin es la cuestión del celibato, también pregonado por los maniqueos para los puros. Paulo dice que es bueno no tocar mujer, aunque considera al matrimonio como el mal menor para evitar la fornicación. Agustin se centra en una cita de Paulo antes de decidirse a ser célibe. “Ni en algazara ni embriaguez, ni promiscuidad y falta de vergüenza, ni en disputas y rivalidades, entréguense al Señor Jesus Cristo y no se entreguen a la carne en la lujuria”.
Primero en las afueras de Milan, después a su regreso al Norte de Africa en 388, Agustin vive en comunidad con sus amigos cristianos. Un año antes, Agustin había sido sentenciado en ausencia por maniqueo, su fe repudiada, que lo perseguirá toda su vida.
Inspirado por San Antonio, Agustin fundó una comunidad monástica en su ciudad Thagaste. Adoptó el epíteto de Paulo de Tarso, “Esclavos de Dios” para los perfeccionistas célibes que vivían en comunidad. Consideraba que existen tres deseos pecaminosos: el placer de la carne, la curiosidad mal dirigida (la ciencia y la filosofia), y la ambición mundana. El verdadero conocimiento es la sabiduría guiada por las escrituras. Como el resto de los cristianos consideraba que el politeísmo es diabólico y debe ser combatido.
El viejo obispo de Hipona, Valerio, lo consagró presbítero y se lo llevó con él, mientras que un amigo suyo, también ex maniqueo, asumió la dirección de la comunidad monástica. Fundó otra comunidad de mujeres y colocó a una hermana suya al frente. En 393 se celebró un concilio en Hipona, que adoptó una estricta ética sexual para la jerarquía católica. La gracia es concedida por Dios, no se obtiene con hechos ni buenas obras. Considera que el llamado de Dios es una predestinación secreta.
En 396, Valerio, muy anciano, lo nombra co-obispo de Hipona. Agustin polemizó primero con los maniqueos, después con los donatistas. Combatió el culto de los mártires, verdaderos festines nocturnos con comilonas regadas de vino, cánticos y hasta danza en torno a las tumbas o en las iglesias donde estaban enterrados.
En 397, a la muerte de Valerio y a sus 43 años, se convirtió en el único obispo de Hippona y comenzó a escribir las Confesiones. En esa época Agustin sufrió gravísimas hemorroides que lo obligaron a escribir parado. Lutero, que fue monje agustino y abrazó la doctrina de Agustin, también sufrió graves hemorroides. En uno de sus sermones, Agustin afirmó, como antes lo hiciera Jesus y Paulo de Tarso, que hay que ”odiar a los padres y a la familia si nos distraen para ofender a Dios. Esposas deben ser odiadas si tratan de distraer a sus maridos de un matrimonio asexuado y espiritual”.
Lutero, por el contrario, se apartó de Agustin y fue partidario de un matrimonio sexuado y de disfrutar de la obra de dios, en particular comer y beber con los amigos.
La ultima polémica de Agustin fue contra los defensores del libre albedrío de Pelagio, siguiendo la doctrina de la predestinación de Paulo de Tarso que seria retomada después por Lutero. Agustin murió en 430, en momentos en que los vándalos atacaban el Norte de Africa.
Cismas en oriente y caída del imperio de occidente
Al inicio del siglo V ya se tambaleaba el imperio romano de Occidente. En el 410 los visigodos saquearon Roma.
En el imperio de Oriente, mientras tanto, estalló un conflicto entre los patriarcas de Constantinopla Nestorio y de Alejandria Cirilo, nuevamente sobre la naturaleza de Jesus. El asunto ahora era el estatuto de la Virgen Maria. Nestorio decía que debía llamársele Christotokos o madre de Cristo, mientras Cirilo apoyaba el termino Theotokos, madre de Dios.
Nestorio fue destituido y condenado como hereje en 431 en el concilio de Efeso. El nestorianismo consideraba que en Jesus coexistían dos naturalezas separadas, una humana y otra divina. La iglesia nestoriana se enraizó en las ciudades persas, y se extendió por Asia del sur y el extremo oriente.
Otra corriente cristiana, los monofisistas, consideraban que Jesus solo tenia una naturaleza divina. El Concilio de Calcedonia, en 451, estableció la hipóstasis de la Trinidad, reafirmo y desarrolló el Credo de Nicea en el Credo de Calcedonia, pero fracasó en su intento por resolver la polémica con los monofisistas. Consagró la plena humanidad de Cristo y la plena divinidad de Cristo como segunda persona de la Trinidad. Amenazó de excomunión a los recalcitrantes. Los obispos orientales no fueron invitados.
La iglesia de Oriente reacciono con indignación, redactó su propio Credo y amenazó de condena a quien dijera que el sufrimiento de Cristo afectó su divinidad. El emperador se vio envuelto en la querella y cerró la escuela de Edesa, centro intelectual de la iglesia oriental cuyos textos se redactaban en arameo, siriaco, armenio, sogdiano y otras lenguas orientales, a diferencia del griego que dominaba en el Mediterraneo.
El monofisismo siguió enraizado en el Imperio de Oriente y suscitó varios conflictos con Constantinopla.
El imperio romano de Occidente cayó en 476 cuando su ultimo emperador Romulo Augustulo fue depuesto por el rey de los herulos, Odoacro, en Ravena (capital del imperio de Occidente desde 402). Los papas empezaron a utilizar el titulo de Pontífice Maximo, el titulo religioso de los emperadores romanos. Con este titulo, el papa pretendió ser el continuador del Imperio Romano. Desde el siglo VI, al final del reino de Justiniano, el latín dejó de ser el idioma de la Corte, pero siguió siendo el de la Iglesia católica romana.
Roma impuso la hipóstasis de la Trinidad y la naturaleza humana y divina de Jesus de manera autoritaria en Occidente. Los emperadores de oriente, Justiniano y sus sucesores, siguieron buscando el consenso, operaron como moderadores entre las dos corrientes, la duofisista y la monofisista.
A principios del siglo VII Persia conquistó la Mesopotamia, Damasco, Jerusalen, Egipto. Permitió el regreso de los judios a Jerusalen. El emperador Heraclio contraatacó en 627 y recuperó la Mesopotamia, Damasco, Jerusalen. Expulsó nuevamente a los judios y persiguió al monofisismo y al nestorianismo, practicó conversiones forzadas a la ortodoxia y debilitó irremediablemente a estas provincias en vísperas de la expansión islamica.
Las provincias occidentales latinas conquistadas por los barbaros mantienen una cultura subromana durante siglos. En el Este griego, las que caen en manos de los persas primero y de los árabes después, se orientalizan rápidamente. Según Peter Brown este proceso de orientalización empezó en 220 en Fars, con la toma de poder de los Sasanidas, constructores de la brillante civilización persa de esa época, que después conquistara al Islam desde adentro, bajo los Abasidas de Bagdad.
Bibliografia:
The World of Late Antiquity, Peter Brown.
Battling the Gods, Atheisme in the Ancient World, Tim Whitmarsh.
Confesions. Saint Agustin.
Agustin, Conversions and Confesions, Robin Lane Fox.
Pensamientos para mi mismo, Marco Aurelio.
Marco Aurelio, Veronique Boudon-Millot.
Contra los galileos, Juliano.
Julian, a novel, Gore Vidal.
Rerum gestarum, Amiano Marcellinus.
L’Europe est elle chrétienne?, Olivier Roy.
Lutero (1483-1546), el profeta de los germanos
(A mi fiel amiga Àsa Liljesrand Husebö. Cuando me aparté del catolicismo a los 16 años en Estados Unidos, quiso convertirme al luteranismo).
“Dios me ordenó enseñar y dirigir a Alemania, en calidad de apóstol y de evangelista”, proclamó Lutero, profeta intransigente y furibundo, fundador del cristianismo germano, cimiento del nacionalismo alemán.
En un manifiesto que clavó en 1517 en la puerta de la iglesia de Wittemberg, a orillas del Elba, Martin Lutero denunció la devoción católica de la época basada en la adquisición de indulgencias, es decir la compra de años de purgatorio por los fieles para sus difuntos y para sí mismos, que enriquecía y corrompía al papado y a la Iglesia.
Monje agustino durante doce años, Martin Lutero rompió con el papado, con la iglesia de Roma, forjada por los latinos, que él despreciaba por considerarlos decadentes y corruptos. Provocó un cisma que dividió a Europa. Alemania fue sacudida por la peor revolución antes de la francesa, la guerra campesina, y después por una guerra civil con participación de potencias vecinas, la primera guerra europea, que duró 30 años y desangró al continente.
Fundó el movimiento protestante, que proclamó la vuelta a las fuentes del Antiguo y del Nuevo Testamento, y las epístolas de Paulo de Tarso. Aceptó los concilios hasta el siglo IV y adhirió a la teología de los padres de la Iglesia, en particular de Agustin de Hippona. El protestantismo tuvo otro profeta intransigente, el francés Juan Calvino, 26 años menor que Lutero, con el que éste tuvo varias discrepancias.
El protestantismo en sus diferentes corrientes se convirtió en la religión mayoritaria de Alemania, Suiza, Inglaterra, Holanda, Dinamarca, Suecia, Noruega, Islandia, y Estados Unidos. Minorías protestantes significativas sobrevivieron también en Francia.
Salvo un viaje a Roma que realizó como joven monje, en el que confirmó su rechazo a la corrupción de la Iglesia católica y al mundo latino, o “welsche” como el lo llamaba, controlado por la jerarquía vaticana, Lutero vivió toda su vida entre tres o cuatro ciudades de Sajonia. Era violentamente antisemita y detestaba a los eslavos.
El redescubrimiento de los textos greco romanos y el resurgimiento de la ciencia y la filosofía durante el Renacimiento, había impulsado el humanismo, que en materia religiosa pregonaba una vuelta a los valores del Evangelio contra la corrupción de la Iglesia. Su mayor exponente fue Erasmo de Rotterdam. En un principio Lutero adhirió a esta corriente.
Inmensamente rica, la Iglesia católica era insaciable. El papa Medicis Leon X terminaba entonces la construcción de la basílica de San Pedro, el obispo de Magdeburgo estaba endeudado en 21.000 ducados con la banca Fugger por su compra del obispado de Mainz, el mas rico de Alemania. Había sido consagrado obispo de Magdeburgo a los 23 años, pero quería uno con más recursos.
Lutero fue excomulgado por Roma y se salvó de la hoguera por la protección que le brindó el príncipe elector de Sajonia.
