(A mi amigo Ahmad al Nashif, que en 1993 me introdujo a su Islam, en Siria).
El Islam es la ultima religión revelada, surgida 600 años después de Jesus en la península arábiga, y continuadora del monoteísmo Abrahamico de judios y cristianos.
La génesis del Islam con el profeta Mahoma y los cuatro primeros califas, sus compañeros, da su identidad a esta religión. Es fundamental conocer estos 30 primeros años del Islam. Porque los musulmanes contemporáneos no solo interpretan al pie de la letra a El Coran, sino que siguen de manera dogmática la tradición establecida por el Profeta y estos cuatro primeros califas (sucesores). El conflicto por la sucesión legitima de Mahoma divide al Islam hasta el día de hoy, entre sunitas y chiitas.
Los textos de la tradición sobre la vida y la obra de Mahoma y de los 4 primeros califas, fueron escritos en su mayoría unos dos siglos después de ocurridos. Mahoma nació en 570 dc y su primera biografía fue escrita justo después del año 800, bajo el califato Abasida, según Peter Heather en su libro Christendom, the Triumph of a Religion.
La península arábiga antes del islam
La península arábiga, como todas las regiones fronterizas con los grandes imperios, había experimentado un desarrollo económico y social incentivado por la vibrante economía persa sassanida entre los siglos III y VI y el apogeo de la economía romana en los siglos IV y V. Estos dos imperio se disputaron la hegemonía en el Medio Oriente y sus guerras incesantes los debilitaron, lo que favoreció la expansión árabe del siglo VII.
Con anterioridad, estas guerras obstaculizaron la ruta terrestre de la seda para el comercio con Asia, lo que favoreció el comercio marítimo por el mar Rojo, que benefició a los árabes. La Meca se convirtió en un importante centro comercial. Los productos de lujo de China y la India llegaban a sus puertos y sus caravanas los llevaban a las ciudades romanas y persas.
En 610 en La Meca, el marido de Jadija, una poderosa comerciante de la tribu aristocrática Quraishita, llamado Abul Qasim, de la misma tribu y bastante menor que ella, comenzó a recibir de Allah la revelación de una nueva religión por intermedio del ángel Gabriel, a los 40 años de edad. El profeta pasó a ser llamado Mohammed, “digno de alabanza”, y los españoles lo llamaron Mahoma,.
En ese momento, el monoteísmo ya se había extendido por la península arábiga, con el judaísmo y el cristianismo. En el norte y noreste de la península se formaron dos reinos árabes cristianos, cliente de Constantinopla uno, de Ctesiphon, la capital persa, el otro. A través del mar Rojo se encontraba Abisinia, con el reino cristiano de Axum. Después de haber sido expulsados de Jerusalén por los romanos en los siglos I y II dc, los judios fundaron ciudades en el norte de la península arábiga.
Las tribus beduinas seguían siendo mayoritariamente politeístas, y su principal santuario era la Kaaba, en La Meca. Las peregrinaciones a La Meca era el otro gran negocio de la tribu aristocrática Quraishita, a la que pertenecía el clan de Mohammed, los Hachemitas. El clan más poderoso de esta tribu eran los Umeyas, que gobernaban La Meca y eran los guardianes de la Kaaba, el santuario en torno al que se celebraba un gran mercado.
El judaismo, el cristianismo, el maniqueísmo y el mazdeismo tenían seguidores en toda la peninsula. Los reinos árabes cristianos eran entonces el reino monofisista de los gasanidas en el Norte, limítrofe con el imperio romano, y el reino lajmida, tributario de los persas en el noreste. El reino de Himyar en el actual Yemen adoptó el judaísmo como religión oficial en el siglo V bajo la protección de Ctesiphon (capital persa), y el reino de Yamama, el granero de La Meca en el centro de la península arábiga era hanafita (monoteísmo abrahamico).
En la Meca, algunos miembros de la aristocracia quraishita tambien se declaraban seguidores del monoteísmo abrahamico.
El reino cristiano de Axum, en la costa africana del mar Rojo, en Abisinia, tenía injerencia en los asuntos de la península arábiga. El negus etíope envió expediciones contra el reino judio de Himyar, en apoyo a los cristianos perseguidos y masacrados. Años después, el reino de Axum colocó en el poder en Yemen al cristiano Abraha. Este atacó La Meca con un ejército que contaba con algunos elefantes en 570, el año en que nació Mahoma. La tradición islamica dice que el objetivo de Abraha era destruir la Kaaba, santuario rival de su propio centro de peregrinación, aunque todo indica que lo que quería era conquistar La Meca, por su importancia comercial.
Los comerciantes de La Meca viajaban frecuentemente a las grandes ciudades romanas como Damasco, Antioquia, Aleppo, y a las ciudades de los reinos árabes cristianos, para hacer negocios, y entraban en contacto con cristianos y judios, admiraban las grandes basílicas, y tomaban conocimiento de las escrituras de unos y otros.
El siglo VI fue traumático en Oriente. La peste bubónica o peste Justiniana de 541 devastó las ciudades y desató una profunda crisis económica. El imperio bizantino y el imperio persa sassanida chocaban militarmente en sus fronteras mesopotámicas, afectando el comercio de bienes de lujo desde Arabia.
En 609, los persas sasánidas lanzaron una fulminante ofensiva militar contra los bizantinos y tomaron Edesa, gran centro cristiano de Oriente. En 610 conquistaron Antioquia, la capital bizantina de Siria, sede del patriarca cristiano. En 613 ocuparon los grandes centros comerciales de Damasco y Aleppo. En 614 asestaron un golpe simbólico, tomaron la ciudad santa de Jerusalén y trasladaron la reliquia de la verdadera cruz a Ctesifon. El cha la entregó a los obispos nestorianos, que dirigían esta iglesia independiente, muy dinámica, con ambiciosas campañas misioneras en Asia.
En esa época, los judios seguían presentes en Palestina a pesar de su expulsión de Jerusalen por los romanos. Los persas les permitieron retornar casi 500 años después. Los bizantinos los acusaron de haber colaborado con los persas en la toma de la ciudad. En 619, los sasanidas tomaron Alejandría, la capital del Egipto Bizantino, y en 622 invadieron Asia Menor, y llegaron hasta las poderosas murallas teodosianas de Constantinopla.
El emperador bizantino Heraclio contraatacó en 627 y derrotó a los persas en Ninive (la actual Mossul). Heraclio recibió la ayuda de la peste, que golpeó a la capital Ctesifon y mató al propio Cha en 628. En 630 Heraclio recuperó Jerusalén. Expulsó nuevamente a los judios, y lanzó una campaña de conversiones forzadas en Palestina. Transformó al monte del templo en el gran basurero de la ciudad. Heraclio también lanzó una ofensiva contra los cristianos monofisistas, les obligó a adherir a la ortodoxia, confiscó sus iglesias y monasterios. Protagonizó una verdadera guerra santa, la primera cruzada. Aunque sus conquistas tuvieron muy corta duración.
Revolución islámica de Mahoma
Abul Qacim, conocido como Mohammed, nació en 570, casi dos siglos después de que el cristianismo fuera declarado religión oficial del imperio Romano. Era huérfano de padre y madre. Sus orígenes familiares son oscuros. Su padre Abdullah, ya había muerto cuando él nació, y su madre Amina murió cuando tenia 6 años. quedó a cargo de su abuelo, Abd al Muttalib, que murió dos años después. Entonces fue adoptado con casi 8 años por su tío paterno, Abu Talib, y su esposa Fatima, padres de Ali, quien seria también su yerno y el cuarto califa.
Mahoma fue criado por una nodriza cristiana copta procedente de Abisinia, Umm Ayman, a la que quiso como a una segunda madre.
Ademas de su nodriza cristiana, otro personaje que tiene importancia en su vida antes de la revelación fue un monje nestoriano, Bahira, que Mohammed conoció en Siria. Bahira habría ordenado a Jadija que se casara con Mohammed. Justo después del inicio de la revelación, Jadija partió al encuentro de Bahira para consultarlo sobre la aparición del ángel Gabriel a su marido. Otro cristiano que desempeñó un papel en este momento fue el liberto Idas al-Naynawi, a quien Jadija tambien consultó sobre la revelación.
Mahoma comenzó a recibir la revelación en 610, supuestamente del ángel Gabriel, a los 40 años de edad y a convertir a los primeros creyentes. Conocía el cristianismo desde su mas tierna infancia por su nodriza, y por sus viajes como administrador de los intereses comerciales de su rica esposa Jadija, por las ciudades de los reinos árabes cristianos y del imperio catolico bizantino, así como por sus conversaciones con el monje Bahira y otros cristianos.
Por lo tanto, no fue casualidad que haya sido en el camino de Damasco que otro monje cristiano revelara al intimo amigo de Mahoma, Abu Bakr, que un profeta surgiría en su tribu Quraish. Cuando Mohammed comenzó a recibir la revelación, Abu Bakr, que será el primer convertido al islam y el primer califa, le confió la profecía del monje confirmándolo como Profeta.
Así como las conversiones de Abu Bakr y de Paulo de Tarso se originan en el camino de Damasco, el mismo angel Gabriel que le anuncia a Maria su gravidez, es el intermediario entre Allah y Mahoma.
Posteriormente, el Islam, que significa sumisión, se considerará a sí mismo como la verdadera religión Abrahamica o Hanafi, de la que el cristianismo y el judaísmo serian versiones anteriores y desviaciones en la medida que no reconocen a Mohammed como profeta.
