En noviembre de 1947 la ONU se pronunció por la partición de Palestina entre Israel y un Estado árabe, por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones. Los palestinos rechazaron la partición de su tierra.

PRA – Al Nakba – Graffiti – Nazareth | Wikimedia Commons
Poco después comenzó una campaña terrorista de grupos paramilitares judios y árabes contra civiles de los dos lados, que provocaron los primeros desplazamientos de miles de palestinos, y reasentamientos de pobladores de kibutz atacados. Fue la primera fase de la Nakbah.
En mayo de 1948 al final del mandato británico, Israel declaró su independencia. Estalló una guerra entre judios y arabes. Las ciudades palestinas cayeron rápidamente en poder de los judios, Haifa, Jaffa, Jerusalén, Acre. Los estados árabes atacaron y fueron derrotados. Fue la segunda fase de la Nakbah.
El Palmaj, la fuerza de choque de la organización paramilitar de autodefensa judia Haganah, embrión del ejercito israelí, contaba con aviación, artillería, vehículos blindados, y una estrategia militar de conquista y limpieza étnica.
En su novela sobre la Nakbah, ’La Puerta del Sol’, el escritor libanés Elias Khoury, afirma que los ejércitos árabes que entraron en Palestina en 1948 “retrocedían a toda velocidad ante el ejercito israelí, con mas efectivos y mejor armado”. “Seiscientos mil judios lograron reunir un ejercito más importante que siete ejércitos árabes juntos”, escribe Khoury, que fue militante del Fatah palestino.
Los campesinos palestinos de Galilea se armaron como pudieron para defender sus aldeas. Ante la enorme superioridad militar israelí, una aldea tras otra se rindió, entre mayo y octubre de 1948.
Segun Khoury, el Palmaj tomaba las aldeas, concentraba a la población en la plaza, elegía a varias decenas de hombres, se los llevaban en camiones y los fusilaban. Exigían a los vecinos que se agacharan y disparaban sobre sus cabezas. Los campesinos huían a los campos aledaños. Los soldados iraelies dinamitaban las casas, arrancaban los olivos, arrasaban los cultivos, aplanaban el terreno.
De esta manera, el Palmaj y los grupos terroristas Irgún y Stern, aplicaron la estrategia israelí de limpieza étnica, que los palestinos denominaron la Nabkah (la catástrofe). El fundador de Israel, David Ben Gurion, había llamado a establecer la mayoría judía y no a conquistar más territorio.
Khoury cuenta la caída de varias aldeas galileas. En Ayn el Zeitum en mayo de 1948 fueron asesinados 40 hombres jóvenes después de rendirse. En la aldea de Safsaf los campesinos se rindieron agitando sabanas blancas, sesenta hombres fueron fusilados, el resto de la población aterrorizada huyó a El Libano. Setenta hombres fueron fusilados en la aldea de Saliha. En Deir el-Assad 200 hombres fueron fusilados. En Chaab, la ultima aldea de Galilea en rendirse a los israelies, abandonada por los combatientes, un centenar de ancianos permanecieron, pensando que su avanzada edad los protegería. Veinte fueron fusilados.
Unos 15.000 palestinos fueron asesinados durante la Nakba, y 750.000 escaparon hacia los países vecinos, según cifras publicadas por The Economist, en su numero aniversario del gran ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre. Seis mil judios murieron en la primera guerra arabe-israelí, 1pc de la población, según el historiador israelí Tom Segev. en un articulo publicado en la edición de mayo-junio de 2024 de Foreign Affairs.
Israel no permitió que los 750.000 palestinos que huyeron a los países limítrofes regresaran y estableció un gobierno militar sobre sus ciudades y aldeas.
Segev, autor de una biografía del fundador del Estado de Israel, ‘Un Estado a toda costa. La vida de David Ben Gurion’, cuenta que bajo el mandato británico, que duró 30 años, desde su ocupación de Palestina en 1918, “el movimiento sionista sentó las fundaciones políticas, económicas, culturales y militares del futuro estado de Israel”. Asi, la organización paramilitar Haganah fue fundada en 1920 y su fuerza de choque, el Palmaj, en 1941.
Ben Gurion pensaba que la paz entre arabes y judios era imposible, y que la única solución era reemplazar por inmigrantes judios a la población arabe original, escribe Segev,
Sionista socialista llegado en 1906 de Polonia, Ben Gurion militaba en los sindicatos judios y promovió el movimiento “trabajo Hebreo” para que los patronos judios solo contrataran empleados y obreros judios.
Como dirigente político, Ben Gurion impulsó la compra de la mayor cantidad de tierra posible, todo el territorio si se pudiera, y poblarlo con la mayor cantidad de judios y la menor cantidad de arabes.
Al principio del siglo XIX había menos de 7.000 judios en Palestina, 2,5 pc de la población. A fines del siglo XIX, 50.000 judios habitaban Palestina y 500.000 arabes, según Segev. Ya desde entonces, la Agencia Judia, financiada por la diáspora, compraba tierras para instalar a los inmigrantes y financiar sus emprendimientos.