El joven monje había crecido en una región minera de Sajonia y dentro del monasterio agustino de Wittenberg, ciudad de 2.500 habitantes, con nueve calles dentro de sus murallas. Realizó estudios universitarios en Erfurt, aprendió el latín, el griego y el hebreo, y obtuvo un doctorado en Teología.
Siempre fue estrechamente localista y alemán. A pesar de haber nacido nueve años antes de la llegada de Colón a America, en sus voluminosos escritos ignoró casi totalmente este evento trascendente. También ignoró a Asia y Africa. Solamente prestó atención a los otomanos, que por entonces amenazaban Viena. Se opuso a la propuesta papal de cruzada, porque consideraba que no se debe guerrear por motivos religiosos.
Cuando monje, Lutero vivía angustiado por la culpa y las tentaciones del Diablo. “Cada uno debe enfrentar la muerte y al Diablo solo”. “No hay virtud moral sin orgullo o tristeza, es decir, sin pecado”. “Dios puede encontrarse solamente en el sufrimiento y la Cruz”.
Mantenía una relación muy estrecha con su confesor, quien tenía una actitud tolerante hacia el placer y escribió que amaba a Lutero “más que a una mujer”. Sus confesiones podían durar hasta seis horas.
Tras dejar las ordenes, Lutero se casó a los 41 años, con una ex monja, tras mucho titubear y después de que lo hicieran muchos otros ex curas y monjes adeptos de la Reforma. Sin embargo, era profundamente misógino. El matrimonio alejó por un tiempo sus angustias y miedos. Pero después de unos años, volvieron.
Su renacimiento como cristiano ocurrió con su estudio de la epístola a los Romanos de Pablo, a la que considera el texto principal del Nuevo Testamento. En esa epístola, Pablo escribe sobre la virtuosidad de Cristo y cómo la transmite a través de la gracia, lo que aplaca las angustias de Lutero. “Dios es virtuoso y castiga al pecador no virtuoso, Dios nos hace virtuosos a través de la fe en el Evangelio”, escribió Lutero. “El justo vivirá solo por la fe”.
En la Epistola a los Romanos Pablo condenó también a la civilización romana. Afirmó que los paganos podrían haber encontrado a Dios en su obra, pero como no lo hicieron, pasan su tiempo practicando el sexo por vía antinatural con las mujeres, y los hombres entre sí.
La doctrina de Lutero
Reconoció únicamente la autoridad de los textos del Nuevo Testamento (los 4 Evangelios, los Actos de los Apóstoles, y las Epístolas), y de los escritos de los padres de la Iglesia, así como el Credo de Nicea. En realidad, reconoció la doctrina católica hasta los siglos IV y V, es decir hasta que pasó a ser religión oficial del Imperio Romano. Rechazó la autoridad de los papas y de los concilios.
Para Lutero el conocimiento proviene de las Escrituras, de la revelación, y consideró que todos los fieles debían leerlas, sin la intermediación del clero. Para que eso fuera posible, tradujo del hebreo y el arameo al alemán el Antiguo Testamento, y del griego el Nuevo Testamento, y los comentó.
Con respecto al Antiguo Testamento, Lutero defendió los escritos de los profetas porque “anunciaron que los judios insultarían y blasfemarían contra Cristo, destruirlos borraría las pruebas y transformaría a Dios y a los profetas en mentirosos”. De todas maneras, consideró que los textos judios son “blasfemias”.
La imprenta recientemente reinventada en Europa por Gutemberg (ya existía en China) desempeñó un papel fundamental en el impacto de la Reforma en Alemania y en el resto de la cristiandad.
Con respecto a las practicas de la Iglesia católica, Lutero eliminó todos los sacramentos menos el bautismo y la eucaristía, los únicos consagrados en el Nuevo Testamento. Rechazó el culto de Maria, porque no es evangélico, así como el de los mártires y santos, el culto de las reliquias, las misas de difuntos, y desde luego las indulgencias y el purgatorio.
También rechazó toda la doctrina elaborada por la Iglesia romana, la autoridad del papa y de los concilios, el sacerdocio, el monaquismo, el ascetismo, el celibato, condenó la mendicidad, de la que vivían monjes y estudiantes, y al proletariado sacerdotal que llegaba a decir siete misas por día para ganar dinero. Lutero consideró que la piedra de la frase de Jesus “sobre esta piedra construiré mi Iglesia” es Cristo, y no Pedro.
Aceptó la confesión pero solo en privado y consideró que no es obligatorio confesar todos los pecados, porque los fieles tienen derecho a su intimidad. Le dio importancia a la oración, pero recomendó solo el Padre Nuestro, que figura en los evangelios de Mateo y Lucas, recitar los 10 mandamientos, y el Credo de Nicea.
A diferencia de otros Reformados, como los calvinistas, que destruyeron casi mil años de arte cristiano, Lutero aceptó las imágenes,.
El pensamiento religioso de Lutero está marcado por Agustin de Hippona y por Paulo de Tarso. Agustin, uno de los padres de la Iglesia que inspiró a la orden monástica de Lutero, fue miembro durante 9 años de la secta de los maniqueos, que influenció su doctrina.
El principal dogma al que adhirió Lutero es que el cuerpo de Cristo está realmente presente en la Eucaristía, rechazó la transubstanciación de los católicos, por la cual la materia cambia pero la esencia permanece, tambien rechazó que la presencia de Cristo en la Misa sea simbólica o conmemorativa, como afirmaban Calvino y otros reformadores.
Lutero afirmó que la presencia real de Jesus en la Eucaristía no se puede explicar por la razón, solo por la fe. Impuso la comunión de los fieles con pan y vino. “La Misa es un sacramento en el que se recibe la gracia de Dios, y no un acto para agradar a Dios”, escribió Lutero. “Sin la gracia de Dios es imposible no ser furioso y lujurioso”. Lutero sacraliza la comunión.
Se apartó de Paulo y de Agustin en su defensa de la corporalidad. Afirmó que “el sexo es natural”, que hace bien a la salud del hombre y de la mujer descargar sus fluidos, y que “el papa tiene tan poco poder sobre esto como si prohibiera comer, beber, hacer sus necesidades, engordar”.
Lutero eliminó al matrimonio de los sacramentos e indicó que se debe obedecer al “creced y multiplicaos”. Consideró valido realizar un segundo casamiento transitorio y secreto solamente para procrear, si uno de los cónyuges es estéril. Pablo y Agustin recomendaban el celibato, inclusive en el matrimonio.
La ambigüedad de Agustin hacia el placer, que surge de sus Confesiones, debe haber servido de inspiración a Lutero. Agustin da por sobreentendida una sexualidad con sus amigos durante su adolescencia, y desde los 18 años toma concubina, con la que tiene un hijo. Después de convertirse al catolicismo, abandona a su concubina, adopta el celibato y pasa a vivir en una comunidad ascética de amigos/hermanos.
Lutero, por su parte, condenó el ascetismo y consideró que hay que disfrutar de la obra de Dios. Le gustaba comer y beber vino o cerveza, y siempre lo hacia rodeado de amigos, familia, discipulos, que tomaban nota de sus dichos alrededor de la mesa.
Adoptó la postura de Pablo y Agustin con respecto a la salvación. Es la gracia y no las buenas obras la que salva. Y la gracia es un regalo de Dios. No se obtiene con buenas obras. Lutero afirma que las buenas obras son absolutamente “impuras”, como la “suciedad” que sale del cuerpo de las mujeres. Paulo de Tarso afirma que la insistencia en las buenas obras perdieron a los judios, que las consideraban fundamentales para la salvación. Lutero niega que el hombre pueda colocar el bien común sobre su interés individual. Esta es la base de la ética protestante. El judaísmo pregonaba el enriquecimiento como un camino hacia Dios, pero imponía las buenas obras, 5 % de las ganancias destinadas a la caridad.
Al igual que Agustin, Lutero negó el libre albedrío. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Adhirió a la predestinación.
Como Pablo y Augstin, Lutero condenó la filosofía. Con su lenguaje obsceno, afirmó que la razón es la “gran puta”. Consideró que el conocimiento surge de las Escrituras y de los Padres de la Iglesia.
Igual que Pablo, Lutero afirmó que los cristianos deben aceptar la autoridad secular aunque ésta tome medidas injustas. Condenó toda rebelión. Calificó a los rebeldes de la Guerra Campesina de “perros rabiosos” e instó a las autoridades a “matarlos sin piedad”. A la revolución campesina la calificó de “trabajo del Diablo”. Calvino, por el contrario, acepaba el derecho a la rebelión, lo que le ganó la adhesión de los holandeses, que luchaban por su independencia de los Habsburgo de Madrid.
Lutero contó con la autoridad secular para impulsar la Reforma. Afirmó que los príncipes podían ser “obispos de emergencia” y tomar decisiones sobre la religión de sus súbditos.
La protección del Gran Elector de Sajonia salvó a Lutero de la justicia papal, que sin duda lo habría condenado a muerte, lo que hizo posible la Reforma. El gran Elector donó a Lutero el monasterio de los Agustinos de Wittenberg, desertado por los monjes. Allí Lutero vivió con su esposa, varios hijos, familiares, asistentes, estudiantes, alrededor de 50 personas. Sus detractores lo llamaban el Papa del Elba.
El radicalismo de Lutero impidió todo acuerdo que evitara el gran cisma de Occidente. Solo aceptaba la sumisión a su persona y a su doctrina. Afirmó que “por amor del bien y para el mejor provecho de la iglesia, no hay que tener miedo de decir una buena gran mentira”. Prefiguró a Goebbels y a Trump.
Intransigente, no solo acusó al papa de Anticristo y de representante del Demonio, sino que a los reformados que discrepaban con él también los tachó de demoniacos o de judios. Marginó a los otros protestantes de sus negociaciones con el Emperador del Sacro Imperio romano germánico, que terminó reconociendo solo dos denominaciones en sus tierras, la católica y la luterana.
A Lutero lo potencia la ira y el odio contra sus enemigos y sus contradictores. Cita una frase de Jesus que dice “no se imaginen que vine a traer paz a la tierra, no vine a traer paz sino una espada”. Lutero elimina la segunda parte de la cita de Jesus: “porque vine a volver a un hombre contra su padre, una hija contra su madre, una nuera contra la suegra. Los enemigos del hombres serán los de su propia casa”.