El Islam reconoce a los profetas judios, en particular a Abraham, Noé, y Moises, y a los cristianos Juan el Bautista y Jesus, como los que precedieron a Mahoma. Este se autoproclama como el último profeta antes del Apocalipsis. En el Juicio Final le brinda un papel importante a Jesus. Profesa particular devoción por Maria, a la que considera una de las cuatro principales mujeres del paraíso.
Mahoma ordenó tolerancia hacia “las religiones del Libro”, lo que se convirtió en una obligación para los musulmanes.
La predicación de Mahoma en La Meca como profeta de un solo Dios, y de la inminencia del Apocalipsis, fue enfrentada por la aristocracia quaraishita, su propia tribu, que gobernaba la ciudad y gestionaba la Kaaba, donde se adoraban toda una colección de Idolos.
Los quraishitas lanzaron la persecución contra Mahoma en 619, después de la muerte de su prestigiosa esposa de su misma tribu, Jadija, y de su influyente tío Abu Talib, que nunca se convirtió al Islam. Establecieron un boicot comercial al clan hachemita de Mohammed. Ante las persecuciones, dos grupos de conversos musulmanes emigraron a la Abisinia cristiana, donde el negus los protegió. Posteriormente, el resto de los musulmanes, con Mohamed a la cabeza, emigraron en 622 a Yathrib, la actual Medina. Los emigrados a Etiopia se les juntaron después. Los que acompañaron a Mahoma en la Emigracion, la Hegira, el evento fundacional del Islam que marca el inicio de su calendario, son llamados compañeros, y se transformaron en una casta religiosa privilegiada, seguidos en privilegios por los conversos medinenses, los ansaras.
En Medina, Mahoma formó grupos armados que realizaban razias contra caravanas de sus enemigos quraishitas. A los emigrados les habían confiscado todos sus bienes en La Meca. Mahoma concluyó alianzas con las tribus árabes y judías de Medina. Formó una comunidad única de creyentes entre los emigrados y los Ansaras. Organizó un embrión de Estado teocrático con la Constitución de Medina, que aseguraba la convivencia pacifica entre las nueve tribus de la ciudad, con Mahoma como autoridad mediadora.
Aunque la persuasión y la diplomacia son los principales medios con los que Mahoma construyó su poder, también recurrió a la violencia. Mandó matar a un poeta satírico judio, Kay Ibn al Ashray, que se burlaba de él y de los musulmanes. Participó en la lapidación de una mujer libertina. Exigió que le cortaran la mano a una ladrona de un clan prestigioso. Las razias de los musulmanes se convirtieron en batallas campales contra los quraishitas. Mahoma se transformó en jefe religioso, político y militar.
En 623 Muhammed rompió con las tribus judías de Medina, de las cuales dos fueron expulsadas de la ciudad en 624 y 625. En 627 la tercera fue diezmada, después de que se aliara con los quraishitas que sitiaron Medina. Mahoma derrotó a esta tribu, ejecutó a todos los hombres -entre 600 y 900 individuos-delante de toda la población de Medina, confiscó sus bienes, y vendió a sus mujeres e hijos como esclavos.
La gran conquista que llenó sus cofres y le permitió fortalecer a su ejercito, fue la conquista de la rica ciudad judía de Jaybar, al norte de Arabia, en 628.
Ese mismo año, Mahoma fue en peregrinación a La Meca delante de 1.500 musulmanes y se reconcilió con los quraishitas, con los que firmó una tregua de 10 años. Hizo la concesión de que la plegaria se realizara en dirección a La Meca y no a Jerusalén como hasta entonces se hacia. Según el Islam, Ismael, el hijo ilegitimo de Abraham, fue quien construyó la Kaaba.
En 629, Mohammed le declaró la guerra a Bizancio con el objetivo de conquistar Jerusalén, ciudad santa para el Islam también. Al este del Mar Muerto, en Mota, el ejército musulman sufrió una aplastante derrota, que debilitó el poder de Mahoma. Al año siguiente, en 630, los quraishitas rompieron la tregua.
La crisis de poder de Mahoma se manifestó también en la aparición de otros profetas, que se reivindicaban como portavoces del ángel Gabriel o de Miguel. Uno de ellos era mujer.
Mahoma marchó entonces contra La Meca con un ejercito de 10.000 hombres, la ciudad se rindió sin combatir y su población se convirtió al Islam con los quraishitas a la cabeza.
Luego conquistó las otras ciudades judías de Arabia y les impuso el impuesto yizia (para las religiones del Libro). La mayoría de las tribus árabes de la peninsula se le sometieron y Arabia quedó unificada.
En 631 Mahoma se dirigió con un gran ejercito hacia la ciudad de Tabuk en el norte de Arabia, para enfrentarse a los bizantinos. El combate nunca se produjo. Fue solo una exhibición de fuerza. Mahoma reafirmó así la orden que da El Coran a los musulmanes: “el combate les esta prescrito”.
Al regreso de Tabuk, su único hijo varón, Ibrahim, murió con 22 meses de edad. Mahoma quedó destrozado. Había tenido ese hijo con una concubina cristiana copta, Maria, una esclava que le había sido regalada por el patriarca católico de Alejandría.
La llegada de Maria al haren de Mahoma había desatado una crisis con dos de sus esposas, Aisha, su preferida, hija de Abu Bakr, y Hafsa, hija de Umar. Tiene que intervenir el ángel Gabriel, con nuevas suratas del Coran, para calmar la situación.
En 632 Mohammed decidió realizar su ultima peregrinación a la Meca, que por primera vez dirigiría él mismo. En la peregrinación de 631 se había anunciado a los politeístas que les estaba prohibido participar en las peregrinaciones futuras. Mahoma fijó los ritos de la peregrinación y les dijo a los musulmanes que de esa manera culminó el diseño de la nueva religión.
En su ultimo discurso en el Monte Arafat, Mahoma dijo a los musulmanes que les dejaba dos cosas que evitarían que se perdieran, el Corán y su propia familia, lo que algunos interpretaron como el anuncio de una dinastía. Les dijo tambien que “un arabe no tiene superioridad sobre un no arabe, ni un no arabe tiene superioridad sobre un arabe; un blanco no tiene superioridad sobre un negro ni un negro sobre un blanco, a no ser por la piedad y las buenas obras”.
En el camino de regreso a Medina, en el estanque de Jumm, Mahoma dió a entender que su sucesor sería su yerno y primo hermano, Ali. “De quien yo soy el señor, Ali es su señor”, declaró a sus seguidores. Ali estaba casado con Fatima, su única hija o hija preferida, según las diferentes fuentes.
En La Meca, el ángel Gabriel le había indicado que debía designarlo como califa. Y Mahoma se lo confió a Ali. Aisha, que espiaba a Mahoma, le sacó la información y se la transmitió a su padre, Abu Bakr. Varios compañeros del profeta entonces concluyeron un pacto para impedir que Ali llegase al poder. El ángel Gabriel en el camino de regreso a Medina le insistió a Mahoma que no demorase el anuncio y que debía hacerlo inmediatamente. Su anuncio fue ambiguo.
Mahoma murió el 8 de junio de 632, poco después de regresar a Medina, lo que desató una lucha por el poder, que culminó con el golpe de Estado de Umar, que proclamó a Abu Bakr como califa. Umar, que había impedido que Muhammed dictara su testamento en su lecho de muerte, se enfrentó a Fatima, la hija del profeta, que reunía en su casa a los disidentes.
Mahoma acumuló una colosal fortuna, dado que el quinto de todos los botines de guerra le correspondía a su familia. Era propietario de tierras, oasis, rebaños de camellos, ovejas, cabras. Su riqueza se tradujo en la cantidad de esposas que tuvo. Después de la muerte de su primera esposa Jadija, con la que fue monógamo, se le atribuyen entre 13 y 15 matrimonios. Cada esposa tenia su propia casa. A esto se sumaba un sinnúmero de concubinas. Su esposa preferida fue Aisha, la hija de Abu Bakr, con la que se casó cuando ésta tenia 6 años. El Profeta esperó tres años para consumar el matrimonio. Aisha tenia 18 años cuando murió Mahoma, Los cristianos utilizaron este casamiento para desprestigiarlo. En el código de partidas de Alfonso X, en el siglo XIII, se fijaba en 7 años la edad de las niñas para los esponsales y para el matrimonio en 12. Abu Bakr significa precisamente el padre de la doncella. Las otras esposas eran viudas o divorciadas.
Abu Bakr, que era contrario al igual que Umar al establecimiento de una dinastía, expropió a la familia del profeta su fortuna, aduciendo que era patrimonio de los creyentes.
Los últimos mandamientos del profeta se dirigieron contra los judios, caracterizados de enemigos irreconciliables por haber transformado los sepulcros de sus profetas en lugares de oración. Y ordenó: “expulsad a los no creyentes de la península arábiga”.
Paradójicamente, un siglo después de su muerte comenzó tambien el culto de Mahoma, impulsado por los califas omeyas por necesidad politica en sus luchas dinásticas. Actualmente, cualquier falta de respeto a Mahoma es considerada blasfemia, castigada con la muerte por los Estados que aplican la sharia.
La profesora tunecina Hela Ouardi en su obra sobre los cuatro primeros califas basada en la tradición, escribe que a lo largo de los siglos se fue afianzando la imagen del profeta reformador, la que prácticamente hizo desaparecer la original de profeta del Apocalipsis. Jesus también anunciaba la inminencia del fin de los tiempos y el Juicio Final, por eso la urgencia del arrepentimiento y de la conversión.
Mahoma predicó una religión étnica, no tiene ninguna ambición de extender el islam mas allá de las tribus arabes, el arabe es la lengua del Islam. También Jesus predicó únicamente para los judios.