Y Lutero es sorprendentemente virulento y soez en sus insultos.“Los católicos son diablos, no pueden vivir si no beben sangre”.
Al papa Paulo III lo calificó de“sodomita”, “travestido”, ‘la virgen santa”, “Señora papa”, “Santa Paula III”. A los evangélicos disidentes del luteranismo, los calificó de “sectas malignas y herejías”. “No habrá compromiso con el Diablo” subrayaba, es decir con todos los que no estaban de acuerdo con él.
Fue un escritor hiper prolífico. Entre 1517 y 1525 publicó 17 veces más que los escritores mas prolíficos de su época. Fijó la lengua alemana vernácula.
El luteranismo aprovechó muy bien la nueva tecnología de la imprenta y los grabados para difundir su doctrina y atacar a sus enemigos. Contra estos utilizó la risa, la ironía, la burla, escenas jocosas con las palabras de los personajes superpuestas como en los comics, caricaturas con leyendas. Y sobre todo innumerables retratos de Lutero, un verdadero culto a la personalidad. Contó con la invalorable ayuda de su intimo amigo y vecino, el pintor y grabador Cranach el Viejo e influenció a Durero.
Enemigo furibundo de los judios, Lutero radicalizó en sus escritos el antisemitismo vulgar de la Edad Media, que estaba inspirado en algunos pasajes de las epístolas de Pablo y de los propios Evangelios, sobre todo el de Juan. Lutero deshumanizó a los judios. Promovió su expulsión, su humillación, la confiscación de sus bienes, el incendio de las sinagogas, la destrucción de sus casas, obligarlos al trabajo físico.
El luteranismo marcó profundamente la cultura alemana. El clero protestante se convirtió en la nueva intelectualidad en los países germanos. Influenció a la musica de Bach, y a través de él a la musica alemana, a la literatura. Alimentó la sumisión al autoritarismo, el antisemitismo virulento, el desprecio por eslavos y latinos. En la gran crisis de la civilización alemana en el siglo XX, el nazismo se nutrió de elementos del luteranismo.
Cuando Lutero murió, aun no había organizado una iglesia alternativa.
El combate con Carlos V
Federico el Sabio Gran Elector de Sajonia, uno de los 7 príncipes que elegían al Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, protegió a Lutero, acusado de herejía. Obtuvo que fuese juzgado bajo su protección por el emperador Carlos V y no por el papa, lo que sin duda le salvo la vida. La Reforma, apoyada por varios príncipes alemanes, desató una grave crisis política y no solo religiosa en el imperio.
Sus Tesis de 1517 se habían difundido por Alemania, Suiza, Holanda, Bohemia, el imperio austriaco y los países nórdicos como reguero de pólvora. Aguzaban el hartazgo con la corrupción de la Iglesia Católica.
En 1520 una bula papal condenó la doctrina de Lutero, y le dio 60 días para retractarse o ser proscrito como hereje notorio. Lutero quemó la bula en la hoguera, así como la ley canónica.
En 1521 el Emperador lo convocó ante los príncipes alemanes en la Dieta de Worms. Carlos V lo condenó, no en el plano teológico sino como subversivo. Dijo que sus antepasados siempre respetaron a la Iglesia y siguieron sus preceptos y no había que subvertir ese orden.
Ese mismo año Lutero fue excomulgado. Carlos V reafirmo su excomunión así como la de sus seguidores y afirmó que debían ser “erradicados”. El Edicto de Worms declaró a Lutero fuera de la ley, prohibió que se le diera posada, que se comiera con él, prohibió la venta, lectura y posesión de sus libros. No obstante, el Emperador le extendió un salvoconducto para que regresara a Wittenberg. Federico de Sajonia lo protegió en su castillo de Wartburgo.
En 1524, el desafío de Lutero al Papa y al Emperador y su enfrentamiento con príncipes y obispos, contribuyó a un levantamiento campesino en Alemania, la mayor revolución europea antes de la revolución francesa de 1789.
Los rebeldes primero abandonaron sus trabajos, se organizaron y luego ocuparon castillos, monasterios, ciudades. Pedían la liberación de los siervos (campesinos atados a la tierra) y la libertad de caza, reservada exclusivamente a la aristocracia. Lutero condenó a los rebeldes, defendió la propiedad sobre los siervos, y los privilegios de la aristocracia. Una corriente de la Reforma participó en el levantamiento campesino. Fueron derrotados en la batalla de Frankenhausen donde 6.000 rebeldes murieron. Thomas Muntzer, antiguo sacerdote y líder rebelde, fue apresado después de la batalla y ejecutado. Lutero calificó a los rebeldes de “perros rabiosos” y llamó a matarlos “sin piedad”.
En 1531 estalló la primera guerra de religión entre los cantones suizos. Los católicos ganaron en la batalla de Kappel, donde murió el líder protestante Ulrico Zwinglio.
Tambien en 1531 se formó la liga de Schmalkalden entre los príncipes alemanes protestantes y al año siguiente se firmó la Paz de Nuremberg, que levantó el Edicto de Worms.
Lutero abandonó su idea de reformar la Iglesia Católica romana, con la idea de organizar la suya propia.
En 1534 los anabaptistas, protocomunistas, crearon una teocracia en Munster, que fue derrotada al año siguiente. Su líder Jan van Leiden y sus seguidores fueron ejecutados.
Lutero murió en 1546, al año siguiente del lanzamiento de la Contrarreforma por el concilio de Trento y sin haber conseguido organizar a su iglesia.
El año de la muerte de Lutero estalló la guerra de la Liga Schmalkaldica. La Liga fue derrotada en la batalla de Muhlberg. Sus lideres, los príncipes de Sajonia y Hesse, fueron capturados y encarcelados, el primero perdió su ducado.
La Paz de Passau de 1552 reconoció al Luteranismo. Luego, la Paz de Coburgo de 1555 reconoció dos denominaciones en el Sacro Imperio, el catolicismo y el luteranismo, pero ignoró a los sacramentalistas del Sur de Alemania y de Suiza y a los Calvinistas, siempre excluidos por Lutero.
El confesor
EN 1506, Lutero conoció a quien sería su confesor, el patricio Johann von Staupitz, agustino como él. Éste tenía una actitud relajada hacia el pecado. Utilizaba un lenguaje sensual para referirse a Cristo. Erotizaba el sufrimiento. Tenia alergia de las mujeres. Cultivaba el culto de Maria como intermediaria ante Cristo. Staupitz rechazaba que la renuncia sexual sea necesaria para la santidad. Las confesiones de Lutero con Staupitz podían durar hasta 6 horas. En 1508, Lutero dice estar abrumado por sus luchas “con la carne, el mundo, el Diablo”, así como por su trabajo administrativo en el monasterio.
Staupitz tambien trasmite a Lutero su antisemitismo. Describe a los judios como “perros, que le escupieron (a Cristo) con toda la suciedad que podían encontrar”. “Los judios pecaron mucho más que Pilatos”. “Todo el mundo testimonia sobre la envidia de los judios”. “Oh judio malo! Pilatos les demostró que vuestra naturaleza es peor que la de un cerdo, que tiene piedad de los de su especie”.
En 1518 el confesor le escribió a Lutero “es mi deseo que dejes Wittenberg por un tiempo y vengas a mi, para que vivamos y muramos juntos”.
Escribió también que su amor por Lutero “superaba el amor por las mujeres”.
Lutero se enojó con Staupitz cuando éste considó aceptar un obispado: ”ser obispo es practicar modas griegas, sodomizar y vivir a la romana”, amasan propiedad personal, “el invencible infierno de la avaricia”.
Tras la rebelión de su amigo, Staupitz se negó a rechazar al papa y dejar la iglesia. Terminó como abad benedictino en Salzburgo. Recién después de la muerte de Staupitz Lutero se casó, a los 41 años, con una ex monja, Katherina von Bota, de 26.
Antisemita
Lutero escribió que solo se puede tolerar a los judios si desaparecen las juderías y para que reconozcan al Mesias. Manifestó asco por la circuncisión. Afirmó que los rabinos la realizaban con sus uñas. Calificó a los judios de “novias impuras y el peor tipo de putas que ignoraron a los profetas”. “Su interpretación de la Biblia viene de mirar debajo de la cola (el ano) de una chancha”. Dice que los judios difaman a los cristianos “impulsados por el Diablo, para caer como caen los sucios cerdos en el barro”. “Si un cristiano ve a un judio debe arrojarle caca de chancha y expulsarlo”. Los judios habían sido expulsados de la ciudad de Wittenberg en 1304.
En el muro exterior de la iglesia de Wittenberg existe un bajo relieve del siglo XIII que representa a un judio mirando el ano de una chancha levantándole la cola, y dos chicos judios mamando de sus tetas, un tercero frente a su hocico. Recientemente un ciudadano alemán inició un proceso para retirar la escultura y colocarla en un museo del antisemitismo, pero una corte de justicia se opuso alegando su valor histórico.
Lutero describió la escultura y expresó que “el rabino mira en la vergüenza de la chancha, lo que denota no a Dios sino al Diablo; los judios son brujos que cavan en el excremento y adoran solo al Diablo. El Diablo vacía su estomago una y otra vez, eso es una verdadera reliquia, que los judios y los que quieren ser judios, besan, comen, beben y adoran”. Continua con un asqueroso regodeo escatologico sobre la mierda del Diablo que los judios consumen. Termina con los judios recogiendo en sus vasos rituales la orina y los excrementos que Judas Iscariote expulsó cuando se ahorcó para así poder interpretar la Biblia.
El siguiente es el programa de Lutero para la erradicación cultural de los judios: insta a las autoridades seculares a quemar las sinagogas y escuelas, y lo que no queme se debe enterrar para que ni un pedazo pueda verse por toda la eternidad. Las casas de los judios deben ser destruidas y ellos deben ser alojados bajo un mismo techo, como los gitanos. El Talmud y los libros de oración deben ser destruidos y los maestros judios proscritos. Hay que impedirles usar los caminos, prohibir la usura, obligarlos a realizar trabajos corporales. Hay que confiscar el dinero de la usura y usarlo para ayudar a los judios conversos.
Citando a Lutero, el Elector de Sajonia ordenó en 1543 que “quien encuentre a un judio debe capturarlo y recibirá la mitad de sus bienes confiscados”.
Lutero de viejo tenia miedo de pasar por los pueblos judios, por temor a que su aliento lo enfermase.
Anti eslavo
Las tierras de Wittenberg, originariamente eslavas, habían sido colonizadas por los germanos. Todavía quedaban algunas aldeas eslavas en sus alrededores. Lutero los considera “la peor de todas las naciones”. Sus pueblos y ciudades “llenos de demonios.” “Si no fuera por el piadoso Elector, la universidad (de Wittenberg) no habría sobrevivido un año, porque los “wends” (eslavos) nos habrían hambreado”.
La polémica con Erasmo de Rotterdam
Erasmo de Rotterdam, huérfano de su padre cura, ingresó también a un monasterio agustino y fue ordenado sacerdote en 1492. A los 25 años abandonó el monasterio autorizado por su obispo, y obtuvo una beca para estudiar en Paris, donde adquirió la aversión por la escolástica. Nunca más ejerció el sacerdocio, vivió como laico.
Estudió en Oxford, donde conoció a los espíritus mas brillantes de su época, entre otros su amigo intimo, Tomas Moro.
Emprendió la traducción de la Biblia del griego al latín 15 años antes de que Lutero emprendiera la suya. La publicó comentada en 1516.
Fue el máximo exponente del humanismo surgido del Renacimiento. Abogó por una Europa unida por el cristianismo y su civilización greco-romana, con el latín como lengua franca de las elites. Pregonó el regreso a los valores evangélicos, y una reforma de la iglesia desde adentro.
Su “Elogio de la Locura” o de la Sandez, una dura critica a la jerarquía eclesiástica pero en forma de sátira para evitar la condena de Roma, fue un texto fundacional de la Reforma protestante.
Así habla el personaje de la locura, tocado con su gorro cónico:
“Si los sacerdotes que están arriba, si los papas los vicarios de Cristo, se aplicaran a parecérsele en su manera de vivir; si sufrieran su miseria; si soportaran sus penas, si cargasen su cruz; si compartieran su desprecio por todo lo que es perecedero, quien seria mas digno de compasión en la Tierra que ellos? ¡Cuántos tesoros abandonarían los Santos Padres, si la sabiduría se adueñase un día de su espíritu! En lugar de estas inmensas riquezas, de estos honores divinos, en lugar de goces y placeres, conocerían noches de vigilia, días de ayuno, oración y lagrimas, los ejercicios religiosos y mil otras penas”.
Y agregó:
“La doctrina de Cristo reposa entera en la dulzura, la paciencia y el desprecio de las vanidades terrestres; el sentido de estas palabras salta a la vista. Cristo quería que sus vicarios tuviesen su espíritu y exigía por lo tanto que abandonasen no solo su bolsa y sus zapatos, sino también sus vestidos, para que entrasen pobres y desnudos en su función apostólica. Solo debían llevar una espada, no el instrumento impío de rapiña y crimen, sino la espada del espíritu, que penetra hasta lo más hondo del alma y destruye de un solo golpe todas las pasiones para que en el futuro solo reine la piedad en los corazones”.
Erasmo pregona una religión “interiorizada y humanizada”, considera que debe surgir de las fuentes del cristianismo, por eso traduce la Biblia del griego al latín. Creía como los otros humanistas en una humanidad perfectible, a diferencia de la visión negativa de Lutero sobre el ser humano. Sin embargo los humanistas eran elitistas, no concedían ningún derecho al pueblo “inculto y tutelado”, se dirigían a la casta que hablaba latín.
Erasmo rechazó la violencia de Lutero y de los otros reformadores. “La quintaesencia de nuestra religión es la paz y la concordia”. Fue uno de los pocos intelectuales de su época que no tomó partido entre Roma y Lutero, a pesar de su postura evangélica. “Nulli concedo” era su divisa, no quería pertenecer a nadie, quería ser “homo pro se”, hombre para sí mismo.
Defiende a la razón, a la filosofía, y un día de entusiasmo exclamó “oh San Sócrates”. “No existe una verdad cristiana y otra pagana, la verdad es divina bajo todas sus formas”.
En 1519 Lutero le escribió por primera vez a Erasmo para intentar ganarlo a su causa. En una respuesta muy diplomática, Erasmo le contestó: “yo quedo neutral en la medida de lo posible, para mejor servir las ciencias que reflorecen, y creo que una reserva mesurada está llamada a mejores resultados que une intervención brutal”. Terminó diciendo “pueda Cristo acordar cada día a Lutero un poco más de su espíritu”. Los demás humanistas aplaudían a Lutero.
Erasmo confió al reformador suizo Zwinglio que “todo lo que Lutero reivindica, yo también lo pedí, pero con menos violencia y sin hablar este lenguaje brutal buscando el efecto”. Pero se manifestó conciliador.“El mundo reclama ardientemente el verdadero Evangelio y el espíritu del siglo está dividido en este sentido. No hay que reaccionar contra Lutero con tanto odio”.
Los católicos acusaron a Erasmo de “haber puesto el huevo que Lutero empolló”. Erasmo intentó mediar. “Desearía que Lutero cesase toda disputa durante un cierto tiempo y que propugnase la causa del Evangelio en su pureza, sin toda esta mezcolanza tendría más éxito”. Después del Edicto de Worms y de la excomunión de Lutero, Erasmo dijo que si éste “hubiese permanecido en la iglesia, habría marchado con el”.
Cuando recrudeció el conflicto, Erasmo afirmó: “Gritan sin cesar: Evangelio!, Evangelio!, pero quieren ser los únicos comentaristas. Hubo un tiempo en que el Evangelio volvía dulces a los brutos, bienhechores a los malhechores, pacíficos a los belicosos y de los blasfemos hacía creyentes. Mientras que hoy los que de él se reclaman parecen poseídos, fomentan los disturbios de todo tipo y maldicen al hombre de bien. Veo sin duda a nuevos hipócritas, nuevos tiranos, pero ni el mas mínimo destello del espíritu evangélico”.
Atacado por los luteranos, Erasmo se defiende: “Adherir al partido de Lutero es jurar someterse a todo lo que el escribió o escribirá; a veces gente de elite hace un tal abandono de ellos mismos, yo les dije a mis amigos que si en mi no pueden amar mas que a un luterano, que piensen de mi lo que quieran. Amo la libertad, no quiero ni podré jamas servir a partido alguno”.
En 1524 se decidió a publicar una obra contra Lutero. Preventivamente Lutero le había escrito una carta, se dirigió a él como a su gran maestro, pero terminó humillándolo: “Viendo que el Señor aún no le brindó la firmeza de carácter, el coraje y la disposición de espíritu necesaria para aprobar el combate que libramos contra este monstruo y para marchar valientemente a nuestro lado, no le pedimos algo que está por encima de sus fuerzas¨.
Erasmo lo atacó entonces en el punto mas débil de su doctrina: El libre albedrío, sobre el cual el Evangelio no profundiza. “Yo me uno a la opinión de los que brindan cierto crédito al libre albedrío y uno mayor a la gracia, porque no se debe al intentar evitar la Scylla del orgullo, ser llevados al fatalismo de Charybde”. Lutero adoptó la doctrina de la predestinación, como Agustin.
Lutero dijo a sus amigos que “mientras me limpié el culo con sus otros libros, para hablar decentemente, leí entera esta obra de Erasmo, pero pensé … rechazarla”. Y les ordenó ”en nombre de Dios, de ser los enemigos de Erasmo y de huir de sus libros. Escribiré contra él aunque se muera de golpe, lo mataré a ese Satán con mi pluma, como maté a Muntzer, cuya sangre caiga sobre mi”.
Escribió un libro contra Erasmo, porque “San Pablo ordenó cerrarles el hocico a los charlatanes inútiles”. ¨Cesa tus quejas y tus gritos -escribió dirigiéndose a Erasmo-, contra esta fiebre no hay remedio. Esta guerra es la de nuestro Señor, él la desencadenó y ella no terminará hasta que los enemigos de su palabra no sean todos exterminados”.
Le dijo a sus amigos que pondrá en su testamento que “considera a Erasmo el mayor enemigo de Cristo jamas visto desde hace mil años!”.
Se consumó así la ruptura entre el humanismo y la Reforma alemana, dice Stephan Zweig, entre la razón y la pasión, la religión de la humanidad y el fanatismo religioso, lo internacional y lo nacional, el eclecticismo y el exclusivismo; la flexibilidad y la rigidez no pueden combinarse como el agua y el fuego.
Entre la Reforma y la Contrarreforma, el humanismo fue derrotado.
Juan Calvino
Veintiséis años menor que Lutero, Juan Calvino fue un teólogo reformador nacido en 1509 en Picardia, Francia. Rompió con la Igleisa Católica en 1530 por su represión de los protestantes, y adhirió globalmente a las tesis de Lutero, aunque con discrepancias sobre la Eucaristía, las imágenes y el derecho de rebelión. Consideró que el luteranismo formaba parte de la verdadera iglesia. Calvino se refugió en Ginebra donde realizó la mayor parte de su obra, aunque en una oportunidad escapó a Basilea. Predicó unos años en Estrasburgo.
Igual que Lutero, Calvino se basó en la teología de Agustin de Hippona y adhirió a la predestinación. Consideró como Lutero y Paulo de Tarso, que las buenas obras no salvan, que solo lo hace la gracia otorgada por Dios. Retuvo solo dos sacramentos, el bautismo y la eucaristía, igual que Lutero. Pero tuvo diferencias con el profeta germano. Discrepó con la presencia real del cuerpo de Jesus en la Eucaristía. Para Calvino la presencia era únicamente espiritual. Estimó que el bautismo en sí mismo no salva.
Calvino mantuvo una posición inflexible contra los herejes de su propia secta y a instancia suya Michel Serena fue quemado en la hoguera.
No tuvo la virulencia antisemita de Lutero y nunca calificó a los judios de deicidas. Les reconoció su valor histórico como pueblo elegido, aunque despreció a sus contemporáneos judios. Los califico de “perros profanos que estúpidamente devoran todas las riquezas de la tierra con su codicia insaciable”. Y justificó el antisemitismo de su época. “Su obstinación sin fin e indomable amerita que sean oprimidos sin medida ni fin y que mueran en su miseria sin que nadie se apiade de ellos.”
Si bien Lutero sostuvo la sumisión absoluta a la autoridad secular, aunque esta fuese injusta, Calvino aceptó el derecho a la rebelión. Este fue uno de los motivos por el cual el calvinismo prendió en Holanda, que libraba una guerra de independencia contra la España de los católicos Habsburgo.