El genio de Muhamed radicó en su habilidad en unir a los árabes, más por la diplomacia que por la guerra. “Cuando Mahoma murió en 632, a los 63 años, de una corta enfermedad, había transformado a la península arábiga en una zona de tregua, de paz”, escribe el genial estudioso de la antigüedad tardía, Peter Brown. “La conquista de los imperios Bizantino y Persa fue el precio que los demás pagaron por el éxito de la pax islámica entre los árabes”.
Según Peter Brown, “el mensaje de Mahoma se desarrolló como una protesta contra el estilo de vida beduino”, contra el tribalismo. El Islam colocó al hombre solo, frente al juicio de Dios, en contra de las tradiciones tribales. En la Arabia preislamica enterraban vivas a las hijas recién nacidas, porque el poder de un jefe de familia surgía de la cantidad de hijos varones que procreara, lo que fue erradicado por el Islam; las tribus se desangraban en venganzas interminables, entonces el islam estableció compensaciones pecuniarias o en ganado por asesinatos o heridas graves; los beduinos practicaban el amamantamiento de adultos, prohibido después por el islam.
Mohamed creó una nueva comunidad basada en nuevos valores, ritos y sanciones, la umma o comunidad de los creyentes. Brown dice que Mahoma introdujo a los arabes a la civilización como era conocida en el siglo siglo VII en el Cercano Oriente, el temor de Dios, el miedo al Juicio Final.
Para el historiador Peter Frankopan, “La unidad era un dogma central y la razón principal del éxito inminente del Islam”. La unidad de los árabes y después de los musulmanes, voluntaria o coercitiva.
Las ultimas palabras de Mahoma fueron: “Que no haya dos religiones en Arabia”. Esta consigna la retomó Bin Laden 1400 años después para exigir la expulsión de los cristianos y los judios de la península arábiga, llegados en 1990 con las fuerzas armadas estadounidenses, tras la invasión de Kuwait por Saddam Hussein. Fue el objetivo inicial de la campaña terrorista de Bin Laden. Después del atentado contra las torres gemelas, silenciosamente, el ejercito estadounidense abandonó Arabia Saudita y estableció bases en Qatar y los Emiratos. Veinte años después, el príncipe Bin Salman los volvió a llamar.
Mohammed santificó a su familia. Dijo que su hija Fatima seria líder de las mujeres en el paraíso, y seria una de las 4 mujeres superiores del paraíso, a saber su primera esposa Jadija, Asiya esposa del faraón egipcio que crió a Moises, y Maria la madre de Jesus. Declaró a sus nietos Hasan y Hussein como jefes de la juventud en el paraíso.
La sacralización de su familia creó los conflictos sucesorios.
Quizas Mohammed se inspiró de la Sagrada Familia cristiana, con la virgen Maria, San Jose, y los abuelos de Jesus, Santa Ana, citada en el Coran, y San Joaquin. y desde luego la eliminación de la memoria de los otros hijos de Maria y de la perdida de su virginidad. Ya en el siglo IV AC el filosofo ateo Epicuro había santificado a su familia.
Mohamed aseguró ademas la salvación a sus 10 fieles compañeros de la primera hora, entre los que figuraba su primo y yerno, Ali.
En su reparto de lugares en el paraíso, Mahoma no olvidó brindarles un lugar destacado a Abu Bakr y a Umar, los dos suegros suyos que fueron califas, dijo que serán señores de los bienaventurados en el paraíso y que el día del juicio final estarán a su lado.
Ali es reivindicado por los chiitas como el heredero legítimo de Mahoma, desplazado por los primeros tres califas, Abu Bakr, Umar y Uthman. Estos consideraron que Mahoma no había fundado una dinastía, sino una comunidad de creyentes que debía ser gobernada por los más aptos. Hassan y Hussein, hijos de Ali fueron desplazados por los omeyas. Los omeyas están en el origen de los sunitas. Desde entonces el Islam quedó dividido en dos facciones enemigas, irreconciliables hasta el día de hoy. Ali, Hassan y Hussein fueron asesinados.
Los dos primos califas, el gran amigo del profeta, Abu Bakr, y Umar su guardaespaldas, consideraban que Ali no tenia las condiciones para ser califa cuando murió Mahoma. Su única virtud era su religiosidad, pero la Umma ya era un Estado, que debía asegurar su dominio en un ambiente levantisco. Ademas, estimaban que los poderosos quraishitas nunca lo aceptarían como califa, por su juventud y porque rechazarían una dinastía que los excluyera. Cuando Ali fue nombrado cuarto califa, la hija de Abu Bakr y viuda de Mahoma, Aisha, encabezó una rebelión armada.
Abu Bakr: guerra civil y estado islámico
Abu Bakr fue designado califa, o más bien impuesto por Umar. Tenía orígenes modestos en un clan quraishita menor, pero se había convertido en un exitoso comerciante en telas. Era amigo de Mahoma antes de que éste empezara a recibir la revelación.
La designación de Abu Bakr (632-634) provocó un violento conflicto con la familia del profeta, que consideraba que Ali había sido designado por Mahoma como el heredero legitimo, y desató duros enfrentamientos entre los compañeros del profeta. Los que se negaban a rendir pleitesía a Abu Bakr se reunían en la casa de Fatima, hija de Mahoma y esposa de Ali. Umar atacó la casa de Fatima, y amenazó con prenderla fuego. Cuando quisieron romper la puerta para entrar, Fatima, embarazada, se interpuso y fue golpeada. Fatima maldijo a Umar en la mezquita de La Meca, perdió su embarazo y a las pocas semanas murió. La primera medida de Abu Bakr fue nacionalizar la herencia que Muhammed había dejado a Fatima. Abu Bakr y Umar también marginaron del poder a los ansaras de Medina.
Se desató una rebelión generalizada. Solo en las mezquitas de tres ciudades se siguió practicando la oración. Medina la capital política, La Meca la capital religiosa, y Taif, ciudad natal de varios guerreros musulmanes, cercana a La Meca.
Las tribus que dominaban las demás ciudades no rindieron pleitesía a Abu Bakr. Consideraron que muerto el profeta, podían volver a sus tradiciones tribales, de manera autónoma, sin pagar más impuestos a Medina.
Con mano de hierro, Abu Bakr lanzó las cruentas guerras de apostasia, una guerra civil árabe que se extendió a toda la península arábiga. Abu Bakr consideraba que los que se negaban a pagar impuestos renegaban del Islam.
En estas guerras se consagró el genial general, Jalid Ibn al Walid, considerado por Muhamed como el sable de Allah contra los infieles, después de que salvara a los derrotados por los bizantinos en la batalla de Mota. Jalil sometió una tras otra a las tribus y sus ciudades, con sangrientas represalias. En los dos años de reinado de Abu Bakr, la península arábiga fue reunificada.
Tras ganar la guerra civil, Abu Bakr lanzó a su generalísimo Jalid al asalto primero de los reinos árabes cristianos clientes de los imperios Bizantino y Persa.
Al tomar la ciudad clave de Ay al Tamr, Jalid tomó duras represalias contra los árabes cristianos. Decapitó a los jefes, exterminó a los soldados, y repartió las mujeres y niños entre sus hombres para que los vendieran como esclavos. Entre un grupo que se había refugiado en una iglesia figuraba el padre del que seria conquistador de España, Mussa Ibn Nusayr.
Después de sus conquistas en el sur de la Mesopotamia, Jalid atravesó el temible desierto sirio llenando de agua los vientres de los camellos e impidiéndoles rumiar. Los fueron sacrificando y tomándose el agua de sus barrigas. Sitió Damasco, pero ante la llegada de un poderoso ejercito bizantino se retiró.
La primera gran batalle entre musulmanes y cristianos se desarrolló cerca de Hebron, en Ajmadayn, el 30 de julio de 634. El general armenio Vardan fue decapitado. Teodoro el hermano del emperador Heraclio ordenó la retirada, derrotado. Los bizantinos se refugiaron en las ciudades fortificadas y dejaron la campaña de Palestina en manos de los árabes. La batalla decisiva ganada por los árabes ocurrió dos años después en Yarmuk, más al norte.
Abu Bakr murió de golpe en 634, a los 63 años, tras una enfermedad de pocos días. Existen sospechas de que pueda haber sido envenenado. Años después, Umar, su sucesor, consideró que la designación de Abu Bakr había sido un error, una “falta”, porque era una “alimaña maléfica”. De carácter violento y vengativo, Umar es el sospechoso ideal.
Abu Bakr fue un fino estratega, pragmático en la selección de sus lugartenientes y generales, hábil en la consolidación de un embrión de Estado Islamico, de un poderoso ejercito y de una administracion. Y elaboró una estrategia de conquista que permitió la rápida expansión del imperio musulman. Combinó guerra con diplomacia, encontró aliados entre las minorías judías y los cristianos monofisistas enfrentados a Constantinopla, toleró las religiones de los conquistados, los dejos seguir viviendo de sus tierras y de sus oficios, solo cobrándoles dos impuestos suplementarios. Los arabes se convirtieron en la casta guerrera dominante.
Abu Bakr ordenó la primera recolección de los textos del Coran. Y profesionalizó el califato, reclamó un salario para sí mismo y pedía aumentos constantemente. Como Paulo de Tarso con respecto al cristianismo, Abu Bakr fue el verdadero fundador del Islam universal.
Umar: radicalización de la revolución islámica
Después de mucho consultar con los Emigrados, Abu Bakr nombró como su heredero a Umar, su brazo derecho. Umar, que había sido uno de los peores enemigos de los musulmanes e inclusive había perseguido a Mahoma para matarlo, terminó convirtiéndose al islam antes de la Hegira, pero más tarde que todos los otros compañeros.