Guerras de religión en Francia
La Reforma de Lutero impactó en Francia ya en 1523, cuando la Biblia fue traducida al francés. Comenzó a tomar fuerza en 1536 con la publicación por Calvino de su libro Instituciones de la Religión Cristiana. En 1541 fue traducido al francés.
El calvinismo se convirtió en la doctrina de los hugonotes de la Iglesia Reformada de Francia. Grandes señores se convirtieron, así como miembros de la familia real de Valois. La reforma se implantó sobre todo en ciudades del sur de Francia.
Entre 1523 y 1560, la Monarquia francesa se limitó a reprimir los excesos de los protestantes, que destruían imágenes, ocupaban iglesias y desacralizaban la Eucaristía. Unas 500 personas fueron ejecutadas en esos años por herejía o alteración del orden publico.
La controversia en torno a la Eucaristía, dado que Calvino negaba la transubstanciación, impidió cualquier acercamiento teológico en negociaciones impulsadas por la Monarquia. A partir de 1560 estalló la violencia, que provocaría 8 guerras de religión durante casi 40 años, con decenas de miles de muertos, lucha de facciones nobiliarias, e intervenciones extranjeras tanto del lado protestante (Inglaterra, Provincias Unidas, príncipes alemanes, mercenarios suizos) como del católico (España).
El acontecimiento que marcó este conflicto fue la masacre de protestantes de la Saint Barthelemy en 1572, iniciada en Paris el 22 de agosto y que se extendió a toda Francia. 10.000 protestantes fueron asesinados.
Estas guerras terminaron con la entronización en 1589 del protestante Enrique IV que se convirtió al catolicismo para poder ser coronado rey de Francia. Margarita de Navarra, hermana del rey Francisco I de Valois, era la abuela materna de Enrique IV, hijo de Antonio de Borbon príncipe de Condé y de Jeanne d”Albret (hija de Margarita), convertidos al protestantismo.
Enrique IV impuso la autoridad de la monarquía católica al país y lo pacificó con el Edicto de Nantes de 1598, que consagró una absoluta libertad de conciencia y una limitada libertad de culto a los protestantes.
En 1610 Enrique IV fue asesinado en Paris por un fanático católico, así como lo había sido su predecesor Valois, Enrique III, por un monje católico.
Los protestantes, que habían llegado a ser una importante minoría, quedaron reducidos en el siglo XVII a 5 % de la población. Entonces Luis XIV revoco en 1685 el Edicto de Nantes bajo la consigna de un rey, una nación una religión. Miles de hugonotes es exiliaron en Holanda, Inglaterra, Estados Unidos o Africa del Sur.
Guerras civiles entre anglicanos y puritanos
Por un divorcio rechazado por el papa, el rey de Inglaterra Enrique VIII rompió con la Iglesia Catolica, y fue excomulgado en 1533. Al año siguiente, el parlamento aprobó varias leyes y el rey fue designado cabeza de la Iglesia de Inglaterra, o Anglicana.
Enrique persiguió a los catolicos recalcitrantes, y su principal víctima fue el teólogo, escritor y político Tomas Moro. No solo ejecutó a disidentes religiosos, tambien mandó decapitar a su esposa de la discordia, Ana Bolena, por la que había consumado el cisma.
El calvinismo generó en Inglaterra un movimiento religioso radical, el puritanismo, que buscó purificar a la iglesia de Inglaterra de practicas católicas. Las guerras civiles inglesas comenzaron en 1642 con una rebelión de parlamentarios puritanos contra el rey Carlos I. Las fuerzas del rey y del parlamento se enfrentaron en varias batallas a lo largo de tres guerras. Los católicos escoceses apoyados por irlandeses también participaron en la guerra civil pero fueron vencidos.
Derrotado, el rey Carlos I fue decapitado en 1649, acusado de traición. El líder de los puritanos y de las fuerzas parlamentarias, Oliver Cromwell, fundó una república, la Mancomunidad de Inglaterra. Cuando la Monarquia fue restaurada, en 1660, los puritanos abandonaron la Iglesia de Inglaterra y fundaron otras corrientes calvinistas, presbiterianos y congregacionistas.
Otros puritanos emigraron a las nuevas colonias de America del Norte. Fundaron Boston en Massachussetts.
La guerra de 30 años
Setenta y cuatro años después de la muerte de Lutero, en 1618, estalló en Bohemia la guerra de 30 años, la primera gran guerra Europea que fue también una guerra de religión. Alemania fue devastada y murieron entre 8 y 11 millones de europeos en la guerra, por la violencia, y tambien por la peste y el tifus. Se enfrentaron los Habsburgo como lideres de los católicos de Alemania y Austria, contra los príncipes protestantes alemanes, y las potencias protestantes europeas, Suecia y Dinamarca. Francia, católica, se alió a los protestantes por motivos geopolíticos, dado que sus enemigos eran los Habsburgo, sobre todo los de España. La Holanda calvinista se enfrentó principalmente a su antigua metrópoli España.
La guerra de 30 años fue sobre todo una gran guerra civil y religiosa alemana, con participación extranjera. Terminó con la paz de Westfalia de 1648, que fundo la Europa moderna.
La paz de Westfalia
Dos tratados concluyeron la guerra de 30 años, el de Osnabrück en el cual el emperador resolvió sus propios diferendos dentro del Imperio y también con Suecia. Sirvió como un agregado a la Constitución Imperial. El otro tratado fue el de Munster, que concluyó un acuerdo imperfecto con Francia.
España y Holanda habían resuelto los suyos en un precedente tratado de Munster.
Westfalia constituyó una nueva carta para las relaciones europeas. Instituyó “una paz cristiana, general y permanente, con la intención de crear una amistad duradera en el continente”. Es considerado como el nacimiento del moderno orden internacional basado en estados soberanos interactuando (formalmente) como iguales con un marco legal común secularizado. Suecia y Francia quedaron como garantes del nuevo orden dentro del Imperio. Solo el papa rechazó todo el acuerdo.
Westfalia tambien se ocupó del conflicto religioso en el Sacro Imperio Romano germánico. La tolerancia se extendió únicamente a los Calvinistas. Así quedaron tres religiones reconocidas oficialmente: católicos, luteranos y calvinistas. A los otros protestantes, los cristianos ortodoxos, judios y musulmanes se les negó derechos constitucionales. Se estableció que la fe oficial de cada territorio seria la que regia el primero de enero de 1624. La guerra duro de 1618 a 1648. Esta disposición redujo significativamente la prerrogativa de los príncipes. Ya no podrían imponer sus creencias teológicas a sus fieles. Solo los Habsburgo conservaron su antiguo derecho a imponer su religión a sus súbditos propios, con unas pocas excepciones relativas a territorios protestantes.
Mientras la mitad de Europa había estado gobernada por protestantes en 1590, esa proporción cayó a un quinto un siglo después, gracias sobre todo a la prerrogativa de los Habsburgo en los territorios sometidos directamente a su soberanía, afirma Peter Wilson. En los demás territorios, los cambios constitucionales aseguraron igualdad política entre las tres confesiones reconocidas. Se prohibió la discriminación religiosa en compañías comerciales, gremios, sociedades, hospitales, cementerios, escuelas, universidades y ley de herencia.
Las religiones oficiales pasaron a gozar de todos los derechos, cultos en público, procesiones, campanas, días festivos. Las minorías reconocidas oficialmente en los territorios el primero de enero de 1624, tenían menos derechos, culto en privado, no podían llamar a sus fieles con campanas ni realizar procesiones. Las minorías no oficiales tenían menos derechos aun. Sus fieles podían ser expulsados de los territorios donde residían, pero debían ser advertidos con tres años de anticipación para que pudieran vender sus propiedades.
Bibliografia:
Martin Luther, Renegade and Profet, de Lindal Roper.
Erasmo, de Stephan Zweig.
Europe’s Tragedy. A New History of the Thirty Years War, por Peter Heather
The Americans, Daniel Boorstin.
Agustin de Hippona – Confesiones.
Paulo de Tarso – Epistolas.
Estados Unidos, la utopía protestante.
Las sectas protestantes reprimidas en Inglaterra partieron a la America inglesa donde fundaron colonias autosustentadas con sus impuestos. Londres nunca las subvencionó.
Los dogmáticos puritanos
Un grupo de puritanos escapó del absolutismo del rey Carlos I, que defendía a la iglesia anglicana y los perseguía. Fundaron en 1630 en Norte America la Colonia de la bahía de Massachusetts. Pretendían que fuese la realización de su teología calvinista, una nueva Jerusalén, “a City upon the Hill” (la ciudad en la cima de la colina).
Convencido de detentar la “verdadera religión”, por lo que “no dudamos que Dios estará con nosotros, y si Dios está con nosotros, quien puede estar contra nosotros?”, escribió en los primeros dias de la colonia el puritano Francis Higgiston, en el periódico New-England Plantation.
Los puritanos estimaban que Sion podía ser reconstruida si los fieles abandonaban los falsos cimientos que existieron desde que el cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio romano, en el siglo IV. Ni mas ni menos, la refundación del cristianismo en America, dieciséis siglos después de Jesus. Los calvinistas reconocieron los concilios hasta Nicea, el que instituyó el Credo. A diferencia de los Luteranos se basaban únicamente en las sagradas escrituras y no seguían a los Padres de la Iglesia.
Los puritanos era una secta totalitaria. A partir de 1637, nadie podía instalarse en la colonia sin que los magistrados aprobaran su ortodoxia religiosa. Los críticos, dubitativos y disidentes eran expulsados. Estos formaron otra colonia rival en Nueva Inglaterra, Providence.
El sermón, la palabra pronunciada, prevaleció sobre la palabra escrita en Nueva Inglaterra, y se convirtió en una característica de la futura civilización estadounidense. El sermón de Nueva Inglaterra tenia un estilo llano, apuntaba a persuadir y a sacar las conclusiones practicas de la doctrina, antes que a la elaboración de la teoría, dice Daniel Boorstin en su trilogia The Americans. El púlpito suplantó al altar. La casa de reunión de Nueva Inglaterra, como la sinagoga en la que estaba inspirada, era ante que nada un lugar de instrucción. La comunidad era altamente letrada. Los pastores “abrían” los textos de la Biblia, en los que debía inspirarse la vida de los fieles y la construcción de la nueva sociedad. La asistencia al culto era obligatoria por ley y la ausencia daba lugar a multas.
Lo importante para los puritanos no era su credo sino su programa, lo que dos siglos después marcaría a los partidos políticos estadounidenses. Subrayaban su “manera de vivir” a la “manera de Nueva Inglaterra”, y no su doctrina. Adherían a un federalismo de iglesias, integradas por grupos de “santos”, cristianos con una experiencia de conversión común, guiados por la narrativa de la Biblia, donde encontraban una analogía entre ellos y los hijos de Israel. Este movimiento se llamó congregacionalismo.
Nadie podía ser un hombre libre (Freeman, ciudadano) de la Colonia si no había sido admitido antes a la iglesia. Los hombres libres podían votar y ser electos. A los crímenes pasibles de pena de muerte en Inglaterra, los colonos, inspirados en la Biblia, habían añadido hacia 1648: idolatría, blasfemia, secuestro, adulterio con una mujer casada, perjurio con la intención de matar a otro, insulto o maldición a un padre por su hijo mayor de 16 años de edad, la ofensa de ser un hijo rebelde, y la tercera condena por robo o asalto de caminos.
Según Boorstin, a los puritanos les preocupaba menos los fines de la sociedad que su organización, menos la bondad de la comunidad que su eficacia. Lo que les preocupaba era la elección de lideres y representantes, que debían ser miembros de la iglesia; imponer limites adecuados al poder político; establecer las libertades de los diferentes miembros de la comunidad; encontrar maneras para extender “la mano libre de la hermandad” sin obligar a las iglesias individuales o a sus miembros a dogmas particulares, ni a decisiones de un cuerpo central. Esto era precisamente el Congregacionalismo. El poder de decisión lo tenían los miembros de cada congregación.
Los cuáqueros
Si bien los puritanos tuvieron la mayor influencia en la génesis de Estados Unidos, no fue la única secta dogmática que fundó una colonia. En 1681 William Penn recibió su carta para Pennsylvania del rey Carlos II, para su comunidad religiosa, los Cuáqueros.
Los cuáqueros creían en la igualdad, en la informalidad, en la tolerancia. Estaban en contra de la esclavitud de los negros. Creían en la simplicidad y en la informalidad en el vestir y en el lenguaje, y se oponían a todas las ceremonias. Consideraban que todos los hombres eran esencialmente buenos. Garantizaron desde 1682 libertad religiosa a todos los que “confiesen y reconozcan al Dios Único, Todopoderoso y Eterno…, y se mantengan obligados en consciencia a vivir pacíficamente y justamente, en sociedad civil”.
Los puritanos creían que los indigenas eran cohortes del demonio y no tenían ninguna paciencia con los que disintieran en lo más mínimo con sus doctrinas. Los cuáqueros estaban admirados de cómo la religión de los indigenas se parecía a la de ellos. Recibían a individuos de todas las sectas.
Sus puntos débiles fueron, según Boorstin, su búsqueda del martirio, la preocupación con la pureza de sus propias almas, así como la rigidez de sus creencias.
El lugar ideal donde los cuáqueros buscaban el martirio era en la Bahia de Massachusetts, con los fanáticos puritanos de Boston, donde iban a predicar. Algunos lo encontraron. Primero los sometían a barbaras sesiones de latigazos y encarcelamiento en durísimas condiciones, antes de expulsarlos. Después de la aprobación de la pena de muerte para estas ofensas en 1658, algunos fueron ahorcados, incluida una mujer. En otras colonias, como en Rhode Island, los ignoraban, por eso no iban.
El primer medio siglo de Pennsylvania fue próspero. Su gobierno se complicaba, porque se negaban a prestar juramento y el crimen de perjurio no existía. Solo aplicaban la pena de muerte en casos de traición y asesinato. Estaban en contra de matar, tanto en la guerra como en la paz. Su doctrina los puso en dificultades ante las agresiones de los franceses en la frontera oeste y de los indigenas.
En 1756 los cuáqueros abdicaron cuando fue declarada la guerra contra los indigenas. Las grandes masacres perpetradas por los indigenas en 1755 fue el tiro de gracia para los cuáqueros. Los colonos alemanes e irlandeses habían penetrado en territorios indigenas del oeste violando pactos y tratados. El pacifismo de los cuáqueros ya les había creado serias dificultades cuando estalló la guerra contra España en 1739. En 1745 surgió un partido del compromiso liderado por Benjamin Franklin, que finalmente desplazó del gobierno a la minoría de extremistas cuáqueros. Franklin creó una milicia de 10.000 hombres, con oficiales electos por la tropa. Los cuáqueros no estaban obligados a portar armas, pero debían financiarla.
Durante la revolución americana buscaron la neutralidad. Fueron considerados traidores, aunque tampoco colaboraron con los ingleses.
Retirados del gobierno los cuáqueros se dedicaron a purificarse ellos mismos, lucharon contra la esclavitud y el trafico de esclavos, contra el alcohol, abolieron las lapidas en las tumbas, otra de las vanidades de este mundo, impulsaron la humanización de las prisiones y de los asilos de locos, la construcción de hospitales.
La influencia humanitaria y solidaria de los cuáqueros perduró en el cristianismo estadounidense.
Virginia: gentlemen farmers anglicanos, con esclavos
Los virginianos quisieron trasplantar a America lo que consideraban las virtudes de la vieja aristocracia terrateniente y anglicana de la Inglaterra de los siglos 17 y 18. El sueño de la clase media inglesa enriquecida en el comercio era retirarse a una espaciosa casa solariega en medio a algunos cientos de hectáreas. Comprar una casa solariega significaba integrarse a la clase gobernante. También significaba convertirse en juez de paz, con poder sobre el púlpito local, patrón y confesor del campesinado local y benefactor de los pobres. Y quizás pronto miembro del parlamento, caballero, barón o incluso miembro de la casa de Lores.
Fundada en 1607, hacia finales del siglo una minoría de terratenientes acumuló las tierras, dado que la plantación de tabaco las agotaba rápidamente y había que buscar nuevas extensiones. Hacia 1670 se estableció el voto censitario. A partir de 1680 comenzaron a ser importados negros esclavos. Virginia se transformó en una aristocracia esclavista. Los blancos pobres que llegaban a Virginia seguían camino hacia las Carolinas o hacia el oeste.
Esta aristocracia mercantil se estableció en las grandes residencias de sus plantaciones de tabaco, que contaban con sus propios muelles en los innumerables ríos que desembocaban en la bahía de Chesapeak, desde donde exportaban las hojas producidas por sus esclavos e importaban muebles, telas y porcelanas de Inglaterra. La aristocracia esclavista virginiana se arraigó, a diferencia de los plantadores de las islas inglesas del Caribe, que eran mayoritariamente ausentistas, residían en Londres o allí se retiraban enriquecidos por el trabajo de sus esclavos.
Los lideres de la revolución americana fueron hijos de esta aristocracia, “los 400”, que se casaban entre ellos, y crecieron en estas plantaciones esclavistas. George Washington, Thomas Jefferson, James Madison, James Monroe. Boorstin dice que cuando Estados Unidos dejó de ser una gran Virginia, Virginia dejó de gobernar a Estados Unidos.
En Virginia se adoptó el anglicanismo sin obispos. Las congregaciones se volvieron independientes y auto gobernadas. Ya el anglicanismo era un compromiso “entre la Iglesia de Roma y Ginebra” calvinista, cita en su obra Daniel Boorstin. Era más una institución que una doctrina.
El primer obispo, Virginia lo tuvo en 1783, ya separada de Inglaterra. Por lo tanto todo el clero colonial de Virginia tenia que ir a Londres para ser ordenado.
Era obligatorio asistir a la iglesia regularmente, pero en 1744 se estableció que cada uno podía elegir su propia iglesia.
Virginia no tenia una ciudad capital. Williamsburg fue el centro político pero no era una verdadera ciudad. No existía un centro intelectual, por lo tanto no se favorecieron las disputas teológicas. Recién en 1693 se estableció el colegio (college o universidad) William & Mary para la formación de buenos “ministros” o pastores.
Los virginianos eran moderados, toleraron a papistas e inicialmente a los cuáqueros, siempre y cuando mantuvieran la paz. En 1640 prohibieron a los puritanos, y en 1662 a los cuáqueros . Entre 1768 y 1776 encarcelaron a unos 50 predicadores fanáticos bautistas que invadieron el Estado, por perturbar la paz.
El gobierno de Virginia inició en 1776 el proceso de separación del Estado de las iglesias establecidas, mientras que en Connecticut permanecieron unidos hasta 1818 y en Massachusetts hasta 1833.
Virginia transmitió el espíritu liberal en religión, dado que aceptaba todas las denominaciones siempre y cuando no alteraran la paz.
Boorstin dice que la Revolución fue un suicidio para la aristocracia de Virginia. La guerra, la destrucción provocad en Virginia por las tropas inglesas, el desestablecimiento de la Iglesia, la obstrucción del comercio, el declive del cultivo del tabaco, impulsaron el declive de la aristocracia y sus instituciones.
Boorstin cita a un reverendo Hugh Jones que conocía muy bien a las colonias y en 1724 escribió: “Si Nueva Inglaterra puede ser llamada el Receptáculo de los Disidentes y una Amsterdam de la Religión, Pennslvania la incubadora de Cuaqueros, Maryland el retiro de Catolicos Romanos, Carolina del Norte el refugio de los tránsfugas y Carolina del Sur el paraíso de bucaneros y piratas, Virginia puede ser justamente estimada como el feliz retiro de verdaderos británicos y verdaderos feligreses en su mayor parte, ni proyectándose demasiado alto ni desmereciéndose demasiado, por lo tanto ameritan la mayor estima y aliento”.
Virginia, Massachusetts y Pennsylvania fueron las tres colonias que marcaron la génesis de Estados Unidos como una utopia protestante marcada por el dogmatismo salvacionista de los puritanos, el humanismo tolerante de los cuaqueros, el pragmatismo mercantil y la moderación religiosa de la aristocracia de Virginia. Sin embargo, no debemos olvidar en el melting pot a los tránsfugas, a los bucaneros y a los piratas.
De los conflictos y controversias entre las diferentes denominaciones protestantes en las colonias surgirá, con la independencia, la separación de los Estados de las iglesias, la tolerancia y la libertad, basada en la primera enmienda de la Constitución de EEUU que consagra la libertad de expresión.
Los grandes “revivals” o despertares protestantes
Los grandes despertares fueron movimientos religiosos que renovaron al protestantismo en el continente europeo, Inglaterra y Estados Unidos. Se expresaban en asambleas congregadas para escuchar a los predicadores y renovar su fe en la gracia de Dios.