Si bien Abu Bakr sienta las bases del Islam universal como Paulo de Tarso lo hizo en el cristianismo, quien se parece por su carácter a Paulo es Umar. Dos fanáticos que de perseguidores se convirtieron en los mas radicales conversos, tanto en materia de doctrina como de costumbres.
Durante los 10 años de califato de Umar, el imperio árabe conquistó todo el imperio persa y las provincias mas ricas del imperio bizantino en oriente, Egipto, Siria, Mesopotamia, y partes de Anatolia.
La victoria de al-Qadisiyyah en 636 permitió el dominio árabe sobre el Imperio Persa. Ese mismo año los árabes obtuvieron su primera gran victoria contra los bizantinos, en la batalla del rio Yarmuk, al sureste del Mar de Galilea. Las grandes ciudades del Medio Oriente, Armenia y Egipto cayeron en 640. El impulso dado por Umar siguió después de su muerte, cayeron Libia y el Norte de Africa, Cartago fue tomado en 697, y en la primera mitad del siglo VII casi todo el reino visigodo de España.
Umar tenia orígenes oscuros. Había sido adoptado por un aristocrático clan quraishita, que lo trataba como sirviente. Su madre y su abuela fueron esclavas abisinias, seguramente cristianas.
De gran estatura, Umar tenia una fuerza legendaria. Sin embargo no era un guerrero, había desertado en ocasión de una gran derrota contra los quraishitas, la batalla de Uhud. Por lo tanto, basó su poder en su ascetismo y su piedad.
Profundizó la revolución política e igualitaria de Mahoma. Marginó del poder a la familia del profeta, a la aristocracia quraishita, a los emigrandos, incluidos los 10 fieles compañeros, y a los ansaras. Primero relegó y luego destituyó al brillante general Jalil, del clan que lo había humillado y del que tenia celos enfermizos por su prestigio guerrero.
Umar hizo de su fusta el símbolo de su reinado. En su primer discurso en la mezquita de Medina dijo que manejaría a los musulmanes como a una tropilla de camellos. La emprendía a golpes contra los prestigiosos compañeros del profeta, mujeres de la familia de Mahoma, gobernadores, medinenses de a pie. Si veía a un funcionario vestido de seda, se le tiraba encima y le rasgaba sus vestiduras.
Vivía en la mas absoluta austeridad. Comía carne una vez al mes, su ropa era andrajosa y de tejido rústico. Los platos de su mesa incomibles. Hizo mas estrictas las costumbres musulmanas, impuso el velo hasta a las viudas del Profeta a las que no permitió volverse a casar, separó a los sexos en la mezquita, a los ladrones se les cortaba primero una mano, después la otra, luego un pie, después el otro, duplicó de 40 a 80 los azotes para los que tomaran vino, reivindicó la lapidación por libertinaje que misteriosamente había desaparecido del Coran, confiscaba las fortunas de los gobernadores sospechosos de desviar fondos, prohibió los casamientos de placer de cortísima duración, prohibió el sexo durante la peregrinación, estos dos últimos autorizados por el profeta. Tenia horror del nepotismo y de los privilegios del nacimiento. Al mismo tiempo se preocupaba por la sexualidad de sus súbditos. Se dice que insomne recorría por las noches las calles de Medina para detectar reuniones en la mezquita u otras indecencias. Estableció que una mujer podía vivir 4 meses sin sexo, así que si su marido estaba en el ejercito, finalizado ese lapso de tiempo lo mandaba regresar.
Recomendaba a gobernadores y responsables vivir humildemente, visitar a los enfermos, servir a la gente, mantener la puerta abierta a las quejas. Los cambiaba cada dos años.
Ejercía el poder absoluto, y sobre todo mantenía un estricto control del tesoro y de las finanzas. A través del reparto del botín, forjó una nueva elite basada en la fe. El enorme botín conquistado a persas y bizantinos se dividía en forma decreciente de porcentaje. Primero la familia del Profeta, después los compañeros encabezados por los Emigrados a Medina que recibían según sus méritos, luego los ansaras.
Marginó del poder a la aristocracia Quraishita, les expropió sus casas para ampliar la explanada de las mezquitas en La Meca, les ordenó compartir el plato con su servidumbre, les arrebató la gobernación de La Meca, su ciudad. La tribu Quraishita no fue eliminada ni perdió su fortuna, por lo que volvió al poder tras el asesinato de Umar.
Estableció un Estado providencia: pensiones para huérfanos, viudas, madres de muertos en la guerra. Primas para los recién nacidos aunque fueran ilegítimos, bancos de alimentos (él mismo cocinaba para las ollas populares, a veces).
Durante los 10 años del reinado de Umar, el Estado musulman se extendió desde la Cirenaica en Libia al oeste, Anatolia al norte y por la meseta iraní al este, y capturó la ciudad santa de judios y cristianos, Jerusalen, tercera ciudad santa del Islam.
Desde la destrucción del Templo por los romanos en la guerra judia de 67-73 y el fracaso de la ultima rebelión en 135, los judios no tenían mas derecho de vivir en Jerusalén, ni siquiera de visitarla para rezar. El emperador Constantino, cristianizó la ciudad en el siglo IV, construyó la iglesia del Santo Sepulcro, donde se guardaba la reliquia de la Verdadera Cruz. Los persas tomaron la ciudad en 614 autorizaron el regreso de los judios, pero Heraclio los vuelve a expulsar cuando reconquista la ciudad en 629. Con los musulmanes, a los que ayudaron a conquistar la ciudad en 634, los judios regresaron.
Umar entró a Jerusalén como peregrino. Participó en la limpieza del Monte del Templo, que los cristianos usaban como basurero, hizo cavar hasta la Roca, el ombligo del mundo, sobre la que había reposado el Arca de la Alianza, y mandó construir en ese lugar la mezquita al Haram al Sharif (Noble Santuario). El quinto califa omeya, And al Malik Ibn Marwan, construyó la Cúpula de la Roca en 691.
El imperio
En un primer momento no se buscaba la conversión de las poblaciones cristianas, judías y mazdeistas conquistadas. Porque estas pagaban dos impuestos que no pagaban los musulmanes. Los conquistadores arabes tampoco les arrebataban sus tierras, porque no eran agricultores. Querían que siguieran produciendo alimentos y cobrarles los impuestos. Los arabes formaron una casta militar y fundaron ciudades cuarteles, como Fustam (la futura El Cairo), Kufa (la actual Najaf) y Basora (en Irak).
Umar no empleó en su servicio a cristianos ni a judios y prohibió a los gobernadores hacerlo.
Umar murió asesinado a puñaladas en la mezquita de Medina, durante la oración de la madrugada, en una conspiración que habrían organizado los quraishitas, según la lectura de los textos de la tradición de Hela Ouardi.
La herencia que dejó Umar fue el imperio arabe. El imperio romano de Occidente había caído en 476, los musulmanes destruyeron el Imperio Romano de Oriente en 636, tres años después de la muerte de Mahoma. Le arrebataron las provincias más ricas, su principal fuente de ingresos fiscales. Bizancio quedó reducido a estado cliente del imperio árabe, según el historiador ingles Peter Heather en su libro Empires and Brbarians.
Heather escribe que los califatos Umeya de Damasco y Abassida de Bagdad representaron una enorme concentración de poder y de riqueza imperial, en una escala que superó la del imperio romano en su apogeo.
Según Heather, las elites terratenientes de las ricas provincias bizantinas conquistadas por los árabes, se convirtieron mayoritariamente al Islam como lo habían hecho 300 años antes al cristianismo. Las conversiones masivas eran fruto de la subordinación de las elites a los sucesivos poderes imperiales confesionales.
El imperio romano occidental ya había caído en manos de los germanos y de otros pueblos, que penetraran en su territorio empujados por el imperio de los Hunos, que Attila estableció a mediados del siglo V, al norte del Danubio, en la actual Hungria,.
El imperio romano de Occidente fue sucedido por varios reinos germanos (ostrogodos, visigodos, francos, burgundios, lombardos). El imperio sucesor del Romano en Occidente surgió en el siglo VI, por primera vez en el norte de Europa, el de los francos, de lengua germana, merovingios primero, carolingios y ottonianos después.
El imperio romano de Oriente, que volvió a controlar el Mediterraneo con Justiniano a mediados del siglo VI, cayó en 636 a consecuencia de las conquistas árabes, 70 años después de la muerte de Justiniano. Bizancio quedó reducido a un Estado satélite de los sucesivos imperios árabes.
La perdida de Siria, Palestina y Egipto, las provincias más ricas del imperio de Oriente, privaron a Constantinopla de entre dos tercios y tres cuartos de sus recursos fiscales, según Peter Heather. La frontera norte del Danubio también cayó ante los ataques de tribus eslavas, y avaras de lengua turca.
Uthman y la contrarrevolución umeya
A Umar lo sucedió el riquísimo Uthman, que había financiado a Mahoma. Ali no pudo ser califa porque se negó a jurar que seguiría en la vía trazada por Abu Bakr y Umar, sus adversarios, formula ideada precisamente para apartarlo del poder. Ali solo se comprometió a seguir la senda de Mahoma y no fue electo.
Uthman repartió los cargos entre miembros de su clan, los Umeyas, el mas rico de la tribu quraishita. Durante su califato de 12 años, Uthman sentó las bases del futuro imperio umeya, fortaleciendo a la aristocracia, repartiéndoles tierras y otras prebendas, permitiéndoles construir palacios y llevar un estilo de vida lujoso.
Ali, dirigió una protesta publica en la mezquita de Medina por cómo estaba siendo distribuida la riqueza publica. Varios compañeros del profeta y sus viudas condenaron las practicas de Uthman.