El primer gran despertar ocurrió entre 1730 y 1750. Fue un gran movimiento, que también vio surgir a misioneros itinerantes, que sacudió a varias denominaciones o sectas y consistió en una renovación de la fe.
En Estados Unidos, este gran despertar tuvo como consecuencia la creación del evangelicalismo como movimiento interconfesional, por encima de las diferentes sectas. Una de sus principales características fueron las practicas carismáticas inspiradas por el Espíritu Santo, como hablar en lenguas, la profecía y los milagros. El metodismo surge en esta oportunidad como una disidencia de la Iglesia anglicana.
El segundo gran despertar se produjo en Estados Unidos desde 1790 hasta 1840 y provocó gran cantidad de conversiones. El movimiento se extendió también por Alemania, Inglaterra y Escocia. En Estados Unidos influenció a movimientos reformistas que apuntaron a la abolición de la esclavitud y a la abstinencia de alcohol.
Estados Unidos se convirtió en el centro mas dinámico del protestantismo. Las iglesias metodista, presbiteriana y bautista resultaron fortalecidas, y surgieron nuevas sectas como los adventistas, dispencionalistas y mormones. Fueron fundadas nuevas instituciones y universidades.
Comenzó también el movimiento misionero evangélico estadounidense, que se extendió por Asia, Africa y America Latina. Hasta entonces, solo los poderes coloniales evangelizaban en sus respectivas colonias, con sacerdotes y pastores de sus nacionalidades.
En 1810, un grupo de alumnos de Williams College pidió a la Asamblea de las Iglesias Congregacionales de Massachusetts, que organizaran misiones extranjeras. Comenzaron por Calcuta y Ceylan, y se extendieron por Asia, Africa y America Latina. Miles de jóvenes misioneros se plegaron al movimiento, y fue un precedente para el Cuerpo de Paz de los años sesenta del siglo XX. Las otras denominaciones también participaron en el movimiento. Ademas del evangelicalsmo, exportaban la idea del American Way of Life. El movimiento misionero contribuyó a la idea de los estadounidenses de que su actuación en el exterior era altruista. Porque las misiones se dedicaron primero a la educación, y después a la salud, fundaron escuelas, universidades y hospitales.
El tercer gran despertar se extendió de 1850 hasta inicios del siglo XX. Tuvo un carácter social, a partir de la creencia que para preparar la vuelta de Jesus el mundo debía reformarse. Surgieron nuevas sectas como los pentecostales y nazarenos. Estados Unidos se convirtió en el centro mas dinámico de la cristiandad, dado que en Europa avanzaba el movimiento secular y anticlerical, que condujo a la separación de los diferentes Estados de las iglesias cristianas.
Después de estos grandes movimientos evangélicos interconfesionales, las denominaciones y sectas volvían a controlar a sus feligreses, a imponer sus diferentes teologías y practicas religiosas.
Estados Unidos se convirtió en un gran mercado religioso, con denominaciones y sectas tratando de hacer atractivo su producto para los eventuales consumidores. Un medio privilegiado en la competencia interreligiosa, fue la fundación de instituciones de enseñanza superior, colleges y universidades. Todo pequeño pueblo, que se iba fundando a medida que la población avanzaba hacia el oeste, quería su propia universidad para atraer vecinos. Las diferentes sectas rivalizaban en propuestas para fundarlas. La población de los pueblos contribuía con dinero y tierras para obtener sus colleges y universidades. Para las sectas significó no solo crecer, sino también enriquecerse en tierras.
Sin embargo, para asegurar su sobrevivencia, las cartas fundacionales de estas instituciones de enseñanza prohibían exámenes religiosos para contratar profesores y para el ingreso de alumnos. Esto evitó instituciones sectarias, que evolucionarían hacia su independencia, como antes ocurriera con viejas universidades de origen religioso, como Harvard, Yale, Dartmouth, Amherst y Williams.
El protestantismo negro
Los esclavos negros del sur de Estados Unidos estaban prohibidos en varios estados de tener iglesias separadas, y debían asistir a los oficios religiosos de los blancos, pero separados. Su conversión fue desestimulada.
Sin embargo, los esclavos, que habían sido separados de sus familias y de sus coterráneos, pronto formaron sus propios lugares de culto, en su mayoría ilegales, que se convirtieron en su única comunidad. Un tercio de la población del sur de EEUU eran esclavos.
A diferencia de los países latinos, donde el derecho romano fue utilizado como fuente de las normas que regían la vida y el trabajo de los esclavos, en la tradición consuetudinaria de Inglaterra no existía nada al respecto. En Inglaterra a partir de la edad media no hubo esclavos. En el sur de EEUU, que salvo Luisiana adhería al derecho consuetudinario ingles, les aplicaban las normas relativas a objetos o a ganado. Su situación legal era peor que en cualquier otra parte del planeta.
La rebelión dirigida por el predicador Nat Turnner en 1831, en la que 60 blancos fueron asesinados, se tradujo en mayores restricciones a las iglesias negras. Se les prohibió establecer vínculos unas con otras. Sus pastores eran semianalfabetos, porque estaba prohibido enseñar a leer y escribir a los esclavos. El liderazgo del pastor era fundamental y absoluto. Por lo tanto, cada pequeña comunidad era una secta en sí misma. Los desacuerdos llevaban a frecuentes divisiones. Los bautistas, que dejaban mucha autonomía al pastor, atrajeron a las pequeñas comunidades religiosas negras.
Las iglesias institucionales negras fueron fundadas en Filadelfia a partir de 1787, la Iglesia Episcopal Protestante Africana y la Iglesia Metodista Episcopal Africana, que militó con la via férrea clandestina (underground Railroad), que conducía a esclavos sureños a la libertad en el Norte.
Los evangélicos y el poder
Los evangelicos según Kristin Kobes du Mes en su libro Jesus y John Wayne, no se definen por sus posturas políticas sino por sus convicciones teológicas. Según la Asociación Nacional de Evangélicos estas son: La Biblia como ultima autoridad, reconocer la centralidad de la expiación de Cristo, creer en el renacimiento cristiano por la experiencia de conversión (Born again) y trabajar activamente para predicar la buena nueva y adoptarla como modelo de sociedad.
Sin embargo, hoy en dia el evangelicalismo se ha convertido en una “cultura pop”, son los que siguen a Fox News, se consideran religiosos y votan al Partido Republicano, según Pibes dy Mes. Esta cultura incluye a calvinistas, pentecostales, guerreros justicieros, y gurús de la teología de la prosperidad.
Con la guerra fría y después de que la URSS detonó su primera bomba atómica, surgió el nacionalismo cristiano guerrerista y politizado.
El primer candidato a la presidencia que pidió la ayuda de los evangélicos fue el general Dwight Eisenhower, que subrayó el carácter cristiano de Estados Unidos en su lucha contra el comunismo ateo de la URSS. 60% de los evangélicos votaron por Eisenhower.
En 1954 el Congreso añadió las palabras “una nación bajo Dios” en el Juramento de Lealtad (Pledge of Allegiance), y al año siguiente Eisenhower firmó la ley que incorporó la frase “Confiamos en Dios” (In God we Trust) en los billetes del dolar. Eisenhower le dio gran impulso al complejo industrial militar y en su despedida dijo que la fortaleza militar permitiría que los estadounidenses siguieran adorando a Dios.
Todos los presidentes de Estados Unidos, salvo los católicos Kennedy y Biden, fueron protestantes mas o menos practicantes, todos tenían su templo, su pastor, e impulsaron ritos religiosos en la Casa Blanca. Los dos católicos también tenían su iglesia y su párroco y realizaron ritos religiosos en la Casa Blanca.
La movilización política de los evangélicos comenzó en la década del 60, en el sur de California. Nixon buscó y obtuvo su apoyo en las elecciones de 1968, en particular del predicador Billy Graham. Ya entonces eran activos políticamente a nivel estadual y en las elecciones de jueces y fiscales. Durante la campaña se organizaron eventos juveniles masivos, con sus propios rockeros como Pat Boon, que pretendían contrarrestar el gran movimiento contra la guerra de Vietnam y la irrupción de los hippies.
Había comenzado la gran revolución antropológica de los 60 y 70, que cambiaria radicalmente los valores dominantes, sobre todo en materia sexual y reproductiva, y por ende familiar. La secularización de la sociedad avanzaba.
Nixon ganó la presidencia convocando a “la mayoría silenciosa”, capitalizando el realineamiento político iniciado por Barry Goldwater, que marcaría el próximo medio siglo de historia estadounidense. 69% de los evangélicos votaron por Nixon. En su reelección fueron 84%.
El terreno de confrontación elegido por los evangélicos fue la defensa de la familia tradicional. Se movilizaron contra la ley de igualdad de genero (Equal Rights Amendment), porque cuestionaba el papel dominante del hombre, se declararon contra la enmienda sobre el desarrollo de los niños que impulsaba las guarderías para los padres que trabajan, porque los “sovietizaría”. Combatieron el aborto, aprobado por la Suprema Corte en 1973, porque cuestionaba lo que para ellos es el rol fundamental de la mujer, la reproducción. El programa radial Focus on the Family, que defendía a la familia patriarcal y la complementariedad de genero, era difundido por miles de estaciones de radio.
Inspirados en las técnicas modernas de la publicidad, los innovadores evangélicos fundamentalistas crearon en las décadas del 70 y 80 del siglo pasado una fe genérica, no ligada a denominaciones o sectas, que privilegia la lectura llana de la Biblia por cada uno y el compromiso con los fundamentos de la fe. Se multiplicaron emisiones radiales y televisivas, medios de comunicación, una gran industria editorial con libros a cientos de miles de ejemplares, grabadoras de musica, productoras de películas, think tanks y lobbies. Surgieron poderosos predicadores y comunicadores, mega iglesias.
En 1980, Gallup identificó a 60 millones de estadounidenses como cristianos renacidos (“Born again”), que se sumaban a otros 60 millones de religiosos “pro moralistas”. Su lider era Jerry Falwell. Entre las cosas que combatían figuraba la ley de Prevención de la Violencia Domestica, porque impedía castigar fisicamente a los niños y eliminaba al marido como cabeza de familia.
Ronald Reagan el gran comunicador, llevó a la presidencia al movimiento conservador apoyado por los evangélicos y sus aliados neoconservadores, movimiento fundado por intelectuales judios que habían sido de izquierda. Esta alianza esta basada en el apoyo irrestricto a Israel. Por su reivindicación del Antiguo Testamento, los evangélicos adhieren al sionismo.