Estalló una rebelión liderada por un hijo de Abu Bakr, criado por Ali. Uthman la neutralizó nombrando a este muchacho gobernador de Egipto, pero al mismo tiempo, el gobernador supuestamente destituido, el que fuera conquistador de Egipto, Amr Ibn al-As, recibió una carta con el sello de Uthman para que los matara a todos al llegar a asumir el cargo. Uthman negó estar detrás de esa traición, pero rebeldes asaltaron su casa en Medina y lo asesinaron mientras leía el Quran con su esposa, a la que hirieron gravemente.
La sospecha de la conspiración contra el hijo de Abu Bakr recayó en Muawiya, el poderoso gobernador umeya de Siria, que Uthman preparaba como su sucesor y será el quinto califa. Uthman añadió Mesopotamia a Siria y Palestina, que Muawiya ya gobernaba. Amr Ibn al-As, era su gran aliado.
Ali y la ruptura del islam (FITNA)
EL corto califato de Ali, duró de 656 a 661. Ali era viudo de Fatima, que según los chiitas fue la única hija biológica del Profeta. Los dos hijos varones de Mahoma murieron niños. Durante su califato, Ali intentó volver al igualitarismo original del Islam.
La primera rebelión contra Ali fue liderada por dos de sus cercanos compañeros y por la hija de Abu Bakr y viuda del Profeta, Aisha. Desde La Meca le exigieron que castigara a los asesinos de Uthman. Creyente piadoso, Ali era un conciliador.
El ejercito de Aisha, al que dirigía montada en un camello, atacó Basora y exigió la renuncia de Ali. Este mandó a un ejercito al mando de sus hijos. Se enfrentaron en la batalla de El Camello. Aisha se rindió y fue perdonada por Ali.
Ali trasladó entonces su capital de Medina a Kufa (sur de Irak), que había sido construida sobre las ruinas de la ciudad cristiana lajmida de Al Hera, que le acercaba de su rival, el poderoso gobernador de Siria, Palestina y Mesopotamia, Muawiya, hijo del que fuera gran enemigo de Mahoma, el umeya Abu Sufyan. Muawiya nunca rindió pleitesía a Ali.
Ali marchó contra Muawiya y su aliado Amr Ibn al-As., gobernador de Egipto. Sus fuerzas se encontraron cerca de Raqqa. La batalla de Siffin duró tres días. Terminó con una tregua.
Esta tregua desató otra rebelión en Kufa, de los llamados karaijitas, o secesionistas, que recriminaban a Ali haber concluido la tregua y no haber aplastado a las fuerzas de Muawiya como habría podido. Esta fue la primer secta terrorista del islam. Mataban a todos lo que no abrazaban el islam radical que profesaban.
Un karaijita asesinó a Ali en 661 mientras rezaba en la mezquita de Kufa, la actual Najaf, en Irak, donde esta enterrado.
Hassan fue electo como el quinto califa por la gente de Kufa. Sin embargo, tras maquinaciones de Muawiya, el hijo de Ali le cedió el poder con la promesa de que a su muerte, él o su hermano Hussein lo sucederían. Hassan murió envenenado por su propia esposa en 670.
Muawiya no mantuvo su promesa y fue sucedido por su hijo Yazid, a su muerte en 680.
Hussain se negó a rendirle pleitesía, no solo por la violación de la promesa sino también por considerarlo corrupto y libertino. Acompañado de 72 compañeros y familiares, incluidos mujeres y niños, Hussein dejó Medina en dirección a Kufa. Un gran ejercito enviado por Yazid le salió al paso y lo conminó a rendirle pleitesía. En Kerbala, Hussein y sus hombres fueron masacrados. Las mujeres y los niños fueron encarcelados. Hubo rebeliones en La Meca y en Medina que fueron cruentamente reprimidas.
La batalla de Kerbala consagró la división del Islam entre sunitas, que reconocen la legitimidad de los califas sucesores de Mahoma, y los chiitas, que reivindican como herederos legítimos del profeta a los descendientes de Ali y Fatima.
Con la muerte de Ali finalizaron 30 años durante los cuales el Islam fue liderado por los compañeros del profeta Mahoma, los primeros cuatro califas. Siguieron 600 años imperiales, el Imperio Umeya (661-750), con capital en Damasco, que se extendió hasta El Andalus (España). Y su sucesor el imperio Abassida (750-1258), con capital en la ciudad nueva de Bagdad, a pocos kilómetros de la antigua capital persa, Ctesiphon. Un Umeya, Abd al Rahman, tras el asesinato de su familia por los Abassidas, fundó en 755 el califato disidente de Cordoba, que perduró hasta 1031. Las elites persas sasanidas islamizadas, darán al imperio Abassida todo el esplendor de su antigua civilización, así como su idioma. El arabe se mantiene como la lengua religiosa, de la revelacion. La dinastia abasida desciende de un tío de Mahoma, hermano de su padre, Abbas, del clan Hachemita.
La religión islámica, el Corán y la sunna
Los mandamientos del Islam son cinco. La profesion de fe, que es también la formula de conversión cuando se repite tres veces, “no hay mas dios que Allah y Mahoma es su profeta”. Es el único dogma del Islam. Tiene solo 4 mandamientos más: rezar 5 veces por dia, respetar el ayuno del mes de Ramadan, realizar la peregrinacion a La Meca una vez en la vida, practicar la caridad obligatoria (zakat).
Los arcaísmos del Islam provienen de El Coran, que por ser la palabra de Dios revelada, es eterno, no creado, inmutable. A diferencia de los Evangelios, la Biblia, la Tora y el Talmud, no se puede interpretar.
Hasta el siglo IX, sin embargo, los mutazilitas o racionalistas practicaban la ijtihad, o el “esfuerzo” de interpretación del Coran, pero perdieron definitivamente el poder teológico a favor de los acharitas tradicionalistas. Esto impidió toda modernización de la comprensión del Coran.
Durante el imperio abasida, el sunismo desarrolló la jurisprudencia, dando lugar a cuatro escuelas que organizaron la vida en sociedad de los creyentes. El chiismo cuenta con tres escuelas juridicas.
Las diferencias entre estas escuelas denotan una cierta exégesis del Coran.
La tradición o sunna recoge las practicas del profeta y sus sucesores, que codifican la vida de los musulmanes. Las corrientes fundamentalistas son las mas literalistas y las que aplican mas dogmáticamente la sunna.
En la liturgia se destaca la gran oración de los viernes, que se realiza en las mezquitas, dirigidas por el imam. Se deben hacer las abluciones rituales antes de rezar.
Esta prohibido tomar vino, comer carne de cerdo. Los hombres deben ser circuncidados al llegar a la pubertad, y a partir de la pubertad las mujeres deben cubrir su pelo con un velo. Un hombre no musulman que se casa con una mujer musulmana debe convertirse. La mujer que no es musulmana puede seguir con su religión después de casarse con un musulman..
Las dos principales fiestas del Islam sunita son el Eid Al-Fitr al final del Ramadán y el Eid Al-Adha al final del Hajj o peregrinación a La Meca. Tambien se celebra el año nuevo, en fecha variable, y 10 dias despues la Ashura, dia de ayuno y contemplación para los sunitas y de conmemoración del martirio de Hussein para los chiitas, algunas de cuyas sectas ese día se flagelan.
Contraofensiva cristiana
En la España musulmana primero y durante los dos primeros siglos de la expansión cristiana después, a lo largo de casi seiscientos años, coexistieron mal que bien las tres religiones del libro, coexistencia que abonó las artes y la ciencia.
Al comenzar el segundo milenio, tras 400 años de expansión musulmana, se produjo una contraofensiva cristiana, tanto en España con el inicio de la “reconquista” como con las cruzadas en Tierra Santa.
Los reinos cristianos del norte de la península Iberica, Leon, Castilla, Navarra, Aragon, Galicia, mantuvieron relaciones de alianza, de conflicto y finalmente de conquista con el califato de Cordoba y los reinos de taifas musulmanes que le sucedieron, Toledo, Zaragoza, Badajoz, Sevilla…
En la misma época, las cruzadas libraron una guerra religiosa y de conquista, que durante un siglo estableció reinos cristianos en Palestina y alrededores.
El papa Gregorio VII (1020-1085) jugó un papel clave en esta contraofensiva. Predicó por primera vez una cruzada en 1074 para salvar a los cristianos de oriente, que no se produjo. Calificó a la expansión del islam en tierras antes cristianas como “obra del demonio”.
Ya desde el inicio de la reconquista en España en el siglo XI, impulsada por la orden monástica de Cluny, gran aliada de Gregorio, se instauró el culto de Santiago Matamoros, así como las peregrinaciones a Santiago de Compostela, como una manera de acercar la España multirreligiosa a la cristiandad totalitaria europea. En 1085, los castellanos tomaron la veja capital visigoda, Toledo.
En marzo de 1095, el emperador bizantino Alexis I pidió ayuda militar al papa Urbano II, después que los turcos seljucidas tomaran las ciudades de Antioquia (1084) y Esmirna (1090) y lo arrinconaran en Constantinopla.
La primera cruzada, que según Peter Heather movilizó a unos 100.000 campesinos y caballeros de Europa, conquistó por casualidad Jerusalen en 1099 y masacraron a toda la población musulmana. Fueron favorecidos por las guerras civiles que debilitaban al califato Abasida. Cuando Salaj al Din Ayubi la recuperó un siglo despues, en 1187, respetó la vida de la población cristiana. Esto dio la pauta de la diferencia con que las dos religiones se percibían mutuamente.
El fin del islam en España
A principios del siglo XI, después que los castellanos conquistaran Toledo en 1085 marcando un vuelco en la “Reconquista”, España contaba con 5,5 millones de musulmanes. Este revés, provocó el pedido de ayuda a los almorávides de Marruecos, que establecieron su régimen en El Andalus (la tierra de los Vándalos) entre 1090 y 1145. En este año son sustituidos por los Almohades, que dominaron entre 1145 y 1223. La gran victoria cristiana de Las Navas de Tolosa en 1212 selló la suerte de los almohades, que se retiraron de España una década después.
En 1215, el cuarto concilio de Letrán estableció que judios y musulmanes debían vestirse de tal manera que fuesen diferenciados de los cristianos y evitase que se mezclaran.
El teólogo católico Santo Tomas de Aquino (1225-1274) consideró que los musulmanes eran “hombres sin sabiduría practicada en cosas divinas y humanas, sino hombres bestiales que viven en un medio salvaje, absolutamente ignorantes de toda enseñanza divina”.
La populosa Sevilla cayó en 1248. Grandes comunidades musulmanas comenzaron a vivir bajo dominio cristiano. Fueron los mudéjares. Alfonso X emitió las siete partidas, en las que se estableció que “los moros deben vivir entre los cristianos de la misma manera que los judios, observando sus propias leyes sin ofender a las nuestras”. Las siete partidas rechazaron enfáticamente la legitimidad del Islam como una religión o “ley” y lo calificaron de “un insulto a Dios”. Los musulmanes no podían construir mezquitas en ciudades cristianas ni celebrar actos públicos religiosos.
No obstante, Alfonso el Sabio mandó traducir al castellano algunas de las obras más importantes del Islam. Creó el Colegio de Traducción de Toledo en el que participaron cristianos, musulmanes y judios.
Los mudéjares vivían en morerías, como los judios en juderías, y regularmente se emitían ordenanzas sobre cómo debían vestirse para diferenciarse de los cristianos.
En la segunda mitad del siglo XIII se produjeron rebeliones mudéjares que fueron duramente reprimidas y provocaron esporádicamente pogromos antimusulmanes.
Los Reyes Catolicos pidieron al papa que permitiera la instauración de un tribunal de la Inquisición para investigar a los herejes que volvían a la ley de Moises y que mas tarde se ocuparía de los moriscos, musulmanes conversos. Comenzaron dos siglos de persecuciones.
En 1492, los Reyes Catolicos tomaron el ultimo reino musulmán en la península Ibérica, Granada. El mismo año, dieron un ultimátum a los judios, o se convertían o abandonaban España en un plazo de tres meses y 40 días.
La búsqueda de la pureza católica de España empezó por los judios, y anunció ya a los musulmanes la suerte que correrían. Muchos de los musulmanes, ricos y no tanto que quedaban, comenzaron a emigrar al Norte de Africa o a Francia. Enrique IV los recibió, pero debían permanecer al sur del Dordoña.
A fines del siglo XV, la comunidad musulmana ya se había reducido a entre 500.000 y 600.000 personas. En 1501, el cardenal Cisneros aplicó a los musulmanes en Granada y Andalucia una política similar a la de los judios, conminados a la conversión o la emigración, a pesar de que los reyes católicos se habían comprometido a asegurarles la libertad religiosa cuando capituló Granada. Unos 300.000 musulmanes se convirtieron, y se les llamó moriscos.
Esto provocó una rebelión en el barrio musulmán de Granada, Albaicin. Se les dio la opción de emigración o conversión a los rebeldes que se rindieron. Muchos huyeron a la sierra Vermeja e iniciaron una rebelión difícil de reprimir.
En 1511 avanzó la desislamización con la prohibición de mataderos jalal, de la ropa musulmana femenina. En 1513 fue prohibido el uso del velo islámico o almalafa. Se prohibieron los baños públicos o jamam, los nombres de pila islámicos, hablar árabe, los viernes debían dejar la puerta abierta de sus casas que no tenían otras aberturas hacia afuera para poder observar si oraban, los casamientos debían tener testigos cristianos viejos, durante el Ramadán se vigilaba que las chimeneas de las cocinas ahumaran. Se prohibieron los tatuajes con hena de las mujeres.
Carlos V extendió esta política de conversión forzada a Valencia, Cataluña y Aragon, lo que desató rebeliones en las montañas cercanas a Valencia, donde los musulmanes eran un tercio de la población.
En 1568, como reacción a las exacciones contra los moriscos y a nuevas medidas de represión, inclusive de hablar o escribir en árabe, la rica elite de Albaicin lideró una nueva rebelión en Granada. Los hombres de entre 10 y 60 años que se rindieron fueron deportados. Otros se plegaron a la sangrienta rebelión de las Alpujarras, donde los moriscos masacraron poblaciones cristianas y viceversa.
Durante la rebelión, en Albaicin y en los pueblos rebeldes de las Alpujarras, por primera vez en 70 años los musulmanes volvieron a practicar su religión públicamente. Los rebeldes de las Alpujarras contaban con entre 25.000 y 45.000 efectivos. Felipe II mandó a Juan de Austria a reprimirlos. Cuando tomaban los pueblos rebeldes se producían masacres y miles de mujeres y niños eran vendidos como esclavos. Felipe II decidió entonces la deportación de entre 50.000 y 80.000 moriscos de Granada a Castilla.
Durante la guerra de las Alpujarras, que duró tres años hasta 1571, combatientes norafricanos y turcos, desembarcados por los piratas de Argel, se sumaron a la rebelión. Al mismo tiempo los piratas musulmanes atacaban pueblos costeros españoles, e intercambiaban con los rebeldes un fusil contra un cristiano que seria vendido como esclavo o permitiría pedir rescate.
Felipe II temía una invasión otomana, pero en 1571 se produjo la batalla de Lepanto, donde la flota española y sus aliados venecianos y sardos, derrotaron a la flota otomana.
En 1609, cuando finalmente España firmó una tregua en Flandes durante la guerra de independencia de los Países Bajos, que fue también una guerra de religión contra los calvinistas holandeses, Madrid decidió la expulsión de los moriscos, un siglo después de su conversión forzosa.
Primero partieron los de Valencia, después los de Granada, Andalucía y Murcia, luego los de Aragon. Les dieron tres días para encerrarse en sus casas, donde se les comunicaría sus puertos de embarque.
124.000 moriscos fueron expulsados de Valencia, 20.000 de Andalucia y Granada, 70.000 de Aragon y Cataluña. Se calcula que en total fueron expulsado 320.000 moriscos.
La expulsión se dio en medio a todo tipo de violencias contra los moriscos, algunos cristianos sinceros desde hacia décadas. Asesinatos, violaciones, robos, venta como esclavos por las tripulaciones de los navíos que los transportaban al Norte de Africa, masacrados al desembarcar por tribus que los tomaban por cristianos. Vestían como extranjeros, no hablaban árabe, conocían muy poco del Islam. Algunos fueron ejecutados por las autoridades norafricanas por negarse a abjurar el cristianismo.
El gran historiador francés Fernand Braudel, fundador de la escuela de los Anales, analizó de manera sorprendente la expulsión de los moriscos. Como si una población cuya civilización llevaba mil años en España fuera extranjera. Afirmó que España expulsó a los moriscos “porque permanecieron decididamente inasimilables. “El motivo no fue el odio racial, fue el odio de civilización, el odio de religión”. “…la operación quirúrgica de 1609, aunque radical, la más radical sin embargo fue la adoptada por el propio Adolf Hitler para resolver de manera simple los problemas de minorias”, añadió insólitamente Braudel. Tituló su ensayo “Españoles y Moriscos en el siglo XVI”, revelando un a priori cristiano o colonialista intolerante. Se trataba de Cristianos viejos y moriscos en la España del Siglo XVI.
En 1728 la inquisición seguía persiguiendo a moriscos en España.
Genocidio armenio
El triunfo del nacionalismo como ideología inauguró el siglo XX con el genocidio de una minoría cultural y religiosa con una aspiración nacional, los armenios del imperio Otomano.
El gobierno de los jóvenes turcos, militares laicos y nacionalistas que sucedieron al derrocamiento del ultimo sultán otomano en 1908, perpetraron el genocidio armenio en Anatolia y Siria. Entre uno y dos millones de armenios y otros cristianos fueron asesinados.
El antecedente fue la sangrienta represión de los búlgaros ortodoxos a fines del siglo XIX, que desató la guerra ruso-turca (1877-1878) en la que los rusos defendieron a sus correligionarios ortodoxos búlgaros. El congreso de Berlin de 1878 reconoció la independencia de Bulgaria, y exigió reformas sobre las provincias balcánicas y armenias. Las potencias occidentales se proclamaban defensoras de las minorías cristianas del Imperio Otomano, aunque a menudo lo usaban como excusa para hacer avanzar sus intereses sin importarles las consecuencias sobre las poblaciones cristianas.
La exigencia de reformas quedó como letra muerta y se produjeron nuevas masacres de armenios y cristianos en 1895 y 1896, y en Adana en 1909. Las autoridades musulmanas condenaron estas masacres. Pero el nacionalismo turco ya empezaba a acorralar al islam también. Los Jóvenes Turcos lo responsabilizaban del atraso del imperio Otomano.
Aprovechando el estallido de la primera guerra mundial en 1914, en la que se enfrentaron al Imperio ruso ortodoxo, al año siguiente los Jóvenes Turcos decretaron la deportación en masa de las poblaciones armenias, entre los que ya se manifestaba un separatismo nacionalista.
Fueron deportados hacia campos de concentración en el norte de Siria. La deportación, que se prolongó hasta 1923, se produjo en medio de masacres, asesinatos, torturas, muchos murieron por el camino en extenuantes marchas forzadas. De los que llegaron a los campos, muchos murieron de hambre y enfermedades. Los aliados alemanes de los turcos, cuyos asesores militares entrenaban y asesoraban al ejercito, no reaccionaron ante el genocidio y defendieron a su aliado.