Los evangélicos votaron a Reagan a pesar de haber firmado como gobernador de California una de las leyes mas liberales sobre el aborto. 67% de los blancos evangélicos lo votaron en 1980. Desde entonces, la mayoría de los evangélicos blancos votan republicano.
Desde los 90, el principal objetivo del movimiento evangélico es la restauración del poder patriarcal del hombre blanco en la familia, en la religión y en el Estado, según Kristin Kobes de Mes.
El modelo es el que define Paulo de Tarso en sus epístolas. Dios tiene la cabeza del hombre, y el hombre la de la mujer. Los héroes de estos nacionalistas cristianos machistas son el escocés medioeval William Wallace personificado por Mel Gibson, el imperialista Teddy Roosvelt, el personaje mitológico del cowboy, los generales Douglas Mac Arthur y George Patton, el soldado común estadounidense y sobre todo John Wayne, violento con los malos y protector de las mujeres y los débiles.
Estos evangélicos combativos, supremacistas blancos, reaccionaron contra lo que consideraban la imagen tradicional de un Jesus afeminado, que perdona y pone la otra mejilla, y lo transformaron en un guerrero, un hombre poderoso, un comandante. Su consigna es la siguiente cita de Jesus: “No vengo a traer la paz sino una espada”, según Mateo y Lucas. Pero eliminan el predicado de la cita en la que Cristo dice que los hijos se volverán contra los padres, los hermanos contra los hermanos, que el que no odie a su familia y lo sigue, se condenará.
Desaparecida la URSS en 1991, la ONU se transformó en el principal enemigo de los evangélicos.
El movimiento para escolarizar a los niños en sus casas, iniciado en los años 80, explotó en vísperas del nuevo milenio. En 1999, 850.000 niños eran educados en casa, y en 2016 ya eran 1,7 millón. Querían preservar a sus hijos de la educación secular y antirreligiosa impartida en la educación publica. Evitarles escuchar blasfemias como la teoría de la evolución de las especias
Kristine Kobes de Mes escribe que George W Bush era evangélico, y se compró un rancho justo antes de la campaña electoral, aprovechando el estereotipo de John Wayne tan caro a los evangélicos. Ganó con su “conservadurismo compasivo” que los atentados del 11/9/2001 transformaron en una cruzada o guerra santa, la Guerra Global contra el Terror. Fue el triunfo del nacionalismo cristiano guerrerista. Las artes marciales, las armas de fuego, y la evangelización de las Fuerzas Armadas se difundieron entre los evangélicos como expresión de la masculinidad fundamentalista.
La radicalización de los 70 millones de evangélicos después del 11 de setiembre se expresó en la marginalización de todos los que no adherían a la ortodoxia en materia sexual, de genero y en la creencia en la existencia del infierno. El evangelicalismo se convirtió en la religión de la mayoría en las Fuerzas Armadas. En 2005, 40% de los efectivos en servicio activo se identificaban como evangélicos, así como el 60% de los capellanes. Los evangélicos se opusieron al levantamiento en 2013 de la prohibición de la participación de las mujeres en combate.
Y Trump, a pesar de su moral transgresora, se convirtió en el papa de los evangélicos por su agresiva masculinidad, rayana en el acoso y la misoginia. 81 % de los evangélicos lo votaron cuando llegó por primera vez a la presidencia. Según Kristin Kobes du Mes fue el temor a la perdida de status, sobre todo racial, que llevó a los evangélicos blancos, y a los blancos en general, a votar por Trump.
Esta autora estimó que el evangelicalismo debe ser considerado como un movimiento cultural y político antes que una comunidad definida fundamentalmente por su teología.
Los evangélicos estadounidenses se aliaron a la derecha católica anti papa Francisco, al estilo Steve Banon, y antes de la guerra en Ucrania con la iglesia ortodoxa rusa apadrinada por Vladimir Putin, así como con los judios ortodoxos antiarabes en el poder en Israel.
El evangelicalismo es ante todo un nacionalismo estadounidense basado en la masculinidad y el fundamentalismo evangélico. God and country. Sin embargo lo han exportado al tercer mundo, donde ha prosperado. En America Latina, Brasil cuenta con 31% de evangélicos, según el IBGE, o 65 millones, de una población total de 210 millones. Tienen una poderosa bancada parlamentaria y llegaron al gobierno con Jair Messias Bolsonaro. Deberían superar a los católicos en 2032. En Guatemala los evangélicos llegan al 35%, también muy activos en política. Y en Nicaragua, la pareja presidencia despótica, Daniel Ortega y Rosario Murillo, abandonaron el catolicismo que los combate por el evangelicalismo que los apoya.
El evangelicalismo en America Latina, sobre todo pentecostales y adeptos de la teología de la prosperidad, crecen entre las clases populares y la clase media baja. Sus iglesias se multiplican con gran facilidad y utilizan técnicas de mercadeo, tienen una gran presencia mediática y política, y prometen una prosperidad milagrosa .
Declive del evangeliacalismo en EEUU
A pesar de su poder político, cunde la alarma entre los dirigentes evangélicos estadounidenses según Kristin Kobe de Mes, porque los números de sus correligionarios se han erosionados en los últimos años, sobre todo entre los jóvenes. Algunos le echan la culpa a la vanguardia radical evangélica blanca o MAGA (Make America Great Again), otros lo atribuyen sencillamente al avance de la secularización de la sociedad estadounidense, como ocurrió antes en Europa.
No solo cunde la alarma entre los evangélicos, sino también entre otros supremacistas blancos. Los blancos no hispánicos han caído hoy al 42 % de la población de Estados Unidos. Ya son minoría.
Pero los evangélicos protestantes blancos cayeron aun mas, de 23% en 2006 a 13.6% ahora. El censo sobre la religión en Estados Unidos del Public Relations Research Institute (PRRI) indica que los que más cayeron son los más devotos del nacionalismo cristiano. Y la mayoría de estos son baby boomers, que están al final de sus vidas. “El declive no será revertido por veteranos canosos y enojados que piden la prohibición del aborto y que no se mencione la palabra gay”, afirma Jennifer Rubin en un articulo de opinión en el Washington Post el 19 de marzo de 2023.
El presidente de PRRI, Robert P. Jones, afirma que ¨los subgrupos blancos cristianos han perdido casi la mitad de su mercado únicamente entre las generaciones que hoy están vivas”.
Las cifras entre los jóvenes son elocuentes. Cuatro de cada diez estadounidenses de entre 18 y 29 años (38%) no pertenecen a una religión, y 32% de entre 30 a 49 años.
Los esfuerzos desesperados de los evangélicos blancos para aferrarse al poder político exigiendo apoyo a una serie de normas culturales anticuadas solo empeora el problema, afirma Rubin. A no muchos veinteañeros (que integran la generación mas diversa e inclusiva de la historia estadounidense, imbuida de ciencias climáticas y tecnología) les interesaría vivir en un Estado en el que el aborto sea inaccesible, los gays marginados y el secularismo denostado, concluye.
The Americans – Daniel Boorstin
Jesus and John Wayne – Kristin Kobes du Mes.
Public Relations Research Institute – Censo de la Religion en Estados Unidos
Why white Christian Americans are in such a panic – de Jennifer Rubin -The Washington Post – 19/03/2023
La agonía del cristianismo
Estados Unidos permanece como la gran nación cristiana, donde el Estado sigue comprometido con un cristianismo genérico, así como su sistema político. La extrema derecha nacionalista y cristiana se ha transformado en una formidable fuerza política, liderada por Donald Trump en una radical campaña de transformación de Estados Unidos y de las relaciones internacionales. Esta fuerza extiende su influencia política por Europa y America Latina., aunque las cifras de las encuestas señalan un avance moderado de la laicidad en Estados Unidos.
Los golpes asestados al cristianismo y otras religiones en el siglo XX fueron perpetrados en primer lugar por el comunismo ateo, que descristianizó a la Union Sovietica y sus Estados satélites, ortodoxos y catolicos de Europa del Este (salvo Polonia), a pesar del tímido renacimiento posterior a la disolución de la URSS. El comunismo antirreligioso se afianzó en China, donde la ética de Confucio ya había marginado a las religiones, y en los paises de la antigua Indochina, así como en Cuba.
El segundo golpe fue el nazismo, que cuestionó el gran principio consagrado por el monoteísmo cristiano, la igualdad de los seres humanos ante dios. El nazismo intentó imponer la supremacía germana y la restauración de sus mitos. El movimiento de cristianos nazis le daba más importancia a Hitler que al papa. Pio XII, el papa complaciente con los nazis, y pasivo ante el genocidio judio, contribuyó al debilitamiento del catolicismo.
El tercer golpe es la secularización de Europa y America Latina, inclusive de algunas iglesias protestantes, agravado entre los católicos por la discriminación de las mujeres en la Iglesia, el celibato de los sacerdotes y los escándalos de pedofilia.
Este proceso comenzó en el Renacimiento, con el redescubrimiento de los textos clásicos y el resurgimiento de las ciencias y la filosofia. Se afirmó con el Iluminismo y la revolución francesa. Y en los siglos XIX y XX con la separaciones de las Iglesias de varios Estados, y la secularización de las sociedades.
El cristianismo sobrevive en primer lugar en la Iglesia Catolica, que ha perdido todo su poder político y gran parte de su poder económico, y se encuentra sumida en controversias internas y con una feligresía cada vez menor. Sus posturas dogmáticas contra el divorcio, el aborto, el casamiento para todos, fueron derrotadas en varios países de origen católico.
El catolicismo integrista en lo religioso y de extrema derecha en lo político, ha recibido un impulso por el Movimiento MAGA de Donald Trump, uno de cuyos dirigentes, Steve Banon, milita activamente para su extension a Europa y America Latina. Se oponen al aborto, el casamiento homosexual, la eutanasia, la procreación asistida.
El catolicismo solo crece y produce vocaciones sacerdotales en Africa, como subproducto del neocolonialismo, en Filipinas, en Corea del Sur. Una pequeña minoría asiste a misa y practica los sacramentos.
El monoteísmo cristiano que dominó a Occidente durante casi 2000 años, está en crisis. La virulencia del nacionalismo evangélico de extrema derecha estadounidense seria uno de sus síntomas. En Europa y America Latina está a la defensiva, en vías de quedar reducido a una minoría cerrada sobre sí misma.