Terminada la guerra, Grecia atacó a Turquía en 1919 y en 1922 sus ejércitos fueron derrotados. Se pactó en Lausana que los cristianos ortodoxos de Turquía fuesen deportados a Grecia y los musulmanes de Grecia a Turquía. 1.250.000 griegos ortodoxos abandonaron Turquía y medio millón de musulmanes dejaron Grecia. La religión fue absorbida por la nación.
Kemal Ataturk surgió entonces como el hombre fuerte de Turquía e inició un proceso radical de desislamizacion.
Otros conflictos nacional-religiosos
Partición de la India
Otro catastrófico enfrentamiento religioso del siglo XX fue la partición de la India, la enorme colonia britanica, abandonada apresuradamente tras el fin de la segunda guerra mundial por Londres. Los ingleses conquistaron el subcontinente, con una fuerte elite musulmane, en los siglos XVII y XVIII, y azuzaron la rivalidad entre hindúes y Sikhs por un lado y los musulmanes por otro.
La India fue dividida en 1947 siguiendo criterios religioso entre un país de mayoría hindú, la India propiamente dicha, y un nuevo país musulmán, Pakistan (el país de los puros), dividido en dos territorios lejanos, occidental y oriental. La emigración de las poblaciones fue voluntaria y se produjo en medio a terribles masacres en las que cientos de miles de personas fueron asesinadas. Aqui tambien la religión se convirtió en nación. Una minoría musulmana de 100 millones de personas actualmente, permaneció en la India. Pakistan Oriental se convirtió en Bangla Desh después de una corta guerra en 1972 contra Pakistan.
Bosnia
En la guerra civil en Bosnia, se produjeron masacres, limpieza étnica, sobre todo de musulmanes, como en Srebrenica, donde fueron asesinados 8.000 hombres por fuerzas serbio bosnias. También hubo masacres de serbios ortodoxos y de croatas católicos, así como en las demás guerras de los Balcanes.
China y los Uigures.
Actualmente, China lleva adelante la desislamización de su población uigur, en el Xinjiang, donde desde hace varios años incentiva la inmigración de chinos de la mayoría Han.
Birmania y los Royingas
Birmania expulsó recientemente a su minoría musulmana royinga, en medio a masacres.
Inmigración musulmana en Europa, el caso francés
La inmigración musulmana se ha convertido en el caballito de batalla de la extrema derecha europea. Y ha condicionado a las demás fuerzas políticas, que rivalizan al respecto, porque el electorado europeo se ha radicalizado contra la minoría islámica, debido al terrorismo vinculado a los conflictos del Medio Oriente, a la visibilidad cultural y religiosa de sus comunidades, y a la violencia de la juventud, hijos de la inmigración reciente, y marginada en las ciudades satélites.
Sin embargo, las comunidades de origen musulmán, que ya llevan tres o cuatro generaciones en Europa, ven surgir una incipiente clase media cada vez mas integrada, que ejerce profesiones liberales, o lucra con el comercio en sus comunidades, y participa de la vida publica en las alcaldías y en los poderes del Estado de sus respectivos países.
Europa es una sociedad envejecida que precisa de la inmigración para hacer funcionar sus economías. Ya casi no hay trabajadores manuales europeos. Y los inmigrantes son mano de obra barata, cuando no francamente ilegal, sin gozar de los derechos de la fuerza de trabajo formal. Sin embargo, cada vez más barreras se levantan a la inmigración procedente de los países musulmanes, y se favorece la inmigración de países de Europa del Este, recientemente integrados a la UE o en lista de espera. Estos países, como Rumania o Bulgaria, sufren por este motivo agudas crisis demográficas.
Unos 25 millones de musulmanes viven en los paises de la Union Europea más Gran Bretaña. Francia y Gran Bretaña fueron los paises que mas explotaron las tierras de Islam durante la era colonial del siglo XIX y XX. Actualmente tienen actitudes bien diferentes hacia sus minorías musulmanas.
Francia con su jacobinismo centralista y homogeneizante y su ideologia de la laicidad se opone al multiculturalismo. Desde el siglo XIX impuso la lengua francesa a sus minorías bretona, vasca, catalana, provenzal, alemana, flamenca. Hasta el día de hoy no se enseñan esas lenguas en la educación publica. Francia se concibe como una República con una ciudadania homogénea imbuida de sus valores democráticos y de laicidad. Combate el uso del velo islámico en las reparticiones publicas y en la enseñanza publica, y ha prohibido el velo integral o nikab en el espacio publico, ha tomado medidas contra la llegada de imanes de los paises musulmanes para dirigir mezquitas y pretende formarlos en Francia. Y desde luego, no se enseña árabe en la enseñanza publica.
Macron lanzó una campaña contra el “separatismo” musulmán, es decir vivir separados en sus comunidades y en su cultura. La mayoría de sus entre 5 y 6 millones de musulmanes proviene del Norte de Africa, sobre todo de Argelia, que Francia conquistó y colonizó a partir de 1830.
Por eso mismo, la Francia homogeneizante, que tuvo una relación conflictiva con sus inmigrantes en el siglo XX, las tiene aun más con los procedentes de Argelia, que durante más de un siglo estuvo integrada a Francia, dividida en departamentos franceses. La ciudadanía francesa plena la tenían los franceses y otros europeos emigrados a Argelia y los judios norafricanos, pero los indigenas árabes y beréberes eran súbditos de segunda categoría, sin derechos políticos.
Los argelinos obtuvieron su independencia en 1962, tras 8 años de la mas sangrienta guerra colonial del siglo XX, con tortura sistemática de los prisioneros, ejecuciones masivas, desapariciones forzadas y cadáveres arrojados desde aviones al mar. El Frente de Liberación Nacional argelino ordenó matar indiscriminadamente a civiles europeos, y colocaba bombas en restaurantes, tiendas, y otros lugares públicos de la minoría europea. Obtenida la independencia, los argelinos masacraron a unos 5.000 europeos en Oran, y a unos 30.000 Harkis, milicias argelinas que combatieron junto a los franceses. Francia repatrió a mas de un millón de europeos y harkis. Argel les permitió llevarse solo dos valijas.
La guerra dejó más de 500.000 muertos y desaparecidos, y una relación conflictiva entre Francia y Argelia. Estas tensiones se trasladaron a Francia entre los repatriados “pieds noirs” o europeos de Argelia, los harkis, y los antiguos combatientes franceses por un lado, y los inmigrantes, la mayoría simpatizantes del FLN, por otro, así como los descendientes de unos y otros. La extrema derecha francesa fue fundada precisamente por un ex combatiente de la guerra de Argelia, el paracaidista Jean-Marie Le Pen.
Veinte años después del fin de la guerra, los argelinos emigrados a Francia hicieron en masa el tramite de reintegración a la nacionalidad francesa, porque en 1982, cuando la gran mezquita de Paris pasó a manos de un imam argelino, éste resolvió que Francia era tierra de Islam, donde los musulmanes podían implantarse y no mas establecerse transitoriamente.
La inmigración argelina había llegado masivamente a Francia en las décadas del 60 y 70 como mano de obre no calificada. Recién en 1983 una comunidad de harkis obtuvo por primera vez la autorización para construir la primera mezquita de inmigrados, en Rubaix, cerca de la frontera con Belgica.
El orientalista Gilles Kepel, realizó un estudio sobre las comunidades musulmanas en los dos lugares de su mas alta densidad en Francia, en un par de distritos de Marsella y en Rubaix. Entrevistó a políticos, empresarios, periodistas, universitarios, deportistas, integrantes de esta nueva clase media musulmana. Concluyó que en las nuevas generaciones nacidas y educadas en Francia, surgió una elite que logró emanciparse del proletariado, al que pertenecieron sus padres. Pero la masa no tiene acceso al mercado legal de trabajo y oscila entre la desocupación y la informalidad.
La relación conflictiva surgida de más de un siglo de colonización y de la la guerra, se traduce en un profundo resentimiento mutuo. Cuando las selecciones de Francia y Argelia juegan, los hinchas franco argelinos silban la Marsellesa para indignación de los demás franceses.
Sin embargo, los casamientos mixtos se multiplican en Francia, en porcentajes mucho mayores que en otros paises de la UE, sobretodo entre hombres norafricanos y mujeres francesas, pero tambien entre hombres franceses y mujeres norafricanas.
El islam original en el islam contemporáneo
La revolución iraní de 1979 que derrocó al sha Reza Pahlavi, sacudió a todo el mundo islamico, e inició un resurgimiento religioso como reafirmación de identidad.
Temiendo un gran movimiento popular contra las monarquias del Medio Oriente, Arabia Saudita invirtió montañas de petrodólares para difundir su versión rigorista del islam sunita, contrapuesta al chiismos integrista del Ayatollah Jomeini, el líder de la revolución irani.
El salafismo o wahabismo es una corriente fundamentalista del islam originaria de Arabia Saudita. No solo aplica el Coran al pie de la letra sino que imita las practicas del profeta y de los primeros califas.
Las corrientes salafistas yijadistas contemporáneas reivindican las practicas guerreras de Mahoma y los primeros califas en pleno siglo XXI, así como el terrorismo, para intentar contrarrestar las intervenciones estadounidenses y de sus aliados con armas de alta tecnología. sus territorios
Bin Laden y sus sucesores, como el Estado Islamico, son expresiones del salafismo yihadista. Se inspiran de los métodos de terror utilizados por los primeros califas contra cristianos y judios en la península arabiga, en la guerra civil o de apostasia contra tribus árabes disidentes. Matar a todos los hombres de un clan o de una ciudad conquistada, vender a las mujeres y los niños como esclavos. Eran métodos habituales utilizados por todos los contendientes en las guerras del primer milenio, y no exclusivamente por los musulmanes.
Otra corriente del salafismo en Occidente son los quietistas, que se inspiran en el Islam radical de Umar, predican con el ejemplo de su austeridad y rigor extremos.
EI primer califa del Estado Islamico en Irak y Siria, al Bagdadi, no es casualidad que adoptara el nombre de Abu Bakr -el califa de las guerras de apostasía y arquitecto del embrion del estado islamico-, y autorizara el matrimonio de corto plazo por placer prohibido por su sucesor, y practicara la esclavitud, las decapitaciones.
Los talibanes practican un islam ascético mas parecido al de Umar, velo para todas las mujeres, exclusión del espacio publico y de la educación secundaria y universitaria, castigos corporales. Se inspiran de un islam radical que se desarrolló en la India y que perdura en Pakistan. Los deobandis indios adoptaron un islam muy estricto que apunta a la sobrevivencia de las comunidades islámicas en un país dominado por no musulmanes.
La monarquia saudita con su legión de príncipes parasitos son los herederos de la aristocracia quraishita, islam riguroso wahabita para el pueblo, para ellos el lujo desbocado, a pesar de que provienen de una tribu perdida del centro de Arabia. Su poder emana del petróleo, y tambien del santuario de la Kaaba y la peregrinación. La monarquia saudita adoptó el wahabismo, una corriente rigorista del siglo XVIII que promueve el Estado Islamico, absolutista y despótico. El principe Mohamed bin Salman ha emprendido su reforma.
Otra corriente sunita integrista, populista, antimonárquica y antioccidental es la de los Hermanos Musulmanes en Egipto, fundados en 1928 por Hassan al-Bana y que se extiende por otros países del Medio Oriente. En 2012, su líder en Egipto, Mohamed Morsi, asumió la presidencia del país tras ganar las elecciones de 2011, pero fue derrocado al año siguiente por un golpe militar. El régimen de Hamas en Gaza, el presidente turco Erdogan, el emir de Qatar, integran este movimiento.
A diferencia de los sunitas, los chiitas cuentan con un clero poderoso, que en Iran se confunde con el Estado, al que el ayatollah máximo impone su poder de decisión. Sin embargo, cuenta con un parlamento y un primer ministro electos por voto popular.
Existen matices políticos entre los grandes ayatollahs en Iran, Irak y El Libano, estos últimos dos países con mayorías chiitas. En Iran imponen el velo islamico y tienen una policía religiosa que combate la no observancia de las estrictas normas que deben ser observadas en publico, sobre todo por las mujeres. El ayatollah Jomeini emitió una fatwa condenando a muerte al escritor indio-británico Salman Rushdie por sus Versos Satanicos, una novela que incluye una parodia del Islam y de Mahoma, al que llama Mahud, y de sus esposas. Desarrolla un pasaje del Coran, censurado por los religiosos, en el que tres divinidades femeninas preislamicas engañan al profeta, inspiradas por Satan. Varios crímenes se cometieron contra traductores y editores de este libro y el propio Rushdie fue atacado a cuchillazos, perdió un ojo y el movimiento de un brazo. En El Libano los chiitas cuentan con un partido político y una milicia enfrentada a Israel, Hizbollah. En Irak, después de la invasión estadounidense de 2003, los chiitas dominan políticamente con varios partidos y milicias..
Existen varias sectas por fuera del sunismo y del chiismo. Los Ismaelitas dirigidos por el Agha Khan, de origen chiita. Los alauitas sirios, derivados de los fatimidas chiitas egipcios, los alevis turcos inspirados por un predicador sufí del siglo XIII, Jadj Bectash, que tienen a Ali como su gran santo. Y los sufis que profesan un islam místico, y son condenados por los sunitas, en particular los wahabitas y demás integristas.
Las minorías musulmanas de Europa
El pais de Europa con mayor población musulmana es Rusia, con 14 millones, provenientes de los territorios musulmanes absorbidos por la expansión del imperio ruso. Casi todos residen en la Rusia europea.
Le sigue Francia con entre 5 y 6 millones de musulmanes, provenientes sobre todo del Magreb y del Africa subsahariana y del oeste, antiguas colonias francesas. Francia combate el multiculturalismo.
Alemania cuenta con 4 millones de musulmanes, provenientes sobre todo de Turquia y mas recientemente de Siria. Tiene una actitud de tolerancia al multiculturalismo. Sin embargo, los turcos se mezclan menos con europeos que las otras grandes migraciones musulmanas.
El Reino Unido de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, acepta el multiculturalismo, acepta el velo islámico o hijab. Gran Bretaña tuvo un primer ministro de origen indio, el alcalde de Londres es de origen paquistaní. La mayoría de sus 3 millones de musulmanes proviene de su antigua colonia imperial, la India y los países en que se subdividió siguiendo lineas religiosas, Pakistan, Bangla Desh, Sri Lanka.
En España viven nuevamente 2 millones de musulmanes, muchos trabajan en la agricultura. En Italia son 1,7 millones, instalados sobre todo en Lombardia.
En el museo de la historia de la inmigración de Paris se presenta una gráfica que muestra el crecimiento de matrimonios mixtos en las dos primeras generaciones, los inmigrantes y sus hijos, de una Europa cada vez mas multicultural.
Los inmigrantes procedentes de Turquia y el Medio Oriente tienen una pareja procedente de otro país que el suyo en un 25%. Sus hijos en un 43% tienen una pareja de un país diferente al de sus padres. Los procedentes del Maghreb en un 32% y sus hijos en un 58%, los de Africa Subsahariana en un 56% y sus hijos en u 70%, los de Asia en un 50% y sus hijos en un 83%, y los de Europa en un 68% y sus hijos en un 85%.
Bibliografia:
La Mort de Mahomet, Hela Ouardi.
Les Califes Maudits, A l’ombre des sabres, Hela Ouardi.
Les Califes Maudits, Meurtre a la Mosque. Hela Ouardi
The Prophet’s Heir. The Life of Ali Abi Talib. By Hassan Abbas.
Blood and Faith. The Purging of Muslim Spain (1492-1614), Matthew Carr.
Conflits et refuse de civilisation: Espagnols et morisques au XVI siecle. Fernand Braudel. Annales, année 1947, Pais 397-410.
Torah, Bible, Coran: les interpreter est ce les trahir? Le Monde, 21 November 2021, Alice d”Oleon.
The World of Late Antiquity, Peter Brown.
Les Routes de la Soie, Peter Frankopan.
Empires and Barbarians, Peter Heather.
Christendom, the Triumph of a Religion.
Passion française. Les voix des cités, Gilles Kepel.
Les massacres des Arméniens. Le meurtre d’une nation (1915-1916) Arnold Toynbee.
Epilogo
En los siglos XIX y XX, las sociedades católicas y protestantes iniciaron un proceso de secularización que condujo a la separación de los Estados y de las Iglesias, comenzando por los estados que conformaron Estados Unidos. La sociedad civil fue secularizada.
La crisis del monoteismo, sobre todo en Occidente, permitió la emancipación de las mujeres, la gran revolución del siglo XX, que sigue avanzando en el XXI.
Los nuevos valores surgidos en las décadas del 60 y 70 ampliaron la libertad individual, inclusive en el terreno del deseo, lo que esta siendo incorporado por la legislación en Occidente. Esto choca con los valores del catolicismos y del evangelicalismo. Los judios y los protestantes reformados los han ido incorporando.
Actualmente, la revolución del conocimiento con el avance acelerado de las ciencias, las nuevas tecnologías, la globalización. y las comunicaciones digitales y masivas, está modificando profundamente las concepciones sobre la vida y el Universo, así como las costumbres.
Las sociedades postmonoteistas tienen planteados nuevos desafíos éticos, la eutanasia que es legal en muy pocos paises, la legalización de las drogas, el cambio de sexo legalizado en pocos paises, la manipulación genética, el implante de chips en humanos, la clonacion, revivir especies extinguidas.
Ante esta nueva civilización que surge, la contrarreforma monoteista la lideran los evangelicos en el cristianismo, apoyados por la derecha católica, Cirilo el patriarca ortodoxo de Moscú, los ayatollahs iraníes y los imanes wahabitas, así como por los rabinos ortodoxos.
Esta contrarreforma apoya al hombre fuerte autoritario en lo político, en lo militar, en la sociedad. Porque esta contrarreforma no puede prosperar sin autoritarismo.
En el área cristiana, solo Vladimir Putin en Rusia impone un orden post comunista despótico y nacionalista, que reivindica los valores cristianos tradicionales con la ayuda de la sometida Iglesia Ortodoxa Rusa y los también dominados oligarcas. Por eso la extrema derecha europea, hasta la invasión de Ucrania, lo admiraba.
Por otra parte, el cristianismo se esta convirtiendo cada vez más en una religión tercer mundista, sobre todo por el crecimiento de los evangelicos en Africa, Asia y America Latina. El catolicismo conservador también es dinámico en Africa. Cada vez más los sacerdotes en Europa son africanos, surcoreanos, filipinos.
Dos siglos y medio después de las revoluciones estadounidense y francesa, asistimos en Occidente a intransigentes guerras culturales entre una reacción restauradora y un progresismo humanista tendente a profundizar derechos humanos y de la Naturaleza.
No sabemos si la civilización hegemónica seguirá siendo la de Occidente. Porque del otro lado de Eurasia, un gigante crece. China, atea, confusionista, neocomunista, autoritaria, con una tradición milenaria que nos es completamente ajena.
Rafael Noboa
Los Pirinchos
2 de abril de 2023.